Paramilitares de la dictadura detienen a dos sacerdotes de la Diócesis de Estelí
Civiles armados secuestraros a los sacerdotes de Iván Centeno de Jalapa y Julio Ricardo Norori de San Juan de Río Coco
La dictadura de Daniel Ortega ordenó la detención de otros dos sacerdotes de la Iglesia católica de Nicaragua este domingo 1 de octubre. Se trata de los padres Iván Centeno y Julio Norori, ambos miembros de la Diócesis de Estelí que estaba a cargo del obispo Rolando Álvarez, condenado a más de 26 años de cárcel y encerrado en una celda de castigo del penal de máxima seguridad del país desde febrero.
Los religiosos fueron detenidos por civiles armados que operan al mando de la dictadura desde 2018. Según testigos, ambos fueron sacados de sus iglesias y trasladados en camionetas con rumbo desconocido.
El sacerdote Iván Centeno pertenece a la parroquia Inmaculada Concepción de María, de Jalapa, Nueva Segovia; mientras que el padre Julio Ricardo Norori, es de la parroquia San Juan Evangelista de San Juan del Río Coco, Madriz.
Aunque en redes sociales se informó que el padre Erick Ramírez de la iglesia Cristo Rey Telpaneca también había sido detenido, en la cuenta de Facebook de esa Iglesia aclararon que "se encuentra en perfectas condiciones en la parroquia".
MONSEÑOR BÁEZ DENUNCIA "FEROZ PERSECUCIÓN"
En cambio, en la cuenta de Facebook de la parroqua San Juan Evangelista los administradores publicaron un mensaje pidiendo “oraciones por nuestra parroquia y nuestros sacerdotes”, sin referirse directamente al secuestro del su religioso.
"Continúa la feroz persecución contra la Iglesia Católica. Pido a la Iglesia en el mundo entero sus oraciones por Nicaragua y por nuestra Iglesia perseguida" denunció el obispo auxiliar de Managua, Monseñor Silvio Báez.
La investigadora Martha Patricia Molina también alertó de esta nueva agresión lanzando una alerta de una "Noche de cuchillos largos para la Iglesia católica de Nicaragua".
El pasado 8 de septiembre el sacerdote Osman José Amador de la Diócesis de Estelí y exdirector de la organización Cáritas Estelí, fue detenido sin que hasta la fecha se informe de los motivos de la detención.
Amador fue el octavo religioso privado de libertad en Nicaragua, entre ellos monseñor Rolando Álvarez, “quien se encontraría en condiciones deplorables de detención, incomunicado y con afectaciones a su salud, como quedó evidenciado en la visita de sus familiares el pasado 25 de marzo”, denunció a mediados de septiembre la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
CESAR ATAQUES CONTRA LA IGLESIA
La CIDH pidió a Ortega “cesar las afectaciones a la libertad religiosa, la persecución a la Iglesia católica y liberar a todas las personas privadas arbitrariamente de su libertad”, incluidos los sacerdotes.
El llamado del organismo interamericano se elevó ante los constantes ataques contra la Iglesia católica y sus integrantes de parte de la dictadura. La CIDH ha conocido de hechos consistentes en la detención arbitraria, encarcelamiento y expulsión del país de sacerdotes y religiosas sin garantizar el debido proceso, así como la expropiación de sus bienes.
Parte de estas acciones se han amparado en una investigación por suuestos hechos ilícitos vinculados con lavado de activos y “traición a la Patria” que llevó a las autoridades del régimen a congelar las cuentas de la Iglesia, liquidar sus organizaciones sin fines de lucro y apropiarse de todos sus bienes.
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