Madres en huelga de hambre claman por agua y Edwin Román pide comida

Diez mujeres en huelga de hambre en el templo San Miguel, de Masaya, urgen medicina, suero y agua. El padre Edwin Román demanda hielo para insulina y alimentos para los que no están en huelga.

La parroquia San Miguel Arcángel, de Masaya, es quizás en este momento el sitio más vigilado de Nicaragua. Decenas de antimotines mantienen rodeado el templo que alberga a 10 mujeres en huelga de hambre exigiendo la libertad de sus familiares, presos políticos del régimen de Daniel Ortega.

El paso vehicular ha sido bloqueado unos 200 metros a la redonda, el servicio de energía eléctrica y agua potable continúa suspendido. Edwin Román, el párroco que las acompaña clama por alimentos y las mujeres solo piden agua y medicina. La Policía no deja que nadie se acerque. 

A más de 48 horas desde el inicio de la huelga de hambre, la situación de las mujeres en huelga de hambre ha ido desmejorando. En el interior del templo también está la abogada y defensora de derechos humanos Yonarqui Martínez, quien llegó de visita el jueves y quedó atrapada en el templo porque la policía ya no la dejó salir.  

El padre Edwin Román, un diabético de 59 años y las 10 mujeres en protesta, pese a las condiciones inhumanas a las que están siendo sometidos por las autoridades, han acordado no abandonar el templo. Por el contrario, piden agua y medicina porque quieren continuar su protesta, orando y demandando la libertad para todos los presos políticos del régimen de Daniel Ortega.  

“He amanecido con bastante dolor de cabeza, me siento deshidratado porque ya llevo dos días sin alimentos y sin agua”, dijo el párroco en un audio divulgado a medios de comunicación.  

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La abogada Yonarqui Martínez explica que la situación de salud del sacerdote ha desmejorado por el encierro.  

“El padre ha estado deshidratado, con dolores de cabeza, hoy en la mañana presentó mareo, se puso algo de insulina y pudo restablecerse un poco. No tenemos hielo para la insulina, no tenemos suero oral, nos hacen falta pastillas para el dolor. Estamos sin agua y sin luz, rodeados de policías y no dejan pasar a nadie”, explica la defensora de derechos humanos. 

La situación es dramática. Unas mujeres han dormido en el suelo del templo, otras en las bancas, la carga de los teléfonos se agota y tampoco hay medicina. La población de Masaya, sacerdotes y organismos de derechos humanos han tratado de llevar productos de primera necesidad a quienes se encuentran en la parroquia, pero la Policía Orteguista no deja que nadie se acerque.  

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“Ya casi no hay carga en los teléfonos, hemos estado cargando en el carro del padre, pero la batería también está por agotarse”, detalló la abogada.

Monseñor Silvio José Báez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, detalló las peticiones más elementales de las personas en protesta y del padre Edwin Román.  

Las mujeres en huelga de hambre: Karen Lacayo, Luisa Guevara, Jackeling Díaz Tinoco, Rosa Membreño, Ana Mejía, Xiomara Saavedra, Martha Alvarado, Heysell Palacios y Flor Vargas.