Decomisan 32 propiedades a riferos condenados por causar millonarias pérdidas al Estado y la Loto 

El juez Félix Ernesto Salmerón del Juzgado Quinto de Distrito Penal de Juicio de Managua ordenó el decomiso de 32 propiedades que pertenecían a comerciantes que realizaban rifas no autorizadas por la Lotería Nacional, que supuestamente causaron un perjuicio económico de 31 mil millones de córdobas a la empresa Loto, constituida como Soluciones Seguras S.A.  

La orden fue emitida el 24 de enero, tan solo cinco días después de haber condenado a 10 riferos a penas que oscilan entre los 18 y 26 años de cárcel por los delitos de crimen organizado, lavado de dinero, defraudación tributaria, competencia desleal, utilización ilícita de marcas y tenencia ilegal de armas. 

En total, la Fiscalía acusó a 20 riferos, pero dos imputados de nacionalidad costarricense fueron deportados a su país, tres aún no están siendo procesados y   cinco están enfrentando el proceso, entre ellos la comerciante de Managua, Luisa Amanda León, de 56 años, que fue la más afectada por la orden de decomiso.  

El juez ordenó decomisarle a Luisa Amanda diez propiedades ubicadas en diversas zonas de Managua, incluyendo fincas y casas que tenía en Las Brisas, Linda Vista, el barrio Santo Domingo, reparto Los Arcos y Santa Ana.  

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El decomiso de propiedades se realizó a petición de la Fiscalía, pese a que aún no hay una sentencia condenatoria en su contra.   

El juez a la vez ordenó decomisar una propiedad inscrita a nombre de la asociación para el Fomento de Nicaragua AFODENIC, que está ubicada en Residencial Satélite de Asososca en Managua.  

Los riferos también fueron sentenciados a pagar multas millonarias, siendo la de mayor cuantía una de 887 millones de córdobas.   

LAS OPERACIONES

Según la Fiscalía, los riferos estaban organizados en cuatro grupos que se dedicaban a la venta de rifas ilegales en diversos departamentos del país.  

Además de evadir el pago de impuestos, utilizaban el sistema de sorteo electrónico de Loto para realizar sus rifas.  

Para ampliar sus puestos de rifas, supuestamente procedieron a reclutar a personas en diversos departamentos para establecer puestos fijos en mercados, barrios y pulpería. Para quitarle los clientes a la Loto, pagaban a los ganadores entre 80 y 90 veces más el monto de lo invertido, cuyo mínimo es de 5 córdobas.  

La Loto en su rifa electrónica diaria paga 60 veces el valor de la inversión, por lo que los jugadores  preferían los otros puestos de venta.  

Las operaciones de los riferos estuvieron activas entre 2018 y 2022. Las ganancias las utilizaban para invertir en bienes y raíces, compra de vehículos, establecimientos de negocios como farmacias, tiendas de ropa y calzado y salones de belleza.