La Policía ocultó que una de sus agentes fue quien raptó a bebé en La Mascota
Un expediente judicial al que tuvo acceso DESPACHO 505 confirma la autoría de una agente de la Policía en sonado rapto de una bebé en La Mascota en diciembre pasado. Está siendo juzgada bajo reserva.


- Managua, Nicaragua
- mayo 30, 2025
- 08:00 AM
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La Policía Orteguista escondió la verdad sobre el "rapto simulado" de una bebé de cuatro meses en el Hospital La Mascota, en diciembre de 2024, del cual públicamente solo responsabilizó a la madre de la menor. El falso secuestro, en realidad fue ideado y dirigido por una agente de policía: Jennifer Jasohara López García, de 30 años, quien fue dada de baja y enviada a juicio sin exposición mediática.
La Policía declaró el caso cerrado en un comunicado donde atribuía la responsabilidad a personas y parejas, con una mencion directa a la madre. La institución aseguró que frenó "una actividad manipuladora que involucra a personas y parejas que perseguían sus propios fines (.. ) La Policía Nacional ha descubierto, a través de sus investigaciones y entrevistas, que con la niñita se intentaba engañar y consolidar relaciones de pareja, que aparentemente no eran co-respondidas por una de las partes", informó. Además, señaló que hubo intereses económicos y mencionó un "intento de exigir cobertura de gastos relacionados con la niña".
No obstante, el expediente del caso al que tuvo acceso DESPACHO 505, revela la participación directa de Jennifer Jasohara López García quien -se dice- pretendía hacer creer a su expareja, un capitán, que había quedado embarazada de él y dado a luz.
En la acusación aparecen cuatro personas como cómplices: los padres de la bebé, Evander Antonio Serrano y Lidia Franchesca Bucardo Ventura, de 17 años; así como Samantha Blandón Navarrete y Socorro Ventura Jiménez, esta última tía de la pequeña.
La expolicía enfrenta cargos por trata de personas con fines de adopción irregular, secuestro simple agravado y extorsión. El juicio comenzó el pasado 26 de marzo en el Juzgado Primero de Distrito Especializado en Violencia de Managua, bajo reserva, y está a cargo de la jueza María Fabiola Betancourt.
En la audiencia de apertura de juicio fueron también acusados Blandón, Evander y Ventura Jiménez, mientras que la mamá de la bebé fue remitida a un juzgado de adolescentes, por ser menor de edad.
Así se ejecutó el rapto
Según la Fiscalía, el 17 de diciembre la madre de la niña llegó al hospital La Mascota alrededor de las 10:00 a. m. para fingir una consulta con la niña. Minutos después, le entregó la bebé a la expolicía, quien la sacó del hospital y simuló un robo, tal como habían acordado. A cambio, la expolicía debía pagarle a los padres, que estaban separados y no habían inscrito a la bebé, según la acusación.
Concretado el plan los padres de la pequeña reportaron el caso en la Policía al mediodía y, minutos después, la institución lanzó la noticia a los medios. Lo primero que se conoció es que al mediodía la joven madre se había presentado llorando en la entrada principal del hospital La Mascota y le contó a un vigilante que le habían robado a su hija. Aseguró que una doctora se había llevado a la niña a las 10:20 a. m. para hacerle unos exámenes en el área de cardiología y no la había vuelto a ver.
Al preguntarle porqué buscaba a la bebé casi dos horas después, la madre dijo que la doctora le había dado dos pastillas que la adormecieron. El vigilante y el personal recorrieron todo el hospital en busca de la supuesta doctora y la niña, pero no hallaron ni rastro ni registros que confirmara que la menor recibía atención médica especializada, dice el expediente del caso.
La alarma fue tal que la misma codictadora Rosario Murillo se refirió al caso, repitiéndo en cadena nacional la manipulada versión policial que señala directamente a la madre adolescente de la niña. La funcionaria reportó que se trató de un plan orquestado por la joven con el propósito de obtener beneficios económicos y retener a su pareja.
Sin embargo, en el juicio, la Fiscalía expuso que el día del falso rapto, alrededor de las 4:30 p.m., la expolicía se presentó con la bebé en brazos en el domicilio de una conocida. Le dijo que era su hija y le propuso que la cuidara a cambio de 5 000 córdobas mensuales, argumentando que, por ser agente de la Policía, no disponía de tiempo para atenderla y que el subsidio postnatal ya había vencido.
La mujer identificada en el proceso como testigo Alfa aceptó el trato, pero notó nerviosa a la mujer. Incluso, reveló que ni siquiera quiso darle su número de teléfono. Junto con la bebe, la expolicía le entregó 1,000 córdobas para que le comprara leche y jugos, y antes de irse le dijo que "no sacara en ningún momento a la niña, porque la gente era bien chismosa y el papá se la quería quitar".
La testigo Alfa contó al quedar sola con la bebé le hizo una foto y se la envió a su hija, fue entonces se enteró que la niña estaba siendo buscada por la Policía por una denuncia de rapto, por lo que decidió entregarla en el Distrito 6 en Managua.
Según el relato de la Fiscalía, después de las 7 de la noche, la testigo Alfa entregó a la menor en la estación de la Policía y fue la acusada Samantha Blandón Navarrete quien se encargó de contactar a la mamá de la bebé.