Managua: "Cincuenta la hora" por estacionar en plena calle
Espacios de calle "reservados" con cajillas de gaseosas, mecates y trozos de adoquines son ofertados a conductores que necesitan estacionar en Managua.


- Managua, Nicaragua
- mayo 13, 2025
- 11:02 AM
- Despacho 505
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Son las 10:30 de la mañana y el mercado Oriental comienza a agitarse. Entre vendedores que pregonan sus mercancías y compradores que sortean estrechos pasillos, se ha vuelto común escuchar discusiones, gritos e incluso amenazas por algo tan cotidiano como estacionar un vehículo.
“¡Yo no te voy a pagar 150 pesos por parquearme aquí! ¡Me dijiste que eran 50!” grita molesta una mujer, en el sector de Ciudad Jardín, cerca de la calle de negocios. Del otro lado, una cuidadora de carros con chaleco naranja le responde con firmeza: “(el cobro) es por hora”, para justificar el cobro por el servicio de estacionamiento que ofrece a un lado de la vía pública.
La discusión, que capta la atención de los curiosos a medida que sube de tono, no es un episodio aislado, sino el reflejo de un fenómeno que se extiende por toda Managua: el auge descontrolado de los “cuida carros”, un retrato vivo de la informalidad que impera en Nicaragua.
Calles tomadas, espacios "privatizados"
En Ciudad Jardín, una de las zonas más transitadas del Mercado Oriental -el gigante comercial del país- los espacios públicos han sido transformados en parcelas privadas por persoas que ejercen como vigilantes informales. Utilizan mecates, cadenas y hasta tubos soldados a rines de carro para delimitar su territorio. En otros casos, basta una cajilla plástica de frutas o un balde para marcar que ese espacio, aunque sea calle, “ya está ocupado”.
La tarifa rara vez es voluntaria. A los conductores se les informa —con tono de advertencia— que deben pagar 50 córdobas por hora. “Te lo dicen cuando ya estás bajando del carro y es muy tarde para buscar otro lugar. Te sentís acorralado”, dice una capitalina que prefirió no dar su nombre.
En otras áreas del mercado, como una cuadra al sur del Punto 99, los cobros varían entre 30 y 80 córdobas por estacionamiento, dependiendo del tipo de vehículo, la hora o hasta el estado de ánimo del cuidador.
Hippos: una zona “tomada”
De noche, la situación no mejora. En la Zona Hippos, conocida por su oferta vida nocturna y la variedad de bares y discotecas, carece de espacio para estacionar. Aquí el precio es más alto: 100 córdobas por vehículo. No hay discusión posible.
“Antes que te estacionés se te acercan, te dicen que están cobrando 100 por cuidarte el carro. Te mueven una cajilla que impide que uno se estacione libremente y ya sabés que si no pagás, te le puede pasar algo al vehículo”, relata un joven que frecuenta la zona.
“Ya es demasiado: te cobran por entrar, te cobran por parquear, te cobran por respirar”, agrega entre risas resignadas.
El fenómeno no es exclusivo de la zona del Oriental o Hippos. Se repite frente a hospitales, instituciones públicas y centros comerciales. En las afueras del Hospital Militar, Marvin, un hombre de unos 41 años, dice que lleva seis años en el oficio. Cobra entre 30 y 40 córdobas por espacio y con servicio de limpieza la tarifa sube a 70.
"No es fácil, pero esto me ayuda a llevar algo a la casa. Cobro 30 o 40 córdobas dependiendo del vehículo, y si la gente quiere que se lo lavemos mientras está estacionado son más. No obligamos a nadie, pero sí es cierto que muchos se enojan. El problema es que no hay parqueo y nosotros al menos se los cuidamos”, justifica.
En el caso del sector del mercado Oriental, estos cuidadores improvisados operan sin regulación ni supervisión. Aunque algunos aseguran pagarle a la Corporación Municipal de Mercados de Managua (Commema) por el uso del espacio, la institución sandinista nunca a dado información sobre un sistema formal de arriendo o regulación de espacios de parqueo en plena calle. Su rol, en teoría, es mantener el orden en los mercados. En la práctica, la calle sigue siendo de quien la reclame primero.
La falta de áreas de estacionamiento es viejo problema en la capital al que la Alcaldia no ha dado respuesta. Por el contrario, la falta de supervisión y contol ha permitido que florezca un negocio informal que acarrea caos e inseguridad para los ciudadanos.