Jamileth Chavarría, “La Bruja Mensajera” que da voz a las mujeres nicaragüenses
En 2011, La Bruja migró a España desde donde continúa empoderando a las mujeres.


- abril 21, 2020
- 10:11 AM
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En 2011, La Bruja migró a España desde donde continúa empoderando a las mujeres.
Eran los años noventa, una época de cambios políticos y de posguerra en Nicaragua. Una etapa difícil para las organizaciones civiles y más para la lucha reivindicativa de las mujeres, en medio de una predominante cultura machista.
El machismo era mayor en las regiones recónditas de Nicaragua como en el municipio de Bocana de Paiwas, en la Región Autónoma del Caribe Sur. Ahí era “normal” que los habitantes en esos años, durmieran con una arma debajo de la almohada y era común escuchar en la radio y leer en los periódicos noticias de crímenes por violencia de género.
Ante ese panorama adverso, en 1992, Jamileth Chavarría, una defensora feminista, se empodera y crea una organización feminista, campesina y rural.
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En ese entorno de inseguridad, de rivalidades políticas y de hostilidad contra las mujeres, era necesario, dice esta feminista, crear una atmósfera de distracción para su pueblo y lo hizo con el teatro.
“Nos movía la necesidad de reír, ser libres, acompañar a un pequeño pueblito y dejarles un mensaje para reflexionar”, comenta.
Así nació su personaje, “La Bruja Mensajera”, que fue una creación colectiva con el resto de mujeres, que con el tiempo se fue mejorando y personificando.
La bruja se atrevía a hablar de temas candentes y espinosos hasta convertirse en una sátira que criticada todo el sistema y aparato estatal.
“La necesidad siempre es un estímulo para hacer, para cambiar, para transformar o arriesgarse a nuevas aventuras, en ese tiempo las mujeres nos organizamos y cambiamos cosas en ese contexto machista”, asegura Chavarría.
¿Por qué una bruja como personaje?
Chavarría cuenta que en el grupo de mujeres pensaron en la bruja, porque es sabia, diversa, atrevida, rompedora, alérgica a los mandatos ya establecidos y que se revela contra lo normal, legal o correcto.
“Fue en honor a las mujeres quemadas y perseguidas por la Santa Inquisición y los conquistadores de Cristóbal Colón”, agrega.
La Bruja Mensajera también nace en contraposición a la machista Paloma Mensajera de Otto de la Rocha que se difundía en Radio Ya, y en la que la mujer era vista como un objeto sexual.
“En ese tiempo trabajamos mucho el desaprender modelos educativos y a cuestionar la música y hacer periodismo alternativo. Radio Palabra de Mujer llega a la vida del personaje en el 2002 y de ahí empezamos a hacer una denuncia pública” narra.
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La actuación de La Bruja consiste en hacer letanías, que es un rezo de oraciones y santos cómicos para cuestionar cualquier tema o sistema. En palabras de Chavarría es una herramienta de protesta que ha utilizado por más de 25 años, tiempo en el que recibido amenazas y hasta represión por parte de los poderosos, como el Frente Sandinista, partido al que integró en su momento y renunció porque sus ideales no encajaban con los derechos humanos de las mujeres.
En el 2001 en plena campaña electoral, el grupo de feministas, Casa de la Mujer de Paiwas, encabezada por Chavarría fueron agredidas por las turbas orteguistas, por haber increpado a Daniel Ortega con una manta, por violador y pactista, durante un acto de proselitismo político.
“En las culturas violentas, machistas o patriarcales las protestas o el pensamiento crítico genera malestares en todos los sentidos, pero cuando estoy dentro del personaje no pienso o no pensaba en las amenazas o en los malestares” afirma.
Desde el 2011, reside en Madrid. Por circunstancias en su municipio, La Bruja tuvo que migrar. Hubo cambio de país, pero no de temática, ni de intereses.
“Desde que decidí vivir en Madrid, hacemos las Brujas Migrantes, siempre junto a otras mujeres”, señala-
En España, el personaje lo sigue haciendo, pero con un cambio, pues ahora se llama, BM3, que significa, Bruja, Mujer, Mensajera y Migrante.
“Sigo creyendo que tenemos que ir contra la actitud, demostrar a través de la radio, la música, el teatro que con el aprendizaje y prácticas machista no somos felices, que podemos desaprender, apelando a la inteligencia humana, a la capacidad de amar libremente” reflexiona esta feminista.
Recuerda esta “brujita” que en aquellos años las mujeres no podían ir en busca de una psicóloga o psicólogo, porque Paiwas no era accesible y existían para el Estado, solo en tiempo de elecciones.
Ahora con las nuevas tecnologías, la bruja hace uso de las redes sociales para lanzar sus dardos al centro, como siempre lo ha hecho, defendiendo los derechos de las mujeres y usando la sátira para criticar y hacer reflexionar lo que ocurre en su entorno.
Una de las reivindicaciones que se ha sumado a la causa ha sido la defensa de derechos humanos de las empleadas de hogar y cuidados y de todas las migrantes del mundo.