Sacerdote español en zona de desastre: “Bilwi ha sido herida gravemente y aún no tenemos noticias de las comunidades”

El huracán Iota entró a Nicaragua por el mismo sitio que, apenas trece días atrás, había entrado el huracán Eta: Bilwi, Puerto Cabezas, pero con Iota “la furia era mayor”, relata el sacerdote español Javier Pla García, quien se encuentra como misionero en esta zona del país.  

“A las comunidades rurales que (Eta) tumbó, imagino que ahora (Iota) las barrió y Bilwi, Puerto Cabezas, que resistió como valiente el día 3 (de noviembre cuando Eta tocó tierra) hoy ha sido herida gravemente”, reconoce el sacerdote originario de Albacete, España.  

Pla García, quien está a cargo de la parroquia San Pedro de Bilwi, explica que a 13 días que ETA impactara la ciudad, “Iota nos ha vuelto a golpear y con más fuerza”.  

“Aún no tenemos noticias de las comunidades, pero parece que en Bilwi no hay víctimas humanas. El valor de la vida humana es lo primero”, señala el sacerdote español en un escrito compartido por la Arquidiócesis de Managua.  

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ALBERGUES A SU MÁXIMA CAPACIDAD 

En Bilwi, según el cura, los albergues están llenos de gente evacuada de comunidades y de familias que hoy no pueden regresar a sus casas.  

“Estas personas están yéndose a casas de familiares o tienen que permanecer albergadas. Nuestros planes de ayuda tienen que volver al inicio y reorganizarnos. Son muchas casas las que perdieron techo. También nuestro seminario ha sido muy dañado”, describe. 

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Finalmente, el sacerdote español, quien seguirá en la zona tratando de canalizar ayuda a las comunidades, anima al pueblo costeño a levantarse, no desanimarse y ayudarse los unos a los otros.  

Los daños en Bilwi, Puerto Cabezas, por donde Iota ingresó en categoría 4 la noche del lunes con vientos máximos sostenidos de 240 kilómetros por hora, no han sido cuantificados.  

En la ciudad hay fallos del servicio eléctrico, agua potable y telecomunicaciones. En esta zona de desastre los reportes son escasos debido a la dificultad en las comunicaciones. El Gobierno, hasta ahora, no reporta pérdida de vidas humanas en el Caribe Norte.