El Vaticano cumple 103 días sin representante en Nicaragua
Ortega expulsó de Nicaragua al nuncio apostólico Waldemar Stanisław Sommertag el seis de marzo. El Papa sigue sin designar otro representante y calla sobre los ataques a la Iglesia.


- junio 17, 2022
- 01:49 AM
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Este 17 de junio se cumplen 103 días desde que el régimen de Daniel Ortega expulsó de Nicaragua al Nuncio Apostólico, Waldemar Stanisław Sommertag. Una medida que dejó al descubierto las fricciones entre el Ejecutivo y la Santa Sede.
Hasta ahora, El Vaticano no ha nombrado a un sustituto para su sede diplomática en Managua y mantiene la representación a cargo del secretario, monseñor Marcel Mbaye Diouf.
Sommertag, quien arribó a Nicaragua el 14 de junio del 2018, en medio de la crisis sociopolítica que dejó al menos a 355 personas asesinadas, era considerado por el régimen como el único autorizado para mediar el fallido Diálogo Nacional, después que la Conferencia Episcopal exigiera la salida de Ortega y la realización de elecciones adelantadas.
Ese 14 de junio del 2018, el nuncio fue recibido en la sala VIP del aeropuerto internacional por la entonces vicecanciller Arleth Marenco, y por el cardenal Leopoldo Brenes. Pronto, su papel diplomático lo hizo confrontarse con los diferentes sectores sociales que criticaban su pasividad frente a Ortega.
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Desde su llegada Sommertag fue parco al referirse a la crisis sociopolítica. Incluso, fue cuestionado por el papel que desarrollaba como representante de la Santa Sede.
Ortega, por su parte, lo incorporó como testigo en la mesa de Diálogo, estrategia que usó para restarle importancia y protagonismo a la Conferencia Episcopal de Nicaragua.
¿VENGANZA POLÍTICA?
El papel de mediador de Sommertag pronto resultó incomodo para Ortega, cuando éste empezó a pedir la liberación de los presos políticos. La reacción del Ejecutivo fue primero eliminar la figura de Decano del Cuerpo Diplomático, que ostentaba el nuncio y después lo expulsó del país.
La salida del nuncio de Nicaragua fue silenciosa y sin despedidas. La Conferencia Episcopal de Nicaragua informó sobre el retiro del beneplácito y el por qué de su salida inmediata.
La Nunciatura informó que la sede diplomática en Managua quedaba a cargo del secretario, monseñor Marcel Mbaye Diouf.
El 12 de marzo El Vaticano confirmó la expulsión de su representante en Managua y la decisión de Ortega de retirarle el beneplácito, lo que causó "sorpresa y dolor".
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"La Santa sede ha recibido con sorpresa y dolor la comunicación de que el Gobierno de Nicaragua ha decidido retirar el beneplácito a su excelencia monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag, Nuncio Apostólico en Managua desde 2018, imponiéndole que dejara inmediatamente el país después de esta medida", que calificó como “grave e injustificada” y que “resulta incomprensible”.
La Santa Sede aseguró que esa decisión no refleja los sentimientos del pueblo de Nicaragua, “profundamente cristiano”, y quiso reafirmar “su plena confianza en el Representante Pontificio”.
Sin embargo, hasta ahora, el Papa Francisco se ha abstenido de nombrar a un representante para su embajada en Managua. También ha evitado referirse abiertamente a los constantes ataques al clero de parte de Ortega y sus seguidores.