Dictadura envía delegación al inicio del pontificado del papa León XIV

Los codictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo enviaron una delegación a la ceremonia de inauguración del pontificado del papa León XIV, que se realizará este domingo 18 de mayo en Roma, según un documento al que tuvo acceso DESPACHO 505.

La participación de la comitiva en la inauguración del pontificado de León XIV está encabezada por Maurizio Gelli, embajador del régimen en España y Mónica Robelo, embajadora ante el gobierno de Italia. Ambos fueron delegados por la dictadura para asistir a los funerales del papa Francisco, el pasado 26 de abril.

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Rosario Murillo, vocera del régimen, dijo el pasado 25 de abril, que las relaciones con la Santa Sede “no están rotas”, sino “suspendidas” y anunció el envío de la delegación conformada por Gelli y Robelo, quienes acompañaron al cardenal nicaragüense en los funerales de Francisco, un pontífice que criticó duramente a la dictadura Ortega Murillo.

El cardenal Robert Prevost, arzobispo emérito de la diócesis de Chiclayo, en Perú, fue electo papa el pasado 8 de mayo por el colegio cardenalicio, en los cuales participó el cardenal Leopoldo Brenes, Arzobispo de Managua.

Brenes no participará

La solemne misa de inicio de pontificado del Papa León XIV, que se celebrará este domingo en la Plaza de San Pedro y contará con la presencia de altos representantes eclesiásticos y líderes mundiales, pero sin la participación del cardenal nicaragüense Leopoldo José Brenes Solórzano, quien ya se encuentra en Nicaragua.

Fuentes eclesiásticas confirmaron que el cardenal Brenes regresó a Nicaragua el pasado jueves 15 de mayo, ingresando al país sin contratiempos. Según la misma fuente, el arzobispo de Managua retomará sus funciones pastorales este domingo con la celebración de la misa dominical en la Catedral Metropolitana de la capital nicaragüense.

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Durante la ceremonia, León XIV recibirá el palio y el anillo del pescador, símbolos del poder pontificio que marcan oficialmente el comienzo de su magisterio como sucesor de Pedro. Esta será la primera gran liturgia pública del nuevo Papa, quien asumirá el liderazgo de una Iglesia global marcada por desafíos pastorales y geopolíticos.