La dictadura de Nicaragua destierra a obispos y sacerdotes encarcelados, entre ellos monseñor Rolando Álvarez

En total fueron excarcelados y desterrados dos obispos, 15 sacerdotes y dos seminaristas. Ya están en Roma.

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  • enero 14, 2024
  • 06:04 AM

El obispo Rolando Álvarez, condenado en febrero de 2023 a más de 26 años de prisión por delitos considerados traición a la patria, fue excarcelado este domingo y enviado junto a otros 18 religiosos al Vaticano, donde ya se encuentran.

Tras una negociación discreta con la Santa Sede, la dictadura de Daniel Ortega desterró al grupo integrado por los obispos Rolando Álvarez (Matagalpa), Isidoro Mora (Siuna); 15 sacerdotes y dos seminaristas que mantenía como presos políticos, como parte de una feroz persecución que desató a finales del año pasado.

Monseñor Rolando Álvarez estaba detenido desde agosto de 2022, cuando fue sacado de la Curia Episcopal de Matagalpa y enviado a Managua a casa por cárcel. Después, fue enviado a prisión en febrero de 2023 tras negarse al destierro junto a los primeros 222 presos políticos que fueron desterrados a Estados Unidos. El obispo se negó al destierro hasta en tres ocasiones y exigía la restitución de su libertad dentro de Nicaragua. Solo una orden directa del Papa, al que debe obediencia, le haría salir del país. Finalmente ocurrió.

DICTADURA CONFIRMA EXPULSIÓN

En un comunicado, la dictadura confirmó el destierro de 19 religiosos y agradeció la gestiones de la diplomacia vaticana para garantizar el "viaje".

Además de los dos obispos fueron desterrados monseñor Carlos Avilés, monseñor Miguel Mántica, monseñor Marcos Díaz Prado y monseñor Silvio Fonseca.

También están los sacerdotes Pablo Villafranca, Héctor Treminio, Ismael Serrano, Mykel Monterrey, Gerardo José Rodríguez, Jader Hernández, Fernando Calero, Raúl Zamora, Gerardo José Rodríguez y José Gustavo Sandino Ochoa.

Entre el 1 y el 8 de enero el Papa Francisco expresó su preocupación por el encarcelamiento de sacerdotes en el país y ofreció el diálogo como una vía para resolver las diferencias.

El anterior destierro masivo de sacerdotes ocurrió el 18 de octubre de 2023, cuando la dictadura envió a Roma a 12 sacerdotes que mantenía en prisión política.

En 2023, el régimen de Daniel Ortega intensificó la persecución a la Iglesia de Nicaragua imponiendo una política de terror que incluyó la prohibición de celebraciones religiosas, expulsiones de religiosos, restricciones migratorias, exilio, amenazas e intimidación y cárcel. Según el informe Nicaragua: una iglesia perseguida, desde 2018 la Iglesia ha sufrido al menos 740 agresiones.

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