Llanto y tristeza de las hermanas Dominicas de la Anunciata por la expulsión de Nicaragua
Las hermanas Dominicas de la Anunciata lloraron por la maldad del régimen Ortega Murillo que ordenó su expulsión del país. Tanto el asilo como el colegio habían sido entregados al régimen para que lo administrara el Ministerio de la Familia y de Educación, ya que pensaban quedarse en Nicaragua


- abril 12, 2023
- 11:22 PM
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El asilo de ancianos López Carazo, ubicado en Rivas, estaba hasta hace poco bajo la responsabilidad de cuatro hermanas de la congregación Dominicas de la Anunciata, entre ellas dos costarricenses, Isabel y Rosario Cecilia Blanco Cubillo, y una guatemalteca de nombre Teresa.
Las hermanas costarricenses tenían casi 50 años "llevando ese asilo con un gran aprecio, con un gran amor, con una gran dedicación a los enfermos y a los ancianos", afirma a DESPACHO 505 un sacerdote de la misma orden de las monjas.
Este martes, de manera sorpresiva, las hermanas recibieron una notificación del régimen Ortega Murillo en el que les dieron 72 horas para salir de Nicaragua.
Personas que estaban con las hermanas las vieron que primero se asustaron al leer que estaban siendo expulsadas del país, pero luego rompieron a llorar desconsoladamente y el resto del día lo pasaron muy tristes.
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El sacerdote dominico cuenta que las cuatro religiosas son todas ya mayores y una de ellas, la guatemalteca Teresa, está muy enferma.
CRISIS ECONÓMICA EN EL ASILO
Para las hermanas ya era muy difícil asumir responsablemente el cuido del asilo y más con la crisis económica del país, por lo cual era más complicado en los últimos años conseguir ayuda para dar de comer a los ancianos y para los gastos del hogar de ancianos.
Por esa razón, las hermanas dominicas ya habían entregado el asilo al Ministerio de la Familia, para que el gobierno se hiciera cargo del mismo.
Las religiosas, que además tenían un colegio a la par del asilo, se retiraron a una casa que ellas construyeron con sus propios recursos y esfuerzos, porque querían quedarse en Nicaragua.
Ese sueño se les desvaneció cuando recibieron el ultimátum de las autoridades de migración del orteguismo.
"Me parece que es un gran grave error por parte del régimen dar a las hermanas 72 horas para salir del país. Y en qué condiciones salen. Me parece inhumano, irrespetuoso. Es una falta de sensibilidad humana. Ahí está la maldad de lo que ha pasado en el asilo López Carazo", indicó el sacerdote dominico.
YA EN COSTA RICA
La hermana Rosario Cecilia Blanco Cubillo cruzó la frontera de Peñas Blancas este miércoles por la tarde, en una silla de ruedas, junto a su hermana Isabel, y fueron recibidas por su hermana de sangre Violeta Blanco Cubillo.
La hermana guatemalteca, Teresa, aún está en Nicaragua porque se encuentra en cama.
El Hogar de Ancianos López Carazo existe desde los años 1940 y tuvo su origen en la fortuna de un próspero comerciante y filántropo nacido en la ciudad de Rivas, de nombre Rosendo López Carazo.
Rosendo López Carazo murió soltero y su fortuna la heredó a sus hermanas Rosario y Susana López Carazo, quienes con parte de ese dinero fundaron el asilo López Carazo en una propiedad de la familia de 40 manzanas, la hacienda Rosario, en las inmediaciones de la ciudad de Rivas.
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Las hermanas López Carazo encomendaron a su primo Evaristo Carazo Hurtado para que construyera el asilo que serviría para ancianos y huérfanos de ambos sexos.
FILANTROPÍA
Las hermanas Rosario y Susana López Carazo también financiaron el instituto de Rivas, el cual por eso se llama Instituto Nacional Rosendo López, porque fue construido con dinero que heredó Rosendo López Carazo.
A la par del asilo, construyeron un colegio, el cual inicialmente se llamó Santa Susana, pero ahora se llama Colegio Susana López Carazo, en donde han estudiado niños y jóvenes de escasos recursos.
Para la manutención del asilo, las hermanas Rosario y Susana López Carazo habían dejado ganadería para que generaran beneficios. Además de algunas propiedades en Managua para que se rentaran y también generaran beneficios. Pero el terremoto de 1972 botó esas casas y se tuvo que crear una junta para que consiguiera fondos.
Evaristo Carazo Hurtado, quien regentaba el asilo, murió en 1951, y luego el asilo comenzó a ser dirigido por las hermanas dominicas. Tanto el asilo como el colegio están ahora en manos del gobierno.