La dictadura sentencia a ocho años de cárcel al periodista Víctor Ticay
La judicial consideró que Ticay atentó conta la paz y la estabilidad el país y le impuso una condena de ocho años de cárcel por los supuestos delitos traición a la patria y propagación de noticias falsas.


- agosto 16, 2023
- 06:21 AM
- Despacho 505
- Copyright Despacho 505
La justicia orteguista condenó a ocho años de cárcel al periodista Víctor Ticay por los supuestos delitos de “propagación de noticias falsas” y “menoscabo a la integridad nacional” o traición a la patria.
Ticay fue apresado en abril de este año por brindar cobertura periodística a la procesión que realizaron ciudadanos en Nandaime, Granada, para conmemorar la danza de los Chinegros en la Semana Santa.
LEA MÁS: La UCA confirma la acusación de terrorismo y la confiscación de sus bienes
El periodista fue condenado el 9 de junio en un proceso a puertas cerradas y sin la asistencia de un abogado, después de dos meses y un día de haber sido secuestrado por el régimen de Daniel Ortega. Al finalizar el juicio, a sus familiares les informaron que fue sentenciado por supuestos ciberdelitos y a traición a la patria.
Al comunicador le habían negado defensor privado y le impusieron uno de oficio, considerado pro-régimen. Durante la audiencia, la Fiscalía había convocado como testigos a al menos dos policías y varios fanáticos del régimen que dijeron ante el juez que el comunicador divulgó en Semana Santa videos que “amenazaron la paz y la estabilidad de las familias nicaragüenses”.
QUIÉN ES VÍCTOR TICAY
Víctor Ticay Ruiz sorprendió a su familia cuando dijo que quería ser periodista. Nadie puede explicar de dónde sacó una idea como esa un chavalo que poco conocía, más allá de los postreros y las huertas de Nandarola. Pero se les plantó con que eso quería hacer de su vida.
Los hermanos mayores venían de sueños truncados del mundo de los libros, los cuadernos y el uniforme, no porque no tuvieran la capacidad intelectual, sino porque carecían de recursos económicos para invertirlo en educación, un problema de miles en las zonas rurales de Nicaragua. “En el campo, hablar de la universidad es hablar de algo difícil, es dinero y eso no había, había que arar la tierra primero para comer”, explica un familiar.
Hace apenas ocho años, a finales de 2015, recibió su título, aunque como todo buen periodista comenzó su carrera antes de vestir la toga y recibir su diploma.
“Él nunca dudó, quería ser eso y estudió y trabajó para eso sin descanso, la verdad”, dice un excompañero de la universidad que lo recuerda como “el tipo que no vivía para otra cosa más que para estudiar y entregar trabajos en tiempo y forma”.