La caída de remesas deja vacíos los bolsillos de los nicaragüenses

El Covid-19 dejará más de 2.4 millones de nicaragüenses viviendo en la pobreza, y alrededor de US$300 millones de pérdidas en remesas.

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  • junio 30, 2020
  • 09:02 AM

El Covid-19 dejará más de 2.4 millones de nicaragüenses viviendo en la pobreza, y alrededor de US$300 millones de pérdidas en remesas.

Los cinco hijos de Yadira Salina, una ciudadana de Nueva Segovia, quedaron sin empleo a raíz de la pandemia de coronavirus que azotó con fuerza la economía de España. Desde entonces, a mediados de abril, dejó de percibir remesas que llegaban mes a mes y que por años contribuyeron a que dejara de considerarse pobre.

“Ya no se puede vivir en Nicaragua, es que hora ya no alcanza ni para los frijoles, el dinero cada día vale menos, los servicios básicos más caros, la comida igual, a nosotros cada día (el Gobierno) nos asfixia más y más”, asegura Salinas.

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Su historia es la de miles de familias nicaragüense cuyos miembros quedaron desempleados en países como Costa Rica, y han visto una merma en sus ingresos.  A eso se le suma que el gobierno de Daniel Ortega ha hecho un mal manejo de la pandemia de coronavirus.

“Cómo me van a mandar si lo pobres (mis hijos) con costo tienen para sobrevivir, yo acá me la rebusco haciendo repostería para vender, gano para medio comer, porque el dinero no da para más”, lamenta Salinas.

Según cifras del Observatorio Ciudadano Covid- 19, hasta el 24 de junio, Nicaragua reportaba un total de 6775 casos soschosos de coronavirus, y un total de 1878 muertos.

El investigador del organismo Diálogo Interamericano, Manuel Orozco,  considera que el impacto económico  de la pandemia para los nicaragüense es significativo.

"No hay una base social social de protección laboral con la que pueden depender, porque el Estado no les está ofreciendo ningún tipo de protección social.  Las personas están dejando de percibir un 10% de ingreso anual, es decir cerca de 30 días reales de ingresos, y eso disminuye la capacidad de resiliencia en  un hogar informal en resistir una crisis económica".

Agrega que las remesas y  el turismo, representan una buena parte del porcentaje del Producto Interno Bruto y si estos factores caen en un 20% que es la proyección para Nicaragua, "el impacto es drástico porque la población deja de percibir ingresos, y por ende deja de consumir bienes y servicios que en su gran mayoría son promovidos por el sector informal".

Por otro lado, advierte que el número de contagios en Nicaragua puede llegar hasta 100,000 casos, debido a la estrategia del régimen de dejar que la  gente contagie, hasta  hacer entrar al país en una curva de normalización del virus.

El especialista considera que no declarar una cuarentena en el país es parte de la estrategia del régimen. “Controlar la pandemia no es rentable para el régimen, desde su perspectiva, es mejor seguir percibiendo un 80% de ingresos de renta y no el 100% de lo que esperaban”, explica.

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Esta medida es contraproducente a corto y mediano plazo dado el “impacto devastador” para el país. Orozco menciona que la inacción de Ortega no hace más  que extender  la crisis  y retardar el  proceso de recuperación económica.

La Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social ( Funides), en un reciente informe destaca que producto de la pandemia, 2.4 millones de nicaragüenses pasarán a vivir en pobreza.

“El país está experimentando un aumento en el desempleo, menos actividad económica y reducción en los salarios,  lo que hará  que más nicaragüenses pasen a vivir en situación de pobreza”, señala Álvaro López analista de Funides.

Ese escenario representa un retroceso para el país, de casi dos décadas, cuando el 46% de la población nicaragüense vivía en situación de pobreza.

El mismo estudio señala que producto de la recesión global disminuirán las remesas enviadas a Nicaragua desde Estados Unidos, Costa Rica, España y Panamá, que  se traduce en una contracción para 2020 de entre 5.1% y 18 %,  es decir unos US$300 millones menos para el país.

El investigador de Funides asevera que la pandemia ha debilitado uno de los pocos pilares que sostenían la económica del país, y que la caída de las remesas representará un golpe duro en el poder adquisitivo de los nicaragüenses, quienes en su mayoría utilizan usan estos ingresos para la adquisición de bienes y servicios alimenticios.

“Las remesas en Nicaragua superan la inversión extranjera directa, y aunque el país desde hace dos años venía arrastrando una crisis sociopolítica, las remesas habían ayudado a que el consumo de los nicaragüenses no se redujera tanto”, explica.

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