Estadounidense acusado de delitos sexuales contra niños y niñas fue deportado sin ser procesado

Un ciudadano estadounidense, acusado en Managua de delitos sexuales contra niños, niñas y adolescentes fue deportado de Nicaragua sin enfrentar juicio.

Michel John Moothart, de 71 años de edad, fue capturado por la Policía en abril de este año, tras descubrirse que mediante regalías y dinero reclutaba niños y niñas para luego agredirlos sexualmente y obligarlos a ver pornografía.

El extranjero fue acusado en los juzgados de Managua por los delitos de explotación sexual, pornografía, acto sexual con adolescentes mediante pago y violación agravada.

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Sin embargo, el pasado 7 de octubre, la jueza Quinto de Distrito Especializado en Violencia de Managua, Henryette Casco Batres, anunció que ya no era posible que Moothart sea procesado en Nicaragua, “debido a que, según informe emitido por el director del Sistema Penitenciario de Tipitapa, fue deportado el 24 de junio del 2022 a su país de origen”, explicó la judicial.

LOS HECHOS

El estadounidense vivió en la ciudad de León desde finales del año 2016 hasta abril pasado, período en el cual cambió de domicilio en cuatro ocasiones.

Entre sus víctimas se encuentran tres hermanitos: un niño que tenía cinco años de edad cuando empezó a ser agredido sexualmente por el extranjero, y sus dos hermanitas, las cuales fueron ultrajadas por el estadounidense desde que tenían 7 y 9 años respectivamente.

Según la acusación de la Fiscalía, cuando llegó a León, el acusado conoció a la mamá de los tres hermanitos.

En enero del 2017, el extranjero convenció a la mujer para que las niñas se fueran a vivir con él a cambio de dinero y regalías.

Al tenerlas alojadas en la casa donde habitaba, comenzó a agredirlas sexualmente y, aunque la madre tenía conocimiento de los hechos, siguió dejándolas en manos del extranjero a cambio siempre de beneficios económicos.

Ese mismo año el extranjero logró convencer con engaños al papá de una niña de 7 años de edad, prima de las hermanitas, para que también se la dejara en la casa con el argumento de que le ayudaría con los gastos del colegio.

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Sin embargo, detalla la Fiscalía, el verdadero interés era agredir sexualmente a la niña. Junto a sus primitas, las sometía a vejámenes y las obligaba a ver videos para adultos en una computadora y para silenciarlas le daba dinero, regalos y las amenazaba con hacerle daño a sus familiares si contaban lo que él las obligaba a hacer.

No bastándole, también le pidió, a mediados del 2018, a la madre de los tres hermanos que le dejara ocasionalmente a su pequeño hijo, para incluirlo entre sus víctimas, añade la acusación de la Fiscalía.

Cansadas de las agresiones sexuales, las hermanitas fueron donde su mamá a pedirle ayuda, pero, según la acusación ella les respondió “que se tenían que dejar” y tras pegarles con una faja y las manos, se las llevó nuevamente a la casa donde estaba viviendo el extranjero.

A inicios de febrero del 2021, la Policía y la Fiscalía se percataron que en la casa del estadounidense se encontraba viviendo una niña y procedieron a rescatarla al constatar que no tenían ningún vínculo familiar.

El calvario que vivían las niñas y el niño quedó al descubierto cuando la hermanita mayor le contó a su abuelita lo que estaba pasando.

La madre de los tres hermanitos fue acusada por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual agravado y el 7 de octubre la jueza Casco Batres la sentenció a 19 años de cárcel, luego que la acusada admitió los hechos.