La opiniĆ³n pĆŗblica en Estados Unidos expresĆ³ este domingo temor a que otras decisiones tomadas hace aƱos por el Tribunal Supremo como la legalidad del matrimonio gay o el derecho a usar mĆ©todos anticonceptivos sean revocadas por la Corte tal y como ha ocurrido con el derecho al aborto.
Medios como el Wall Street Journal, el Washington Post y la cadena CNN coincidieron en seƱalar que la misma lĆ³gica constitucional usada para revocar la sentencia que daba amparo legal al aborto podrĆa usarse para terminar con varios derechos dictados por la jurisprudencia pero que no estĆ”n directamente recogidos en ninguna ley federal.
El principal argumento usado el viernes por la mayorĆa conservadora del Supremo para revocar la sentencia de 1973 bautizada como Ā«Roe v. WadeĀ» que protegĆa legalmente el aborto fue que este no estĆ” recogido explĆcitamente en la ConstituciĆ³n de Estados Unidos-que data de 1787-, y que la Corte de 1973 se habĆa excedido en su interpretaciĆ³n de la Carta Magna.
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La uniĆ³n civil entre personas del mismo sexo y el derecho a usar anticonceptivos, igual que el aborto hasta ahora, no estĆ”n protegidos por ninguna ley a nivel federal que los reconozca explĆcitamente, sino que emanan de las interpretaciones que en su momento hicieron los magistrados del Tribunal Supremo con respecto a su encaje en la ConstituciĆ³n.
En el fallo del viernes, el magistrado del Supremo Clarence Thomas -el Ćŗnico afroamericano de la Corte y uno de los jueces mĆ”s conservadores- emitiĆ³ una opiniĆ³n propia en la que animĆ³ directamente a sus compaƱeros a revisar otras sentencias emitidas en el pasado usando el mismo prisma que en la decisiĆ³n sobre el aborto.
Ā«Tenemos el deber de corregir el error establecido en precedentes como Griswold, Lawrence y ObergefellĀ», escribiĆ³ Thomas en su opiniĆ³n.
Estos tres casos mencionados por el juez son los que protegen, respectivamente, el derecho a obtener mĆ©todos anticonceptivos (1965); el derecho a tener relaciones sexuales privadas (2003) -que de forma implĆcita prohibiĆ³ cualquier castigo a la homosexualidad-; y el derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo (2015).
Las palabras de Thomas tienen especial relevancia porque son una seƱal clara para que los grupos conservadores que luchan contra este tipo de cuestiones en los tribunales lleven su batalla legal al Supremo, sabedores ahora de que allĆ tienen por lo menos un aliado, y quizĆ” el apoyo de la mayorĆa.