La dictadura cambia la fecha del Día de la Bandera Nacional y revindica la rojinegradel FSLN

Se elimina el tradicional 14 de julio como Día de la Bandera y establece el 4 de mayo como fecha con doble celebración que refuerza la ideología sandinista.

None
default.png
Despacho 505
  • Managua, Nicaragua
  • mayo 05, 2025
  • 09:22 AM

El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha eliminado el 14 de julio como Día de la Bandera Nacional y lo ha reemplazado por el 4 de mayo como "Día de la Dignidad Nacional" y "Día de las Banderas Nacionales" para analtecer la rojinegra del Frente Sandinista.

Este cambio, aprobado este domingo por la Asamblea Nacional en una sesión en Tipitapa, promueve una nueva interpretación de la historia, con un fuerte énfasis en la figura de Augusto C. Sandino y la bandera rojinegra, en lugar de la tradicional azul y blanco que unifica a los nicaragüenses.

El acto legislativo, en el que participaron diputados nacionales, miembros del Parlamento Centroamericano (PARLACEN) y autoridades locales, incluyó una exposición de motivos que cuestionó abiertamente las fechas históricas establecidas por décadas.

La diputada sandinista Loria Raquel Dixon, una de las principales promotoras de la ley, argumentó que el 14 de julio, tradicionalmente celebrado como el "Día de la Bandera", debía ser sustituido, ya que, según ella, esa fecha representa "una capitulación disfrazada", en referencia al Tratado Chamorro-Bryan y su supuesta abrogación.

En su lugar, el régimen promueve el 4 de mayo como el verdadero Día de la Dignidad Nacional, aludiendo al momento en que Augusto C. Sandino, junto a su ejército, reafirmó su compromiso con la soberanía nacional al rechazar el Pacto del Espino Negro, firmado en 1927 con Estados Unidos. Esta reinterpretación de la historia, que busca revivir los símbolos del Sandinismo, ha traído consigo la instauración de una nueva visión sobre los símbolos nacionales.

En este contexto, la bandera rojinegra, históricamente símbolo de los partidarios del Frente Sandinista, ahora es presentada como una suerte de escudo protector de la bandera azul y blanca, símbolo de la unidad nacional. La diputada María Auxiliadora Plazaola, en su intervención, declaró que “la bandera roja y negra es como la luz de un faro y está para proteger a la bandera nacional”.

Este cambio simbólico no es solo un ajuste en la percepción política del régimen, sino una clara declaración de que, para el régimen de Ortega y Murillo, no existe una sola bandera que represente la totalidad de Nicaragua, sino una división marcada por sus propios intereses ideológicos.

Por su parte, la alcaldesa de Tipitapa, Marbely Arauz Pineda, no solo celebró esta nueva fecha, sino que reafirmó el carácter "no negociable de la soberanía nacional", en línea con el discurso de resistencia al supuesto intervencionismo extranjero promovido por el régimen.

Cambios a conveniencia

Al modificar el calendario cívico, se despoja de significado a momentos claves de la lucha por la soberanía nacional, sustituyéndolos por un relato que pone en primer plano la figura de Sandino, pero que también da cabida a la bandera roja y negra como un símbolo del poder.

Este cambio en la bandera, una decisión que no tiene precedentes en la historia reciente de Nicaragua, refleja la consolidación de un régimen que ha logrado, no solo deslegitimar la oposición, sino también dividir simbólicamente al país, negando la unidad que históricamente representaba la bandera azul y blanco.

En lugar de promover la unidad nacional, la dictadura ha optado por imponer una visión histórica que refuerza la división, tanto en el ámbito simbólico como en el plano político. Con estos movimientos, el régimen deja claro que no está dispuesto a permitir que una sola bandera represente a toda Nicaragua, y que su control sobre la memoria histórica es tan crucial como su control sobre el poder político.

Este acto no solo cuestiona la integridad del patrimonio nacional, sino que también plantea un riesgo para la cohesión de la sociedad nicaragüense, que, ante la imposición de esta nueva narrativa, se ve obligada a redefinir su identidad en términos de los intereses del régimen.

Ayúdanos a romper la censura, necesitamos tu apoyo para seguir informando

Donar