La Policía Orteguista ignora denuncias por agresiones, amenazas y discriminación hacia las personas LGBTI en Nicaragua

Hay denuncias de expulsiones de negocios, amenazas de muerte en los barrios o palizas callejeras principalmente contra las mujeres trans.

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  • noviembre 14, 2023
  • 08:00 AM

Un hombre gay discriminado en un centro de salud de Villa El Carmen, Managua, sin la intervención de las autoridades; una mujer lesbiana expulsada de un bar en Chinandega; o la brutal agresión física contra un grupo de mujeres trans en Matere cuya denuncia ha sido ignorada por la Policía, “evidencian la falta de instituciones comprometidas con la protección de los derechos humanos” en Nicaragua.  

Así lo denuncia en su último informe el Observatorio de violaciones a derechos humanos de personas LGTBIQ+ en Nicaragua, que ha documentado y sistematizado 34 agresiones contra lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, intersexuales y personas no binarias en Nicaragua. Destacan al menos tres crímenes de odio, el asesinato de dos mujeres trans y un joven homosexual.  

En el último trimestre, entre julio y agosto pasado, fueron documentados 14 casos de violencia física, sexual, institucional, laboral, discriminación, robo con violencia y amenazas de muerte.  

Las mujeres trans son las principales víctimas de esta violencia. Una de ellas denunció la agresión recibida por parte de un motorizado en la ciudad de Ocotal, Nueva Segovia. 

Otro grupo de mujeres trans denunció la agresión grupal vivida en Mateare. Un día, ante la escasez de transporte que pudiera llevarlas a sus casas, las decidieron caminar. En el camino encontraron a un grupo de cinco hombres que les pidieron dinero para comprar una botella de licor, ante su negativa los hombres las persiguieron y agredieron: “a mí me agarraron dos, me golpeaban como si fuera una piñata, me reventaron la nariz, la boca, solo les pedía que no me mataran, yo sentía que ya me enterraban algo”, dijo una de las denunciantes.  

El caso fue denunciado en la estación policial del municipio de Mateare, pero hasta el momento no ha habido mayores avances en la investigación. 

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Otra mujer trans fue agredida y amenazada por un vecino en el barrio Camilo Ortega, de Managua. La víctima relató que en varias ocasiones ha sido agredida verbalmente por su vecino con quien no tiene ningún vínculo: “Siempre me dice que, si pudiera, me volaría la cabeza”. En una ocasión se encontró con el agresor y la quiso golpear, ella agarró una piedra para defenderse y él sacó un tubo de la bicicleta y comenzó a golpearla mientras le gritaba “te voy a desbaratar la cabeza, maricón de mierda”.  

Ha denunciado en dos ocasiones ante la policía sin obtener respuesta alguna. Asume que ello se debe a que el agresor está vinculado al partido en el gobierno. 

PASIVIDAD POLICIAL 

Según el informe elaborado por La Corriente, las víctimas de los delitos recopilados por el Observatorio “tienen suficientes motivos para desconfiar de la policía y otras instituciones, tomando en cuenta la indolencia, la falta de empatía y la complicidad que muestran frente a los actos de violencia y discriminación perpetrados”. 

Las víctimas de estas agresiones y actos de discriminación muchas veces no cuentan con el apoyo de familiares, amistades o redes comunitarias para responder a las agresiones.  

“Los reportes nos dicen que en la mayoría de los casos son ellas- las víctimas- enfrentándose a los agresores que actúan con total impunidad, más aún, si son cercanos a las estructuras partidarias que controlan a todas las instituciones”, señalan.

Los datos son un subregistro, pues la mayoría de las víctimas no denuncia por temor al rechazo, burlas o discriminación, incluso en las instituciones públicas.  

Las personas LGBTI+ no siempre denuncian agresiones en su contra porque no son tomados en serio por las autoridades policiales, lo que los convierte en personas vulnerables ante la violencia. 

“En nuestro Código Penal existe el delito de discriminación, pero si una persona de la diversidad va a interponer alguna denuncia, la denuncia no es captada, porque es gay, es lesbiana, “porque anda en la calle”, que “toma licor”, entonces, no es bien visto en la Policía”, dice un activista nicaragüense que pide omitir su nombre.

Las denuncias son recopiladas a través del correo [email protected]

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