Motocicletas eléctricas chinas invaden Nicaragua: sin ley, sin licencia y sin control
Circulan sin placas, sin licencia y sin casco. Se han multiplicado en las calles impulsadas por su bajo precio, facilidad de adquisición y un vacío legal que las mantiene fuera del radar de las autoridades.


- Managua, Nicaragua
- mayo 22, 2025
- 10:00 AM
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Las motocicletas y bicicletas eléctricas de fabricación china se han convertido en un fenómeno urbano en Nicaragua. Su presencia en calles y avenidas ha crecido aceleradamente, impulsada por precios accesibles, ventas sin restricciones y una legislación que no contempla su existencia.
Con un valor entre 300 y 500 dólares, estos vehículos están al alcance de muchos hogares. Se venden en tiendas de electrodomésticos, comercios informales, redes sociales e incluso pulperías. No se exige licencia de conducir ni matrícula, y tampoco requieren seguro. Su uso es inmediato tras la compra.
“Compré una para hacer mandados y llevar a mi hija a la escuela”, relata Marta, del barrio Altagracia en Managua. “No me pidieron nada, solo pagué y me la llevé”.
Amelida, habitante de Ciudad Jardín, adquirió la suya a inicios de ste año. “Salen baratas, no me piden licencia, pero yo sí uso casco por cualquier cosa. Me resuelve el día a día”, afirma.
Un mercado sin frenos
Estos vehículos se comercializan por todos los canales posibles. En el mercado Oriental, en tiendas de celulares, en plataformas como Facebook Marketplace o TikTok, su promoción es constante.
En un video de la tienda Octopus, una mujer mayor consulta: “¿Cuánto dura la batería? ¿Se puede usar sin licencia?”. El vendedor responde sin rodeos: “La puede llevar y usar de inmediato. Dura más de 10 horas y tenemos repuestos”.
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Modelos como LVJu y Yunduo, con velocidades de hasta 42 km/h y recarga doméstica en 110 voltios, han facilitado su expansión. La disponibilidad de repuestos y la autonomía energética han hecho de estas motocicletas una opción funcional y económica para muchos.
Vacío legal y falta de regulación
Aunque la Ley 431, "Ley para el Régimen de Circulación Vehicular e Infracciones de Tránsito", establece que todos los vehículos automotores deben registrarse y cumplir con requisitos como matrícula y licencia, en la práctica, las motocicletas eléctricas circulan sin cumplir estas disposiciones. La ley considera vehículos automotores a todos aquellos que se desplazan usando un sistema de propulsión propia, sea por motor de combustión interna, eléctrico o híbrido.
Sin embargo, la falta de supervisión por parte de las autoridades ha permitido que las motos eléctricas chinas operen sin control, generando un vacío legal que impide su regulación efectiva.
Preocupaciones por la seguridad vial
La proliferación de estas unidades también ha despertado inquietudes. En las calles es frecuente ver a sus conductores circulando en sentido contrario, sobre aceras o invadiendo carriles, sin respetar señales de tránsito.
Al no requerirse conocimientos básicos de conducción ni revisiones técnicas, el riesgo de accidentes aumenta. Las autoridades no ofrecen estadísticas sobre su circulación ni campañas educativas sobre su uso responsable.
Influencia del Tratado de Libre Comercio con China
La llegada masiva de estos vehículos coincide con la creciente entrada de productos chinos al país, tras el Tratado de Libre Comercio firmado entre Nicaragua y China, un acuerdo que ha facilitado la importación sin mayores aranceles ni filtros técnicos.
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DESPACHO 505 ha documentado cómo este tratado ha provocado una avalancha de productos chinos, desde electrodomésticos hasta vehículos eléctricos, sin un marco normativo que garantice estándares mínimos de calidad o seguridad.
Mientras tanto, las motocicletas eléctricas chinas siguen avanzando por las calles, invisibles a los ojos de la ley, pero cada vez más presentes en la vida cotidiana de los nicaragüenses.