La Cucamonga: la cuesta de cuatro kilómetros que se ha convertido en el paso de la muerte en Nicaragua
La Dirección de Tránsito consideró en 2014 que las víctimas mortales en ese trayecto representaron el diez por ciento de las muertes de todo el departamento de Estelí y que la cuesta, ha dejado mucho más luto en el país, que cualquier otro trayecto vial considerado peligroso.


- julio 28, 2022
- 07:49 AM
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Al menos una vez al año, creyentes evangélicos van al Norte de Estelí, exactamente al kilómetro 167 de la Carretera Panamericana, para orar por quienes transitan una peligrosa pendiente que comienza en ese punto y finaliza en el 171. Es la cuesta La Cucamonga, un temido trayecto de cuatro kilómetros donde decenas de conductores y pasajeros han perdido la vida en Nicaragua.
“Lamentablemente ha sido una tumba, es un paso terrible si no se maneja como es”, dice Víctor Méndez, un miembro de la iglesia Ministerio Cristo Viene que la noche de este miércoles, estuvo en el lugar donde 16 personas murieron, uniéndose a una larga lista de tragedias ocurridas en ese tramo. "Fui a ayudar, eso fue horrible", cuenta.
La cuesta, que forma parte de un trayecto de la vía Panamericana, del departamento de Estelí, es un lugar de alta peligrosidad para quienes la transitan. La Policía Orteguista ha impulsado en años pasados campañas para informar que en la zona se debe manejar con precaución, a las que se han unido iglesias evangélicas y católicas, y ciudadanos a quienes la tragedia los estremeció.
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Entre una decena de tragedias ocurridas en el lugar, se cuenta la muerte del alcalde de El Jícaro, Nueva Segovia, quien se volcó cuando viajaba en su camioneta con siete funcionarios de la comuna. Ninguno sobrevivió. El accidente ocurrió en febrero de 2006. La camioneta en la que viajaban los comunales se estrelló con una rastra que bajaba en apuros la pendiente por fallas en sus frenos.
LA CUCAMONGA, UNA CUESTA DE CURVAS CERRADAS Y ABISMOS
La Cucamonga es una cuesta inclinada y con curvas cerradas. Tiene por un lado imponentes cerros, mientras al otro extremo, abismos, adonde han ido parar los vehículos que se accidentan, la mayoría de veces con saldos mortales.

Los accidentes de tránsito en la zona urbana de Estelí dejaron el año pasado 35 fallecidos y más de dos tragedias viales en la peligrosa pendiente que elevaron los números a cifras cercanas a las ocurridas en 2017, que ese año registró 41 decesos trágicos.
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En este departamento, la especialidad de Tránsito considera que las víctimas mortales en ese trayecto representan el diez por ciento de las muertes de todo el departamento de Estelí y que la cuesta, ha dejado mucho más luto en el país, que en cualquier otro trayecto vial considerado de alto peligro.
"LOS CONDUCTORES SE CONFÍAN DE LA CUCAMONGA"
“Bajar La Cucamonga requiere de pericia, hay que saber”, dice un conductor de bus que hace la ruta Estelí-Managua. “El peor enemigo de la vida en ese trayecto es la velocidad, perdés el control y vas a parar al abismo, como pasó ahorita con ese bus”, agregó el conductor con 15 años de experiencia en unidades de transporte colectivo.
Alarmados por los frecuentes accidentes mortales en La Cucamonga, en 2014 la Policía de Tránsito de Estelí informó que los accidentes ocurridos en el tramo se debía en primer lugar a la falta de pericia de los conductores y a desperfectos mecánicos de los automotores como segunda causa.
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“El tramo cumple con todos los rigores y estándares establecidos para las carreteras”, dijo entonces el comisionado Noé Díaz, jefe de la dependencia policial. Explicó que algunos conductores bajaban a exceso de velocidad el trayecto "en un exceso de confianza".
Sea falta de pericia, desperfectos mecánicos o una zona que no cumple con las condiciones para ser carretera, lo cierto es que la Cucamonga se ha convertido en un cuesta de terror que ha enlutado el país sin que cese la accidentalidad.