Nicaragua se ha retirado de cinco agencias de la ONU en menos de tres meses por orden de Ortega

Las salidas, motivadas por represalias contra informes y reconocimientos que incomodan al poder, afectan directamente a los derechos humanos, la libertad de prensa, la seguridad alimentaria, laboral y migratoria de la población nicaragüense

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Despacho 505
  • Managua, Nicaragua
  • mayo 05, 2025
  • 11:20 AM

En una escalada sin precedentes de aislamiento internacional, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha ordenado la salida de Nicaragua de cinco agencias clave del sistema de Naciones Unidas en menos de tres meses: la Unesco, la OIM, la OIT, la FAO y el Consejo de Derechos Humanos.

Las decisiones, adoptadas entre febrero y mayo de este año, reflejan una postura cada vez más confrontativa de la dictadura nicaragüense ante la crítica internacional por violaciones a los derechos humanos, la represión a la prensa independiente y el deterioro de las condiciones sociales en el país.

"Estamos viendo el colapso de la política exterior de Nicaragua. El país está siendo convertido en la nueva Corea del Norte de Centroamérica", advierte Arturo McFields, ex embajador de Nicaragua ante la OEA. Señala que "la actitud cobarde y criminal solo busca blindar a la dictadura, a costa de aislar al pueblo nicaragüense del sistema internacional que podría brindarle apoyo". 

El 3 de mayo, el régimen anunció su retiro de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), luego de que concediera el Premio Mundial a la Libertad de Prensa 2025 al diario independiente La Prensa.

A pesar de que el régimen conoce que la Unesco promueve la libertad de expresión, la cooperación educativa, la preservación del patrimonio cultural y el acceso universal al conocimiento; calificó el galardón como una "traición" y acusó al organismo de apoyar a un medio que, según ellos, fomenta la violencia y la injerencia extranjera.

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"Este fue un acto de furia y retaliación. No soportan que el mundo reconozca el valor del periodismo libre", expresó McFields.

Una salida frente a la rendición de cuentas

El 28 de febrero, Nicaragua se retiró del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, tras la publicación de un informe del Grupo de Expertos sobre Nicaragua que señala la responsabilidad del Ejército, la Policía y fuerzas de seguridad irregulares en los crímenes de lesa humanidad cometidos a partir de 2018. Este órgano intergubernamental tiene el mandato de promover y proteger los derechos humanos en todo el mundo, investigar abusos y supervisar el cumplimiento de obligaciones internacionales en la materia.

Rosario Murillo calificó la decisión de retirar a Nicaragua como "soberana e irrevocable" y avanzaó que el país no participaría en ninguna actividad relacionada con el Consejo ni sus mecanismos.

El Grupo de Expertos de Derechos Humanos sobre Nicaragua, en su informe pidió condicionar el acceso preferencial de Nicaragua al mercado de Estados Unidos y de la Unión Europea (UE) a parámetros de derechos humanos, e instó a demandar al país ante la Corte Internacional de Justicia por privar de la nacionalidad a al menos 452 nicaragüenses.

De imnediato, Murillo lanzó ataques contra el Consejo de Derechos Humanos y dijo desconocer sus reportes y repudió  su contenido el cual califico de "insultos", "ofensas", "falsificaciones" y "agresiones" que - "constituye las políticascolonialistas que rigen acciones de organismos que deberían servir al bien de todos".

En la nota oficial del retiro de Nicaragua, el régimen Ortega-Murillo acusó al Grupo de Expertos, a la Oficina del Alto Comisionado y al Consejo de Derechos Humanos de la ONU de haberse convertido "en caja de resonancia de quienes atentaron contra la paz y la tranquilidad, y son los autores de los múltiples asesinatos, secuestros, violaciones, aberraciones y ultrajes contra el pueblo nicaragüense, causando además destrucción y daños incuantificables a la economía nacional".

Nicaragua era uno de los 47 Estados miembros del Consejo de Derechos Humanos y ocupaba uno de los ocho puestos asignados a América Latina y el Caribe. La retirada unilateral de la dictadura no significa que el país vaya dejar de ser escrutado en esta materia.

FAO reveló situación de hambruna y el régimen enfureció

A inicios de febrero, el régimen ordenó la salida de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), luego de que ese organismo incluyera al país como una de las naciones con mayor hambre en el mundo.

La FAO que trabaja para erradicar el hambre y garantizar la seguridad alimentaria publico un informe que revela que más de 1.4 millones de nicaragüenses padecen subalimentación, mientras alrededor de 100,000 de niños menores de cinco años presentan retraso en su crecimiento por falta de una buena nutrición.

El canciller Valdrack Jaentschke rechazó categóricamente el contenido del informe, argumentando que "carece de objetividad, rigor metodológico, por contener información falsa, con tendencia injerencista, agresiva y que ha sido difundida de manera malintencionada con fines políticos".

“La actitud de la FAO es inaceptable, inadmisible e irrespetuosa. En consecuencia, comunicamos el retiro de Nicaragua de esta Organización y exigimos el cierre de su Representación y Oficinas en Nicaragua a lo inmediato”, mandató una carta enviada al director general de la FAO, Qu Dongyu. 

OIT y OIM: ataques a los derechos laborales y de migrantes

Ese mismo mes, el régimen también anunció que Nicaragua abandonaba la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que defiende los derechos de los trabajadores, promueve condiciones laborales justas y combate el trabajo forzoso e infantil. Igualmente se desvinculó de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), cuyo objetivo es proteger los derechos de las personas migrantes y asistir en procesos de migración segura, ordenada y regular.

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En la carta dirigida al director general de la OIT, Nicaragua explicó que se retira debido a "los recurrentes e indebidos procesos que ponen en evidencia la desnaturalización de la OIT, al actuar de manera politizada prestándose a maniobras de desestabilización e injerencismo conociendo temas propios de la jurisdicción interna de los Estados".

En el caso de la OIM, Murillo dijo que su retirada es "porque rechazamos toda la información falsa, mal intencionada e irresponsable que publica ese organismo que debería servir al bien de todos".

Un país cada vez más aislado

Nicaragua firmó la Carta de las Naciones Unidas el 26 de junio de 1945 como miembro fundador. Aunque aún no ha formalizado una salida total de la ONU, estas acciones evidencian una voluntad explícita de aislamiento y desconexión de los principios fundamentales del derecho internacional.

“La salida de estos organismos afecta directamente a la población más vulnerable: estudiantes, trabajadores, campesinos, migrantes, comunidades indígenas y periodistas. Es un acto criminal y cobarde que deja al pueblo más indefenso”, laentó Arturo McFields.

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