La dictadura secuestra al padre Héctor Treminio párroco de la iglesia Santo Cristo de Esquipulas en Managua
El padre Héctor Treminio fue trasladado en un vehículo particular con rumbo desconocido, es el segundo religioso católico detenido en las últimas horas como parte de la nueva arremetida contra la iglesia católica en Nicaragua
La dictadura Ortega-Murillo secuestró esta tarde al padre Héctor Treminio, párroco de la parroquia Santo Cristo de Esquipulas en Managua, denunciaron pobladores de esa comunidad.
El padre Treminio en agosto de 2020 dijo que “…pueden quemar nuestros sagrarios, pueden quemar nuestros templos, pero nuestra fe siempre estará en ese Dios invisible…”.
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Testigos informaron que el padre Treminio fue subido a un carro Yaris con rumbo desconocido. El secuestro del religioso ocurrió a las 5:40 de la tarde de este jueves. La Policía Orteguista le informó al sacerdote que lo trasladaban para realizarle una entrevista, pero en la zona quedó una patrulla en los alrededores de la parroquia.
Treminio sería el segundo sacerdote secuestrado en Managua en menos de 24 horas, después de que el régimen arrestaran al vicario general de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Carlos Avilés, en una nueva arremetida del régimen contra la iglesia católica.
EL PUEBLO MURIÉNDOSE DE HAMBRE
El padre Héctor Treminio criticó al régimen Ortega-Murillo en agosto de 2020 y denunció la miseria en la que Ortega ha sumido a los nicaragüenses desde que el líder sandinista retornó al poder en el 2007.
"Construyen grandes edificios que valen 30 millones, 24 millones y pueblo muriéndose de hambre. El pueblo sediento de pan", señaló el padre Treminio en agosto del 2020.
Agregó que "la fe nadie te la arrebata. La fe tiene que ser cada día, aunque probada, pero más fuerte".
La investigadora Martha Patricia Molina confirmó que "policías y paramilitares secuestraron al sacerdote Héctor Treminio". Esta es la segunda detención que realiza las autoridades del recién creado Ministerio del Interior.
Molina alertó que la vida de los religiosos corre peligro, sobre todo la vida de monseñor Avilés y exigió a la dictadura que respete su integridad física.
Con el secuestro del vicario general de la Arquidiócesis de Managua, la dictadura mantiene en las cárceles a tres jerarcas católicas: el obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez; el obispo de Siuna, Isidoro Mora; y monseñor Avilés y dos sacerdotes.
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