Régimen presenta el Plan Invierno 2025 sin infraestructura y sin un plan de emergencia

Aunque la dictadura presentó su Plan Invierno 2025 con promesas de alertas tempranas y brigadas comunitarias, en barrios como El Dorado, la desconfianza crece.

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Despacho 505
  • Managua, Nicaragua
  • mayo 28, 2025
  • 12:45 PM

Con la llegada de las primeras lluvias, Managua revive una vieja angustia: el temor a que el agua no solo caiga del cielo, sino que irrumpa nuevamente en las casas, arrase con los muebles, arruine electrodomésticos y destruya lo poco que tienen muchas familias. Cada temporada de invierno, además de precipitaciones, trae incertidumbre. Y este 2025 no es la excepción.

Este martes, el Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (SINAPRED) presentó ante la Asamblea Nacional su “Plan Invierno 2025”, una hoja de ruta que incluye monitoreo hidrometeorológico, sistemas de alerta temprana y planes multi-amenazas. Sin embargo, para miles de familias como la de Margarita, habitante del barrio El Dorado, lo más urgente no es la vigilancia, sino evitar volver a perderlo todo.

“Esto es una locura”

Margarita vive cerca del cauce que cruza varios barrios del Este de la capital, una zona crítica cada vez que llueve. Aunque ahí avanzan las obras de modernización de la Pista Juan Pablo II, los beneficios prometidos —como mejoras en el sistema pluvial— aún no se reflejan en la realidad.

“Ojalá este año no pase lo mismo de siempre. Cuando llueve, nos desvelamos cuidando lo poco que tenemos. Se mete el agua, el lodo, y se arruina todo. Esto es una locura”, dice con resignación.

Hace dos años, una corriente arrasó con su pequeño salón de belleza. “Peinaba, maquillaba, hacía pedicura. Perdí casi todo. Dicen que están reparando, pero yo no veo ninguna diferencia. Este año incluso podría ser peor”, lamenta.

El caso de Margarita no es aislado. En barrios como 14 de Septiembre, Jonathan González, Carlos Fonseca y Georgino Andrade, los vecinos repiten una rutina conocida: vigilar el cielo, proteger lo que se pueda, y rezar para que no llueva demasiado.

Promesas que no drenan

Durante la presentación del plan, Guillermo González, codirector de SINAPRED, destacó la actualización de los planes multi-amenazas, la existencia de más de 4,000 brigadas comunitarias y un sistema de alerta temprana operativo las 24 horas. Aseguró que más de 850,000 personas en el país están expuestas a riesgos de inundación, una cifra que crece cada año.

Sin embargo, el plan no contempla inversiones concretas en obras de drenaje pluvial para la capital. Y en Managua, el problema no es la cantidad de lluvia, sino la falta de preparación para manejarla.

La expansión urbana sin control, cauces obstruidos por basura o construcciones ilegales, la desaparición de humedales y la falta de mantenimiento del sistema pluvial agravan el riesgo. “Prevenir no es solo evacuar. Prevenir también es evitar que el agua entre a las casas”, explica un ingeniero civil que pidió no ser identificado por temor a represalias. “Sin una política seria de resiliencia urbana, no estamos resolviendo nada. No se trata de contar a los que están en riesgo, sino de sacarlos del riesgo”, advierte.

Un año “normal”, pero igual de peligroso

El Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER) ha pronosticado lluvias dentro del promedio histórico para el primer subperiodo lluvioso (mayo a julio). Pero en una ciudad donde incluso una tormenta moderada puede causar inundaciones, la normalidad climática no significa seguridad.

“Con una sola lluvia fuerte se desborda el cauce. No hace falta un huracán para perderlo todo”, dice Margarita, quien ya no cree en planes que no se traducen en acciones concretas.

Mientras las autoridades repiten diagnósticos y despliegan cifras, las comunidades más vulnerables se preparan con lo que tienen a mano: bolsas plásticas, sacos de arena y mucha fe. Porque, en Managua, sobrevivir al invierno sigue siendo una prueba anual sin garantías.

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