Ortega al borde del desconocimiento internacional tumba la escasa posibilidad de recuperación económica

Según el Banco Central de Nicaragua, el crecimiento de los depósitos del público, una política fiscal prudente y niveles fortalecidos de reservas internacionales, contribuirán a una mayor recuperación económica en el próximo año. Los economistas urgen una solución política a la crisis y un programa de nación que permita la recuperación de la economía.

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  • diciembre 18, 2020
  • 03:26 AM

Las nuevas proyecciones económicas del Banco Central de Nicaragua (BCN) son más optimistas, pero omiten el panorama político que se pueda desarrollar en 2021. La institución financiera nacional rebajó la previsión de este año de -4.5%  a un rango de -1.5% y -2.5% y ve una mayor recuperación en 2021 que podría ser de 0.5%. La actualización está en sintonía con la que hizo la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides)  que previó este miércoles una contracción de 2.5% en 2020 y un positivo 1% en 2021. 

Según Funides, las proyecciones para 2021 son alentadoras, pero podrían variar. Si el dictador Daniel Ortega no procura reformas electorales que garanticen elecciones observadas y transparentes, se arriesga a que la comunidad internacional lo desconozca. “Lo poco que se pueda mejorar en 2021 se va a venir a desbaratar en los años siguientes y eso nos va a tomar hasta 30 años de volver a las normalidad que teníamos antes de 2018”, dice el  economista y exfuncionario del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Róger Arteaga. 

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En eso también coincide el economista y expresidente del Banco Central de Nicaragua, Mario Arana: “Si Ortega se reelige y no es reconocido por la comunidad internacional veremos resultados desastrosos, desde el punto de vista económico, sería exponer más la economía de Nicaragua. Las oportunidades de atraer inversión se verían afectadas, habrá una relación hostil con Europa y Estados Unidos e impedirá la reactivación del país”.

El Gobierno de Ortega hasta la fecha se ha hecho el sordo a los llamado de elecciones libres que hacen Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea como salida a la crisis sociopolítica que vive el país desde abril de 2018, y más bien en 2020 se empeñó en aprobar un tridente de leyes para silenciar a la oposición (Ley de Regulación de Agentes Extranjero, Ley Especial de Ciberdelitos y reforma a la Constitución para establecer la pena de cadena perpetua), además ha aumentado la represión en la víspera de un año electoral. 

Pese que la crisis sociopolítica sigue sin solución, y de la que depende la recuperación económica, el Banco Central ha adoptado un discurso triunfalista al decir que la economía presenta  un entorno de una mayor recuperación de la actividad económica nacional y mundial después del choque originado por el Covid-19, durante la primera parte del año. “Lo anterior se ha reflejado en un mayor dinamismo en la demanda de exportaciones de mercancías, incidiendo positivamente en actividades claves como el comercio y la industria, y en una mayor estabilidad en el mercado laboral”, dijo Reyes en un conferencia organizada por el BCIE.

Reyes agregó que como resultado de un buen desempeño del sector primario, bajos precios internacionales del petróleo y una política de reducción de la tasa de deslizamiento cambiario, han resultado en la estabilidad de los precios domésticos. “Así, el BCN ha reducido la proyección de la tasa de inflación de 2020 a un rango de entre 2% y 3%, menor a la tasa estimada de 3.7% proyectada inicialmente”, reiteró la institución en un comunicado de prensa. 

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Por otro lado, el banco emisor expresó que en el contexto macroeconómico actual, se destaca el crecimiento de los depósitos del público, una política fiscal prudente y niveles fortalecidos de reservas internacionales, “lo que estará apoyando una mayor recuperación económica en el año 2021”. En esas estimaciones, se presentó a Nicaragua, junto con Guatemala (-1.5), como una de las economías de Centroamérica menos afectadas este año.

Funides destaca cuatro indicadores a tomar en cuenta este 2020: que el crecimiento de las remesas es mayor a lo observado en otros países de Centroamérica; que el consumo muestra una recuperación, aunque todavía es menor al de 2019; que la inversión pública es mayor a la inicialmente planificada en el Presupuesto General de la República; y que las exportaciones de zona franca muestra una menor contracción de lo previsto. 

“Se proyecta que el deterioro de la actividad económica continúe y el país se aproxima a finalizar su tercer año consecutivo en recesión”, dice el Informe de Coyuntura Económica correspondiente a diciembre. Sobre el gasto público el centro de pensamiento proyecta un incremento de 2.2% en 2020: “Aunque se espera una contracción del consumo público en 2.6%, la inversión pública registraría una expansión de 13.4%”.

Los recursos internacionales desembolsados por el BCIE y el Fondo Monetario Internacional contribuirán en la inversión pública en 2021.  Al respecto, Arteaga mencionó que los flujos financieros ayudarán a distensionar la situación financiera y presupuestaria: “Esos flujos son de ayuda presupuestaria, en otros casos son para la pandemia de coronavirus y los huracanes, y eso ayuda a que el Gobierno tenga un respiro”, dijo. 

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Sin embargo, tanto Arana como Arteaga enfatizan que el país primero necesita resolver la crisis, y eso pasa por la vía electoral, y diseñar un plan de nación que garantice una reactivación económica. “No existe un programa de reactivación económica para poder generar de nuevo la actividad económica de la industria, construcción y turismo, y generar empleo, que es la demanda interna, no existe un programa serio de reactivación económica.  Por más esfuerzo que hagan los economistas del BCN y Hacienda, en acciones de tipo económico si no se resuelve el problema político habrá problemas”, dijo. .

Mientras tanto, Arana expone que se necesitan elecciones cuyos resultados sean legítimos, para luego echar a andar un acuerdo nación para reactivar la economía. “Eso puede hacer que haya un despegue y reactive el crecimiento con inversión privada y extranjera, y cambiar el desempeño mediocre, por no decir malo”, cuestionó.

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