Kevin Monzón, el tiktoker nicaragüense que no se cansa de denunciar a la dictadura Ortega-Murillo
El tiktoker Kevin Monzón fue apresado al menos tres veces. Debido al asedio policial se vio forzado al exilio desde donde sigue denunciando las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua


- marzo 05, 2023
- 02:43 AM
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Kevin Monzón todos los viernes desde hace unos cuatro meses se pone el uniforme azul con el que visten a los presos, se coloca bridas en las manos, se pinta marcas de golpes en la cara para representar los ataques a que son sometidos las personas detenidas por razones políticas y se dirige hasta al Consulado de Nicaragua en Miami, Estados Unidos.
Escogió ese lugar para su protesta porque lo considera la “ratonera donde están los cómplices del genocidio que comete Ortega” en el país y para continuar la lucha que inició en el 2018, ahora desde el exilio.
“Nos ponemos allí (en el Consulado) para que la gente mire, que nos escuche que en Nicaragua aún sigue la represión, el hostigamiento, la represión contra el pueblo”, comenta el joven tiktoker que llegó a Estados Unidos hace unos seis meses aproximadamente.
Cuando recorre las calles vestido con el traje azul de preso, dice que hay personas que se detienen y le preguntan qué pasa en Nicaragua. “Les cuento que todavía hay unos 37 presos políticos y un sacerdote detenido injustamente por denunciar las violaciones de derechos humanos que se cometen en Nicaragua”, dice.
El sacerdote a quien se refiere Monzón es el obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, condenado a más de 26 años de cárcel luego que se negará a ser desterrado junto a otros 222 presos políticos.
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También les cuenta que hay más de 355 madres que todavía lloran a sus hijos muertos en las protestas de abril del 2018, miles de exiliados, la falta de justicia y un estado policial para reprimir al pueblo inconforme.
“Aquí yo me desahogo, todos los días grito por Nicaragua, le digo a la gente que no se olviden de Nicaragua y ayuden a los que vienen llegando”, cuenta vía telefónica a DESPACHO 505.
IRÁ AL CLÁSICO DE BEISBOL Y DENUNCIARÁ ATROPELLOS
Monzón dice su próximo escenario de protesta será clásico de beisbol que se llevará a cabo del 8 al 21 de marzo en dos ciudades de Estados Unidos, una de ellas Miami. El toktoker tiene planificado gritar por los presos políticos y pedir por la liberación de monseñor Álvarez.
"Si se nos da la oportunidad de meter fotografías vamos a hacerlo. Vamos a denunciar las violaciones a los derechos humanos ya que van a estar personas de muchos países", expresa el muchacho.
El joven cuenta que cuando llegó a Estados Unidos estuvo varios días en situación de calle. Pasó hambre. Encontró apoyo en la Defensoría Nicaragüense de los Derechos Humanos y también encontró personas que le tendieron la mano brindándole techo.
Ahora tiene trabajo en Estados Unidos y puede ayudar a su familia en Nicaragua, aunque confiesa que el exilio es difícil, sobre todo cuando no se cuenta con apoyo cuando se llega a un país extraño, como en su caso.

"NO SALÍ HUYENDO, SALÍ PARA RESGUARDAR MI VIDA"
Antes de las protestas del abril del 2018, Kevin Monzón salía todos los días a trabajar al mercado Oriental, para contribuir en su hogar. Pero en medio de la revuelta ciudadana comenzó a utilizar las redes sociales para criticar al régimen de los Ortega-Murillo, y sus críticas molestaron a la pareja presidencial.
Sus opiniones en Tik Tok le costaron amenazas, allanamientos, asedios, cárcel y exilio. En septiembre del 2021, luego que policías armados se presentaron a su vivienda decidió abandonar Nicaragua y cruzar la frontera sur, con destino a Costa Rica.
“No salí huyendo, salí para resguardar mi vida”, cuenta el joven que ahora tiene unos 22 años.
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El hostigamiento y asedio contra el tiktoker de parte de la Policía se dio a pesar de contar con medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), quien, en febrero del 2021, ya que consideró que el joven y su familia se encontraban en una situación de “grave riesgo”.
Monzón ha estado preso al menos en tres ocasiones, la primera vez fue en agosto del 2019, lo mantuvieron en prisión durante siete días en las celdas de El Chipote. La segunda vez fue a finales de julio del 2020 acusado de amenazas con arma, pero la denuncia no prosperó y fue declarado no culpable. La última vez fue a mediados de diciembre del 2020, el encarcelamiento unos al menos siete días.