"China nos trata como iguales, EE. UU. como siervos": el régimen de Ortega profundiza su alianza con Beijing
En medio de su aislamiento internacional, el régimen de Ortega profundiza su alianza con China, a quien presenta como un socio respetuoso y solidario frente al “imperialismo” de Estados Unidos.


- Managua, Nicaragua
- mayo 13, 2025
- 02:44 PM
- Despacho 505
- Copyright Despacho 505
La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo volvió a dejar claro con quién se alinea en la geopolítica global. En la IV Reunión Ministerial del Foro China–CELAC, el régimen proclamó que China representa un modelo de cooperación solidario y respetuoso, en contraste con lo que describen como la arrogancia y dominación histórica de Estados Unidos y Europa.
“A diferencia de los Estados Unidos y Europa, que históricamente nos ven como siervos, China nos ve como iguales, como Hermanos”, afirmó Laureano Ortega Murillo, hijo de la pareja dictatorial y figura clave en la política exterior del régimen.
En su discurso, Laureano Ortega insistió en la narrativa oficial de “hermandad” ideológica entre el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y el Partido Comunista de China, y señaló que la relación bilateral ha avanzado “a una velocidad vertiginosa” desde el restablecimiento de relaciones diplomáticas en 2021, cuando Nicaragua rompió con Taiwán.
El régimen reiteró su “respaldo firme” al principio de una Sola China y a las iniciativas globales del presidente Xi Jinping, incluyendo la Iniciativa de la Franja y la Ruta, la Iniciativa de Desarrollo Global y la Iniciativa sobre Gobernanza de la Inteligencia Artificial.
Más allá de los elogios diplomáticos, el discurso fue una pieza de propaganda ideológica. Laureano Ortega acusó a Estados Unidos de ser “la verdadera amenaza para el mundo”, de imponer sanciones ilegales y de lanzar guerras comerciales que afectan especialmente a China.
LEA: Femicidio en Chinandega: hombre disparó a su pareja y en la huida intentó quitarse la vida
“Nos solidarizamos con China en la guerra comercial de tarifas que ha lanzado el Gobierno estado-unidense… el golpe más brutal ha sido contra China, a quien consideran su principal amenaza”, declaró. Según el régimen, Estados Unidos no acepta que otros pueblos desarrollen sus propios modelos de gobierno y acusó a Washington de mantener prácticas “racistas y xenófobas” contra los inmigrantes latinoamericanos.
En tono nacionalista y mesiánico, Laureano aseguró que “el liderazgo firme de los CoPresidentes, el Comandante Daniel Ortega y la Compañera Rosario Murillo”, junto con “el Espíritu de Rubén Darío y del General Sandino”, permiten al pueblo nicaragüense resistir la supuesta dominación estadounidense y avanzar en “victorias” al estilo chino.
Las áreas estratégicas de la cooperación China–Nicaragua
Desde que Managua restableció relaciones diplomáticas con Beijing en diciembre de 2021, la dictadura ha firmado múltiples acuerdos de cooperación con China en sectores clave. Estos convenios, impulsados sin transparencia ni mecanismos de rendición de cuentas, consolidan la dependencia del régimen a una potencia que no exige condiciones democráticas ni respeto a los derechos humanos.
Uno de los pilares más visibles de esta cooperación es el desarrollo de infraestructura pública. Empresas chinas participan en la construcción de carreteras, hospitales, viviendas sociales y zonas francas industriales. Estos proyectos son presentados por el régimen como “obras del pueblo”, pero han sido criticados por su falta de transparencia en las licitaciones y posibles sobrecostos.
En el área de energía, China ha financiado e impulsado proyectos vinculados a la generación eléctrica mediante fuentes renovables, especialmente solar e hidroeléctrica. La dictadura ha utilizado esta cooperación para sostener su narrativa de “soberanía energética” y autosuficiencia, pese a la persistente dependencia del petróleo importado.
Otro sector estratégico es el de las telecomunicaciones y tecnología, donde compañías como Huawei han ganado terreno. El uso de tecnología china en redes estatales y plataformas digitales plantea serias preocupaciones en cuanto al fortalecimiento del aparato de vigilancia estatal, el control de datos y la censura digital.
El comercio y las inversiones también han sido un eje central. En 2023 entró en vigor un Tratado de Libre Comercio entre Nicaragua y China que busca aumentar las exportaciones nicaragüenses —principalmente carne, mariscos, café y tabaco— al mercado asiático. Asimismo, se han establecido zonas económicas especiales orientadas a atraer inversiones chinas en manufactura y agroindustria.
La agricultura y seguridad alimentaria han sido otros ámbitos de cooperación. Beijing ha financiado proyectos para aumentar la productividad en el campo y ha abierto su mercado a productos nicaragüenses, lo que el régimen presenta como una alternativa a las sanciones y restricciones del mercado estadounidense.
Aunque de forma menos visible, existe cooperación en defensa y seguridad, incluyendo donaciones de equipamiento, formación de personal y potencial colaboración en ciberseguridad. Estas relaciones se desarrollan en un marco de opacidad y fuera del escrutinio público.
Finalmente, la alianza incluye un componente educativo e ideológico, con la apertura de programas de becas y visitas de cuadros sandinistas a academias del Partido Comunista de China. Estas actividades están orientadas a reforzar la afinidad ideológica y formar una nueva élite política leal al eje Beijing–Managua.
Un discurso que confirma el alineamiento autoritario
Laureano Ortega aprovechó su intervención para promover megaproyectos como el canal interoceánico, ahora presentado como una necesidad urgente ante la “incertidumbre generada por las políticas imperialistas” de Estados Unidos. El proyecto, sin avances concretos desde su anuncio en 2013, ha sido fuertemente cuestionado por su inviabilidad económica, impacto ambiental y despojo a comunidades indígenas.
El mensaje reafirma el alineamiento del régimen de Nicaragua con un bloque de gobiernos autoritarios —China, Rusia, Irán, Venezuela y Cuba— y su distanciamiento de las democracias occidentales. La dictadura busca legitimarse internacionalmente mediante alianzas que no cuestionan sus violaciones a los derechos humanos, su control absoluto del poder y su represión interna.
La participación de Laureano Ortega, sin un cargo formal electo y como heredero político de la familia gobernante, evidencia además el carácter dinástico del régimen, que apuesta por proyectar una imagen de continuidad más allá de los actuales mandatarios. En su narrativa, China representa no solo un aliado económico, sino el modelo político a seguir: un sistema de partido único, control autoritario y prosperidad sin libertades.