Informe documenta la precariedad de mujeres periodistas nicaragüenses en el exilio

El informe presenta una radiografía del impacto personal, emocional, profesional y familiar que ha significado para las mujeres periodistas que están en el exilio en países de Centroamérica, Europa y Estados Unidos.

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Despacho 505
  • mayo 26, 2025
  • 03:36 AM

"No tenía ganas de vivir", "El exilio forzado es enfrentarme todos los días a una lucha constante", "Me tocó dejar todo mi proyecto de vida". La frases retratan la realidad de decenas de mujeres periodistas nicaragüenses forzadas al exilio por la persecución del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo recogidas en el informe Voces de mujeres periodistas en el exilio elaborado por Las Comadres.

El documento presenta una radiografía del impacto personal, emocional, profesional y familiar que ha significado para las mujeres periodistas que están en el exilio en países de Centroamérica, Europa y Estados Unidos a partir del testimonio de 45 de las 78 periodistas identificadas.

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La mayoría reveló haber enfrentado procesos migratorios largos y engorrosos lo que les significó estresantes periodos de limbo migratorio y legal, en muchos casos, debido al vencimiento de sus pasaportes sin posibilidad de renovación. Esta situacion dificulta obtener permisos de trabajo o carnets de refugio y las expone estafas en rutas migratorias. El resultado: movilidad restringida, estrés constante y el bloqueo al acceso de empleos formales, lo que las enfrenta a degradación laboral.

"Este informe es una contribución para entender las dinámicas de género en contextos de persecución y exilio”, explica Maryórit Guevara, directora de La Lupa.

Al insertarse en el mercado laboral, muchas mujeres periodistas deben aceptar contratos precarios o trabajos informales, sufriendo degradación profesional, xenofobia y el no reconocimiento de sus títulos. Esto acarrea la pérdida de capital intelectual, sentimientos de frustración y la necesidad de asumir múltiples tareas para subsistir.

"Al menos, un 26% de las entrevistadas se dedican a trabajos feminizados y precarizados en países como España y Estados Unidos, mientras un 68% trabaja en el periodismo y la comunicación social; no obstante, carecen de derechos laborales en su mayoría debido a los términos de las contrataciones con medios digitales que sobreviven en el exilio", revela la investigación.

"Estos datos nos llaman a buscar con urgencia medidas para no perder a estas periodistas, porque cuando los periodistas se exilian y abandonan la profesión  un país pierde mucho más que sus voces individuales: pierde parte de su democracia, de su memoria, y de su capacidad de transformación social”, afirma Argentina Oliva, periodista exiliada, directora de Radio Vos.

Costo de la vida excesivamente cara

Las investigadoras sostuvieron que una de las pricipales dificultades de las comunicadoras en el exilio es el alto costo de vida, tanto en Costa Rica, España o EE. UU., sumado a los bajos ingresos las condenan al endeudamiento y agravan la ansiedad financiera. Estas presiones, junto a la separación familiar y el choque cultural, disparan trastornos emocionales: ansiedad, depresión y crisis de identidad.

"Periodistas con una carrera hecha en Nicaragua y una experiencia de trabajo que se ven empujadas a trabajar en sectores precarizados, pero además que han perdido sus años de cotizaciones, han perdido derechos ganados, y ahora deben iniciar de cero, eso las que pueden, porque otras ya estaban en edad de jubilarse", coinciden ambas periodistas.

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En ese escenario muchas mujeres periodistas se han visto obligadas a realizar otras actividades no vinculadas a su profesión, para sobrevivir, sin abandonar su compromiso compromiso de continuar informando para Nicaragua.

El informe “Voces de mujeres periodistas en el exilio”, elaborado por Las Comadres, revela cómo estas profesionales soportan violencia, discriminación y racismo institucional mientras reinventan su voz en el exilio.

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