La Unión Europea insiste en una solución democrática, pacífica y negociada a la crisis en Nicaragua
En este “triste aniversario” del inicio de la Rebelión de Abril, la UE condena la “represión sistémica” que sigue sufriendo el pueblo de Nicaragua.


- abril 18, 2023
- 02:42 AM
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La Unión Europea reiteró este martes su disposición de “apoyar una solución democrática, pacífica y negociada de la prolongada crisis política de Nicaragua” cuando se cumplen cinco años del inicio de la Rebelión de Abril contra el régimen de Daniel Ortega.
Han pasado cinco años desde que miles de ciudadanos nicaragüenses salieron a las calles para expresar su legítima demanda de derechos humanos, en particular derechos civiles y políticos, y del retorno de la democracia.
“En lugar de hacer oír y respetar sus demandas, el pueblo de Nicaragua se enfrenta desde entonces a una represión sistémica”, recordó el portavoz de Exteriores de la Unión Europea, Peter Stano, en una declaración.
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PIDE LIBERTAD PARA LOS PRESOS POLÍTICOS
La Unión Europea ha condenado sistemáticamente esta represión, pidiendo en repetidas ocasiones la liberación de todos los presos políticos, el pleno restablecimiento del Estado de Derecho, así como el regreso de las organizaciones internacionales de derechos humanos al país.
Actualmente, la dictadura tiene más de 40 presos políticos, incluido monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa condenado a 26 años de cárcel por supuesta traición a la patria.
Además, la Unión Europea ha animado periódicamente al régimen de Daniel Ortega a “entablar un diálogo auténtico e integrador con el pueblo nicaragüense sobre sus legítimas reivindicaciones”.
“En este triste aniversario, la UE confirma su disposición a apoyar todos los esfuerzos encaminados a una solución democrática, pacífica y negociada de la prolongada crisis política de Nicaragua”, insistió el bloque.
El 18 de abril de 2018 comenzaron una serie de manifestaciones en las que miles de nicaragüenses saldrían a las calles a protestar por unas controvertidas reformas a la seguridad social, que luego se convirtieron en una exigencia de renuncia del dictador Daniel Ortega tras responder con la fuerza.
La represión a las protestas dejó al menos 355 muertos, según datos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos nicaragüenses elevan la cifra a 684, mientras que Ortega reconoce que fueron “más de 300” y, sin presentar pruebas, mantiene que se trató de un intento de golpe de Estado.