La Policía Orteguista secuestra a sacerdote de Jinotega, el tercero en las últimas horas

La Policía Orteguista secuestró la noche de este domingo al padre Cristóbal Gadea párroco de la Iglesia Nuestra Señora de la Merced, ubicada en el municipio de El Cuá, Jinotega.

Se desconocen las causas de la detención, pero Gadea es el tercer religioso capturado en las últimas horas en Nicaragua. Este domingo también fue denunciada la captura de los sacerdotes Iván Centeno y Julio Norori, ambos miembros de la Diócesis de Estelí que estaba a cargo del obispo Rolando Álvarez, condenado a más de 26 años de cárcel y encerrado en una celda de castigo del penal de máxima seguridad del país desde febrero.

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La investigadora y abogada Martha Molina denunció que "paramilitares y policías iniciaron una operación de intimidación y secuestro en contra de los sacerdotes y feligresía".

"Hay tres sacerdotes secuestrados. Al menos 5 fueron “visitados” los llevaron, amenazaron y los regresaron. En la Diócesis de León también hubo intimidación de la Policía. Hoy me confirmaron además el secuestro del padre Cristóbal Gadea, párroco de El Cuá en Jinotega. El padre Gadea estuvo en 2019 exponiendo en España la situación difícil de la Iglesia en Nicaragua", manifestó la investigadora.

"EL CLERO NICARAGÜENSE SIGUE INDEFENSO" SEÑALA SACERDOTE EXILIADO

El padre Erick Díaz quien tuvo que exiliarse en agosto del año pasado debido a la represión y hostigamiento de parte del régimen denunció en sus redes sociales que continúa la represión del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la Iglesia católica de Nicaragua.

Sobre la detención del padre Gadea manifestó que según testigos el religioso fue sacado a altas horas de la noche de la casa cural de El Cuá, la cual pertenece a la Diócesis de Jinotega a cargo de, monseñor Enrique Herrera, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN). 

“El clero nicaragüense sigue indefenso. Muchos viven en la incertidumbre. Las comunidades cristianas viven aterrorizadas”, advirtió el padre Díaz, en sus redes sociales.,

Señaló que los nicaragüenses que profesan la fe cristiana tienen una “mordaza” ya que la dictadura “vigila los pasos de las personas por sus mismos servidores leales a ellos”.

“Vigilan los templos, graban y fotografían cada movimiento de los sacerdotes. Es una situación agravante. Unidos en oración”, pidió el sacerdote Díaz.

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La Conferencia Episcopal de Nicaragua no se ha pronunciado sobre las detenciones de las últimas horas.

También ya se venció el plazo de 90 días que tenía la Policía Orteguista para realizar una investigación contra diferentes Diócesis de Nicaragua señaladas de supuesto “lavado de dinero”.

Pero la Policía no ha explicado si existe una acusación formal contra la Iglesia católica cuyas cuentas fueron bloqueadas y dos sacerdotes de la Diócesis de Estelí que fueron enviados a una casa de formación en Managua en el marco de esa investigación, continúan encerrados.