Una promesa de fe no cumplida a causa de la pandemia

Prometió acudir por el resto de su vida al Santuario de Jesús del Rescate, pero este año el coronavirus afectó el pacto de fe.

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  • abril 12, 2020
  • 07:43 AM

Prometió acudir por el resto de su vida al Santuario de Jesús del Rescate, pero este año el coronavirus afectó el pacto de fe.

Corría el año 2000 cuando Santos González Centeno visitó por primera vez el Santuario Nacional de Popuyuapa. Tenía poco tiempo de vivir en la ciudad cuando escuchó sobre el poder milagroso de Jesús del Rescate. Puso en sus manos sus tribulaciones y no tardó en llegar el alivio por el que tanto rogaba.

Santos tiene la certeza de que a partir de entonces en su vida está de por medio la intervención divina, da fe de más de un milagro.

En correspondencia, esta comerciante originaria de la ciudad de Granada, prometió que visitaría una vez año el Santuario, donde reposa la imagen de Jesús del Rescate, una de las más veneradas en Nicaragua entre los católicos.

Santos pretendía mantener su promesa de manera ininterrumpida por el resto de su vida. Y así lo hizo por diecinueve años.

No obstante, la emergencia sanitaria causada por el Covid-19, obligó a Santos a romper su tradición y redefinir el pago de su promesa. Le ha tocado seguir las festividades litúrgicas  de Semana Santa de forma remota y, de esa forma, mantener la conexión espiritual que inició hace diecinueve años. La promesa espera pagarla cuando el riesgo pase.

“Tal y como orientó la iglesia católica yo he permanecido en mi casa y  doy seguimiento a las misas del papa Francisco a través de internet o medios de comunicación, al igual que  las actividades   que se realizan a puertas cerradas en el Santuario de Popoyuapa, ya que es una manera de evitar las aglomeraciones y evitar el contagio y propagación del coronavirus”, comenta desde su casa, donde este año creó un pequeño altar.

Santos González Centeno, de 61 años, inició su devoción con Jesús del Rescate hace veinte años. Foto: Lésber Quintero / Despacho 505

EL MILAGRO Y LA FE

Santos González Centeno, de 61 años, inició su devoción con Jesús del Rescate hace veinte años,  cuando se trasladó a vivir a Rivas y se percató de que miles de devotos llegaban al Santuario de Popoyuapa a pedirle milagros y a cumplir promesas.

“Al enterarme de las maravillas de Papa Chu (Jesucristo), ese año empecé a pedirle a que me ayudara con mi hijo mayor que estaba rodando (desamparado) en Costa Rica y atravesando momentos difíciles y Jesús del Rescate, escuchó mis plegarias y desde entonces prometí llegar a pagarle promesa, pero este año, la pandemia del coronavirus rompió con mi tradición”, expresa.

Y no es el único milagro recibido, aclara la mujer. Asegura que Jesús del Rescate le “regresó la vida” a la esposa de su segundo hijo en el año 2013, quien “durante un parto perdió a su hijo y debido a las  complicaciones los médicos la desahuciaron y yo le pedí a Papa Chu, el milagro y me cumplió y hay la tenemos sana y salva”, narra.

También afirma que el Hijo de Dios “bendijo” el vientre de la esposa de su tercer hijo, a quien los médicos no le daban esperanzar de quedar embarazada.

Por eso, a pesar del coronavirus, Santos ideó agradecerle a Jesús del Rescate desde su casa, mientras la pandemia pasa y pueda ir hasta el Santuario de Popoyuapa a entregar la ofrenda correspondiente al año 2020.

“A partir del primer milagro yo todo mis problemas se los pongo en sus manos y prometí acudir  año con año a la vela de Jesús del Rescate y acompañarlo en la procesión del Viernes de Dolores”, refiere lamentando su falta debido a la pandemia.

La mujer explica que no se puede “dar el lujo” de desafiar al coronavirus ya que padece una enfermedad crónica.

Pero  para “para no pasar por desapercibida mi tradición desde mi casa estoy con Jesús del Rescate. Tengo en una mesa su imagen con una vela  y la cruz  que es la señal de salvación y que debemos adorar, respetar y venerarla”, explicó comentó.

UNA TRADICIÓN DE ANTAÑO

Miles de católicos acompañan cada año el recorrido de la imagen de Jesús del Rescate por las calles de Rivas, este año la Iglesia pospuso la procesión. Foto: Lésber Quintero / Despacho 505

La devoción por Jesús del Rescate mueve a miles de católicos para esta época. Una de las tradiciones más arraigadas es el recorrido de las llamadas carretas peregrinas. Es una tradición que data desde 1843 y que convoco a devotos de todas partes del país que motivados por la fe y en pago a favores concedidos protagonizan una romería hasta el Santuario Nacional de Jesús del Rescate, localizado al sur de la ciudad de Rivas.  

El Santuario fue construido entre 1973 y 1983 y patrimonio nacional en 2013.

Es parte de la tradición,  promovida como un atractivo turístico,  que el último el Viernes de Dolores la imagen de más de tres siglos sea llevada en procesión por las principales calles de Rivas.

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