Tras cuatro meses de súplicas al régimen arriba a Nicaragua primer grupo de varados en Islas Caimán

Un primer grupo de 66 nicaragüenses que estaban varados en Islas Caimán arribó este viernes al Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino de Managua, luego de cuatro meses de espera en el Caribe, muchos a la intemperie, sin dinero y sobreviviendo de la caridad en ese territorio. 

El Ministerio de Gobernación a través de la Dirección General de Migración y Extranjería confirmó la llegada de manera “ordenada y segura” de 66 nicaragüenses (35 mujeres y 31 varones), que laboraban en distintos cruceros. 

“Cada uno portaba resultado negativo de la prueba PCR en tiempo real para Covid-19, cumpliendo con la Resolución Ministerial 358-2020 emitida por el Ministerio de Salud, quienes en cumplimiento a las medidas sanitarias realizó revisión rigurosa para descartar fiebre o síntomas respiratorios relacionados al Covid-19 y les orientó cuarentena de 14 días en sus domicilios”, indicó Gobernación en un comunicado. 

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Sin embargo, desde el pasado 18 de abril unos 250 nicaragüenses residentes en Islas Caimán tenían planeado regresar al país luego de perder sus empleos a consecuencia de la pandemia del coronavirus.  

En Islas Caimán, dijeron en su momento, vendieron lo que tenían y tras gestiones ante el Gobierno de ese territorio se logró un acuerdo para realizar dos vuelos de repatriación que ya habían sido autorizados por el régimen de Daniel Ortega.  

El mismo día que planeaban volver, el régimen notificó a la aerolínea Cayman Airways su decisión de cerrarles las fronteras, quedando imposibilitados de volver al país. El cierre de fronteras nunca fue notificado oficialmente por el régimen.  

ORTEGA INCUMPLIÓ ACUERDOS Y VIOLÓ LA CONSTITUCIÓN  

El pasado 19 de junio, los connacionales varados en Islas Caimán revelaron que el régimen de Ortega se había comprometido con el Gobierno de las Islas Caimán a dar una respuesta sobre la autorización del vuelo de repatriación para el 11 de junio, pero la respuesta nunca llegó.  

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“Es otro un crimen más de este régimen”, alzó la voz el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh). Según el organismo no solo se trata de una decisión desafortunada, si no de una violación a un derecho humano y a la Constitución. 

El Cenidh recuerda que, aunque se hubiese dispuesto el cierre de fronteras, “no puede negar el ingreso a los nicaragüenses”.