Unión Europea contribuye para que 385 mil ciudadanos tengan agua para afrontar la pandemia en Nicaragua
Más 385 pobladores de la cuenca alta del Río Coco y de la Costa Caribe se han beneficiando con proyectos de agua potable financiados por la Unión Europea.


- agosto 28, 2020
- 07:42 AM
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La pandemia de coronavirus se ha convertido en una presión adicional para las poblaciones que no disponen de agua potable en Nicaragua. No contar con este recurso para practicar el lavado de manos, que es la recomendación básica para prevenir el contagio, profundiza la vulnerabilidad a enfermedades que padecen comunidades enteras.
Como respuesta a esta apremiante realidad, la Unión Europea (UE) y sus estados miembros, en el marco de la iniciativa mundial Equipo Europa, dirigen recursos que a la fecha permite que más de 385 nicaragüenses tengan acceso a agua potable.
El trabajo del Equipo Europa frente al Covid-19 sumó como beneficiarios a los habitantes de la comunidad Sonis-Somoto y otras comunidades de la cuenca alta del Río Coco y de la Costa Caribe.
“El acceso al agua potable y saneamiento es vital para el desarrollo y la salud pública, y constituye uno de los ejes claves de nuestra cooperación en el país. En tiempos de pandemia, nuestra contribución adquiere más relevancia por su impacto directo en la prevención del contagio del Covid-19 y otras enfermedades cuando más lo necesitan los nicaragüenses. Juntos por Nicaragua, logramos algo tan básico y necesario como lavarse las manos, especialmente donde la escasez de agua es más severa”, dijo Pelayo Castro Zuzuárregui, embajador de la UE en Nicaragua.
133,6 MILLONES DE EUROS
La cooperación europea en agua y saneamiento asciende a más de 133,6 millones de euros, aportados por las agencias de cooperación de España (AECID) y Alemania (GIZ).
El Dr. Christoph Bundscherer, embajador de Alemania en Nicaragua, explicó que además de garantizar el acceso inmediato a agua potable para enfrentar la pandemia, "estamos trabajando desde una visión a largo plazo para la buena gestión del agua y su uso para el cultivo; para conservar y proteger fuentes de agua valiosas como el Río Coco que recientemente fue nombrado como Geoparque por la Unesco La idea es fortalecer la capacidad de resiliencia de las comunidades ante los impactos negativos del cambio climático, por ejemplo, a través del establecimiento de áreas de bosques cerca de recursos hídricos importantes”, dijo.
Las acciones, a través de diferentes proyectos, se ejecutan en ocho municipalidades de la cuenca alta del Río Coco: Totogalpa, Somoto, San Lucas, Las Sabanas y San José de Cusmapa (Madriz); Macuelizo, Ocotal y Santa María (Nueva Segovia); Santo Tomás y Acoyapa (Chontales). En la Costa Caribe atienden a poblaciones de Bluefields, Bilwi, y las comunidades miskitas Sisin, Boom Sirpi, Kuakil y Yulu Tingni.
La mejora de los servicios de saneamiento también contribuye a prevenir y limitar el impacto de inundaciones, principalmente en la Costa Caribe, indica la Unión Europea en un comunicado.
NUEVO PROYECTO EN MANAGUA
La UE informó que iniciará la implementación de un proyecto que contribuirá con la mejora de la red de conexión y distribución del servicio de agua en la zona de Altamira-Managua, que beneficiará a pobladores vulnerables por su condición de pobreza o extrema pobreza.
“El agua en este contexto tan difícil es más necesaria que nunca para la salud, el bienestar y la higiene. España hizo ya en el año 2007, una apuesta sin precedentes por este sector de desarrollo con la creación del Fondo de Cooperación para agua y saneamiento (FCAS) para América Latina y el Caribe. España fue, además, el primer cooperante en alimentar el Programa integral sectorial de agua y Saneamiento Humano de Nicaragua (PISASH), impulsando la dedicación de fondos europeos a este objetivo. Nos llena de alegría y fortalece nuestro compromiso con las mujeres y hombres nicaragüenses comprobar que nuestra cooperación de manera sostenida para promover los derechos humanos al agua y al saneamiento comienza a dar sus frutos, y permitirá a muchas comunidades vulnerables del país enfrentar en mejores condiciones los efectos del COVID-19, principalmente a mediano y largo plazo”, manifestó María del Mar Fernández-Palacios, Embajadora de España en Nicaragua.