España nacionalizará a 14 nicaragüenses más declarados apátridas por Ortega

El Gobierno de España concederá este jueves la nacionalidad española a otros 14 nicaragüenses víctimas de la represión de la dictadura de Daniel Ortega.

En el grupo figuran 13 de los 222 presos políticos que el pasado febrero fueron desterrados a Estados Unidos, según adelantó esta mañana el Ministerio de Asuntos Exteriores, Jose Manuel Albares, al diario español El Mundo.

El Gobierno que lidera el socialista Pedro Sánchez, también ha decidido conceder nacionalidad a la esposa del escritor Sergio Ramírez Mercado, Gertrudis Guerrero Mayorga, quien le acompaña en el exilio.

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La información del medio español indica que la medida será aprobada por el Consejo de Ministros y que los beneficiados son todos presos políticos a los que Daniel Ortega excarceló y deportó a Estados Unidos, y a los cuales España les ofreció otorgarles todos los documentos legales que les permitan gozar de sus derechos como ciudadanos que la dictadura les ha arrebatado.

El ministro de Asuntos Exteriores español ya gestionó la entrega de el pasaporte español a un primer grupo de 94 nicaragüenses que fueron desnacionalizados por Ortega, pero que no son parte de los 222 desterrados, entre ellos a los escritores Gioconda Belli y Sergio Ramírez.

LOS BENEFICIADOS

Todavía se desconoce la lista oficial de los 14 nicaragüenses que serán beneficiados con la nacionalidad española. El exaspirante a la Presidencia y parte de los reos políticos desterrados, Félix Maradiaga, indicó que esta información se conocerá en la tarde en Washington.

ENCUENTRO EN WASHINGTON

El diario El Mundo también adelanta que Albares tiene previsto un encuentro con un grupo de nicaragüenses expatriados por Ortega, a los que recibirá en la embajada española en Washington.

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De esa forma España confirma su compromiso con los presos políticos de Ortega. La concesión de nacionalidad a todos estos ciudadanos se hace por carta de naturaleza, un trámite excepcional y mucho más rápido que los cauces habituales, que evita que estas personas prolonguen su situación de apátridas durante mucho tiempo, afirma El Mundo.