A Nicaragua le esperan dos años más de profunda crisis económica
The Economist Inteligence Unit advierte que Nicaragua enfrenta su depresión más profunda desde 1980 y ve un alto riesgo de fracturas dentro del régimen si las condiciones económicas o políticas empeoran radicalmente.


- mayo 05, 2020
- 10:05 AM
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The Economist Inteligence Unit advierte que Nicaragua enfrenta su depresión más profunda desde 1980 y ve un alto riesgo de fracturas dentro del régimen si las condiciones económicas o políticas empeoran radicalmente.
Todos los organismos económicos nacionales e internacionales proyectan un oscuro e incierto panorama para Nicaragua. El país ya no sólo afronta los efectos de la crisis sociopolítica de 2018 sino los embates de la emergencia sanitaria por coronavirus que juntas golpearán fuertemente la frágil economía, dejándola en una profunda depresión no vista desde la década de 1980, cuando gobernaba también Daniel Ortega.
La publicación británica especializada The Economist Inteligence Unit (EIU, por sus siglas en inglés), publicó a inicios de este mes un documento en el revisó la proyección económica para 2020. En un parte de enero previó una caída de 1.5%, sin embargo, a mayo la rebajó a -6.5%. “El brote del nuevo coronavirus (Covid-19) agravará las profundas crisis políticas y económica”, señaló en el documento.
Según EIU, los precios de los productos de exportación están cayendo por lo que se reducen las rentas económicas. “Ha habido oleadas de permisos y despidos en zona franca, ya que la demanda externa se ha derrumbado; el turismo receptor ha caído; y las remesas del exterior, que brindan apoyo vital al consumo para muchos hogares, están disminuyendo. A pesar de la ausencia de una cuarentena obligatoria, hay indicaciones que la actividad doméstica también ha disminuido significativamente”, valora.
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La revista especializada prevé que la recesión económica, que comenzó a raíz de una crisis política en 2018, se profundizará significativamente en 2020 como resultado del brote de coronavirus y estima una recuperación económica a partir de 2022, aunque el Producto Interno Bruto (PIB) estará por debajo de los niveles previos a 2018. “La pandemia amenaza con empujar a Nicaragua a su depresión económica más profunda desde la década de 1980”, advierte.
Por otro lado, menciona que el déficit fiscal se ampliará significativamente en 2020 y 2021 a medida que los ingresos públicos se desplomen, y aunque la dictadura consolidará sus cuentas a partir de 2022, el requisito de financiamiento seguirá siendo alto, y su financiación resultará desafiante para los organismos internacionales que brindan créditos a Nicaragua.
La semana pasada la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) presentó las proyecciones económicas más desalentadoras de las últimas décadas al plantear nueve escenarios del Producto Interno Bruto que van desde el optimista -6.5% y pesimista -13.7%. La caída promedio, y el más probable, es de -10%.
En cuanto a la pobreza esboza tres escenarios para 2020: en el optimista el 32.2% de la población vivirá en situación de pobreza, en el intermedio el 34.9%, y en el pesimista 36.9%. “El golpe representa una década de perdida en pobreza”, dijo uno de los técnicos de Funides.
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Y en cuanto a desempleo abierto, la institución también estima tres posibles crecimientos para 2020 de 8.3%, 9.4% y 10.3%, lo que representa que los paros laborales podrían ser de 272,600; 309,000 y 336.700, respectivamente. Así todos los indicadores dan muestra de una profundización de la recesión económica en el país.
Los pronósticos no son nada alentadores en el plano político y económico, pese a que a la comunidad internacional ha empezado a socar tuercas a la dictadura. EIU dice que el Daniel Ortega retendrá el poder entre el período 2020-2024: “El presidente Ortega continúa sin mostrar voluntad de forjar un acuerdo negociado de solución a la crisis política”.
Aún así ve a la oposición desafiando a la dictadura en las elecciones generales de 2021, pero “es poco probable que tenga éxito”. Recientemente la Unión Europea y Reino Unido, en un intento de presionar para que Ortega ceda a una solución pacífica a la crisis, que desemboque en comicios nacionales libres y transparentes, aprobaron, casi en simultáneo esta semana, sanciones contra cuatro altos mandos de la Policía Orteguista y dos asesores presidenciales, impidiéndoles el ingreso al territorio y congelándoles activos financieros.
Así el bloqueo europeo se suma a Canadá y Estados Unidos, que han sancionado a 16 funcionarios, entre ellos la esposa y dos hijos de Ortega, y a dos instituciones, la Policía y el banco Bancorp. Y pese a que son sanciones individuales, Ortega ha pedido en diversas ocasiones la suspensión de estas porque, según él, afectan al país. Incluso, dijo que limitan su actuar en tiempos de la pandemia.
Al respecto, la publicación británica considera que es poco probable que el gobierno de los Estados Unidos suspenda las sanciones ante la emergencia.
En medio de su pronóstico, cree que podría haber un cambio en caso de que se produzca una escalada significativa de la presión política y económica, que podría hacer tambalear los pilares que sostienen a la dictadura: la Policía y el Ejército, lo principales brazos represores.
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“El control del poder de Ortega estará determinado por el papel de las fuerzas de seguridad”, analiza EIU.
En su análisis la revista británica menciona que los oficiales militares más veteranos han sido aplacados con acceso a activos comerciales y los ingresos derivados de estos.
“Mientras tanto, el régimen ha utilizado la participación activa de las fuerzas policiales para acabar con la insurrección política, socavar las instituciones, e infundir temores de represalias si la oposición llegara al poder”, agrega.
Dichos elementos dan pie para pensar que han sido suficientes para garantizar la lealtad de las fuerzas de seguridad, aunque la publicación cree que existe un alto riesgo de fracturas dentro del régimen si las condiciones económicas o políticas empeoran radicalmente.