Ortega admite al BID incapacidad frente al Covid-19: proyectó 5.8 millones de contagios y 23,524 muertes

Un documento del Ministerio de Salud enviado al BID deja en evidencia la precariedad del sistema de salud público que ni siquiera tiene la capacidad para realizar el número de pruebas necesarias. Sin fondos que ayudaran a mitigar el impacto, se hubieran registrado 23,524 muertes por coronavirus.

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  • septiembre 01, 2020
  • 01:15 AM

A seis meses del primer caso de coronavirus en Nicaragua, la administración de Daniel Ortega se vio obligado a admitir ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) su incapacidad para hacerle frente y así evitar una catástrofe sanitaria.  La justificación que hizo ante el organismo multilateral para solicitar US$43 millones desnudó el discurso triunfalista que pregonó el Ministerio de Salud (Minsa) y no solo puso en evidencia la precariedad del sistema hospitalario, sino la incapacidad de la institución para la detección temprana y el seguimiento de casos.

Los datos aportados por el Minsa, y a los que ni siquiera ha tenido acceso la Organización Panamericana de la Salud (OPS), revelan un dramático escenario para el país. Sin ese proyecto millonario, en Nicaragua se habrían registrado 23,524 muertes y 5,880, 597 contagios. Las estadísticas botan el protocolo de preparación y respuesta y otro informe que envió al BID en el que aseguraba que en seis meses, partiendo de marzo, se alcanzarían 813 muertes y 32,500 afectados.

Sin embargo, con los fondos del BID ya aprobados las estadísticas cambiarían, bajando a 97,500 contagios y ,1950 muertes, según el documento “Respuesta inmediata de salud pública para contener y controlar el coronavirus y mitigar su efecto en la prestación del servicio en Nicaragua”. Hasta la semana pasada el régimen informó que hay en el país 4,494 casos y 137 muertes, aunque el Observatorio Ciudadano Covid-19 reportó casi 10,000 casos en todo el país.

El BID aprobó los recursos con el objetivo de contribuir a reducir la morbilidad y la mortalidad por Covid-19 y mitigar los demás efectos indirectos de la pandemia sobre la salud de la población nicaragüense, con énfasis en los más vulnerables. El proyecto, a ejecutarse en dos años, mejorará la detección y seguimiento de los casos; apoyará esfuerzos para la interrupción de la cadena de transmisión y mejorar la capacidad de provisión de servicios.

La pandemia de Covid-19 ha atacado agresivamente la salud y la frágil economía de Nicaragua. Oscar Navarrete / DESPACHO 505

MENTIRAS Y NEGLIGENCIAS

La exministra de Salud Dora María Téllez ve en estas estas estadísticas la admisión de que Nicaragua es el único país de América Latina que no estaba accediendo a recursos, y por lo tanto recurren al BID a solicitar fondos, pero reconociendo, que la capacidad del sistema de salud es insuficiente para atender la pandemia y que no han tomado medidas de prevención, y más bien continúan promoviendo actividades con aglomeración de personas.

“Ortega decía que todo estaba bien, que no pasaba nada, que Nicaragua tenía el mejor sistema de salud del mundo y no presentaron ningún plan y siguen sin plan serio de contención. Ahora que se ven asfixiados sin dinero recurren a pedir , y para eso tienen que justificar, y aceptan lo que todos sabíamos: la capacidad”, valora la titular de Salud en la década de 1980.

REVELA AL BID INCAPACIDAD DIAGNÓSTICA

El documento señala que el Centro Nacional de Diagnóstico y Referencia (CNDR) que concentra el procesamiento de las muestras procedentes de todos los hospitales del país -a las cuales realiza una prueba de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR por sus siglas en inglés), en tiempo real (rT PCR)- solo tiene capacidad de procesar 350 pruebas diarias.

“Sin embargo, considerando el comportamiento epidemiológico de la enfermedad, se debe esperar un crecimiento exponencial de los casos sospechosos, bajo esas condiciones la capacidad del CNDR para procesar mayor cantidad de muestras es limitada por lo que requiere de la habilitación de otros laboratorios, a nivel regional”, dice. Y para alcanzar al 5% de la población de Nicaragua, se requiere realizar unas 54,016 pruebas por semana, para lo cual se necesitaría un mínimo de siete laboratorios trabajando a su capacidad máxima (350 pruebas diarias).

El epidemiólogo Álvaro Ramírez, al respecto, dice que la admisión del número real de pruebas refleja la omisión y la mentira de cuántos casos hay realmente. Auxiliado de documentos filtrados, Ramírez documentó que el Centro Nacional de Diagnóstico realiza entre 250 y 300 pruebas de coronavirus al día. “El Gobierno ha mentido, y esa información no la han pasado a la OMS. No ha habido ningún plan de preparación. Las dimensiones son más serias, la admisión del régimen que no hacen pruebas que se necesitan es grave”, asevera.

Desde su punto de vista, esa solicitud de préstamo, y con el diagnóstico aportado, debió realizarla en marzo, antes que la pandemia se propagara por todo el territorio nacional. “Seis meses después de presentarse admiten que no estaban preparados, ¿Dónde estaba el sistema de salud que iba a vencer a la pandemia? Es una admisión de error, de manejo de salud pública. Hasta ahora dicen que es un problema serio, abren los ojos muy tardes”, cuestiona.

EL RIESGO DEL REBROTE

Los casos de coronavirus han disminuido en las últimas tres semanas. El reporte del Observatorio Ciudadano Covid-19 indica que desde el 5 de agosto, los contagios no han superado los 200 por semana. Esa disminución, adviertieron, no debe ser vista como que el riesgo al contagio ya no existe. En su más reciente informe precisa que entre el 20 y el 26 de agosto registraron 176 casos sospechosos de coronavirus, por lo que el acumulado es de 9,998 contagios. Los expertos prevén que a mediados septiembre e inicios de octubre los contagios incrementen.

Ante el panorama de más contagios, el BID considera crítico fortalecer las capacidades para la atención, detección y el diagnóstico, incluyendo el abastecimiento de pruebas e insumos para la toma, conservación y transporte de muestras. Sobre todo porque entre los 72 hospitales del Minsa -diecinueve destinados a la atención de casos Covid-19- apenas se disponen de 3.184 camas y 148 plazas de Unidades de Cuidado Intensivos (UCI), las cuales "no son exclusivas para ingresos por coronavirus.

Los fondos se ejecutarán baja estricta supervisión de organismos internacionales, entre ellos la Organización Panamericana de la Salud y la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops).

ORTEGA HACE MANEJO POLÍTICO, MINSA NO ACTÚA

Aún cuando Minsa reconoce las graves fallas que ha cometido y la incapacidad del sistema sanitario no hay ningún cambio en el manejo. Sigue sin orientar medidas y haciendo un manejo político de la emergencia sanitaria. Hacia afuera hay admisión de errores, pero hacia dentro se impone un discurso de normalidad, que evita cualquier acción de prevención.

José Luis Borges, vicepresidente de la Unidad Médica Nicaragüense (UMN), dice que desde marzo advirtieron que no había capacidad en el país y, aunque la pandemia ha cobrado vidas de importantes cuadros del orteguismo, no cree que se ejecuten acciones de educación y prevención dirigidas a la población.

“Por lo menos no veo que tengamos más información y se pueda realizar el control epidemiológico deseado. Han hecho un manejo político de la pandemia, han manejado negligente y malintencionada”, considera el médico nicaragüense.

Según el documento, el Minsa no ha preparado un plan de comunicación consistente que pueda tener impacto en la población general, y en el que se establezcan mensajes claves y factores de riesgo, principalmente para mitigar la pandemia y reducir la transmisión comunitaria. La información que difunde la institución rectora de la salud en Nicargua, a seis meses de registrar el primer caso, corresponde a la fase de preparación.

El Minsa ha manejado con secretismo los números reales de la pandemia. Pasó de un reporte diario a uno semanal, mientras que los funcionarios brindan conferencias para medios propagandísticos. Sin embargo, está comprometido con el BID a publicar boletines epidemiológicos semanales, en los que deberá incluir información actualizada sobre el avance del Covid-19.

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