Política de represión aumenta la violencia en Nicaragua
El estudio "Violencia e Inseguridad en Nicaragua", a cargo de la especialista Elvira Cuadra identifica un incremento de la violencia en 2020.


- marzo 17, 2021
- 06:05 AM
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Nicaragua es cada vez un país más violento e inseguro. En cifras, la cantidad de asesinatos pasó de 163 en 2019 a 291 en 2020. Un promedio de 22 cada mes. Y el factor detonante y multiplicador de esta realidad ocurrió en abril 2018 cuando Daniel Ortega instauró la política de represión para preservar el poder en el país.
"La política de represión que el Gobierno ha mantenido sobre la sociedad nicaragüense desde 2018 es uno de los factores de riesgo más importantes a la seguridad", señaló la investigadora Elvira Cuadra, en la presentación del estudio "2020: Violencia e Inseguridad en Nicaragua" del grupo multidisciplinario Monitoreo Azul y Blanco que indica que en promedio, en ese año, se registraron 22 asesinatos cada mes.
Cuadra subrayó que esa política de represión se ha convertido en el principal "dinamizador de otros tipos de violencia".
El informe señala que la política de represión del régimen ha transitado por al menos 11 fases desde abril del 2018, cada una con objetivos y características diferentes. En el 2020, esa política se caracterizó por el hostigamiento, vigilancia, amenazados, falta de libre de movilidad, detenciones y juicios arbitrarios a líderes opositores entre otras arbitrariedades.

LAS CIFRAS DE LA VIOLENCIA
La investigadora aclaró que el número de casos reflejados en el informe se basó en asesinatos conocidos a través de los medios de comunicación, ya que en Nicaragua no hay acceso a datos estatales. "Este es un tipo de ejercicio que en estadísticas se llama 'proxy', o de aproximación, y lo que permite es identificar tendencias", explicó.
En el 2019 fueron reportadas 163 víctimas, de estas 140 eran hombres y 23 mujeres, y un promedio de asesinatos de 20.6 por mes.
De las 291 víctimas de asesinatos del año pasado, 244 eran hombres y 46 mujeres y una persona identificada como parte de la diversidad sexual. La mayoría de las víctimas son jóvenes y adultos (56.8 %); personas cuyas edades oscilaban entre los 21 y 40 años.
“Vale la pena llamar la atención sobre la cantidad de menores y adolescentes asesinados, pues representan el 17.4 % de todas las víctimas; un porcentaje que se incrementó en 10 puntos porcentuales respecto al 2019”, indica el informe.
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El total de las víctimas de asesinatos del año pasado se dieron en 264 casos y “los meses en los que se presentaron más casos fueron diciembre con 32 casos (12.1 %); septiembre con 31 (11.7 %) y enero con 27 (10.2 %). Otros meses con alta incidencia fueron octubre, agosto y noviembre. El promedio de asesinatos por mes fue de 22 a diferencia de 2019 cuando fue de 20.6”, expresa el informe.

VIOLENCIA SE TRASLADA A LAS CIUDADES
El estudio refleja que la expansión territorial de los asesinatos: mientras en 2019 se reportaron 101 en el área rural y 40 en las ciudades, el año 2020 cerró con 118 crímenes en el campo y 145 en las ciudades. “Esto indica que el fenómeno de la violencia letal se está extendiendo hacia los centros urbanos”, expuso la investigadora.
Por departamentos Managua concentra el 19.3 % de los casos, seguido de Jinotega (18,2%) y la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur (11.4%), Matagalpa (9.8%), la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (8.7) y Nueva Segovia (7.2%), entre otros.
“Siempre hay un foco particularmente en la zona norte en el triángulo de Wiwili de Jinotega, San José de Bocay y El Cuá que desde el año 2019, muestra una alta incidencia de asesinatos”, añadió.

CARACTERÍSTICAS DE LOS ASESINOS
Cuadra observó que "un porcentaje de los asesinatos (24 %) fue cometido por grupos de hombres, entonces ahí probablemente hay un trasfondo político que no se puede ver en la evidencia que hemos recopilado". No obstante, mencionó que solo el 3.8 % de los perpetradores se identificó algún tipo de vinculación política, y de esos, la mayoría fueron identificados como paramilitares y policías". Sobre ese dato valora dos hipótesis: que la violencia política se está extendiendo a violencia común, o que los asesinatos políticos se están encubriendo "como asaltos o delitos comunes".
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Los delincuentes para cometer los asesinatos utilizaron armas blancas (42.4 %); seguido de armas de fuego (37,1%). El uso de armas de guerra disminuyó con respecto al 2019.
"Aunque se usaron más armas blancas, las víctimas sufrieron múltiples heridas en el 37.1 % y en el caso de las muertes con armas de fuego, las víctimas recibieron múltiples disparos en el 26.1 %. Eso significa que hay un nivel alto de violencia y de saña en contra de la víctimas", reseñó la experta en temas de seguridad.
REPRESIÓN DIMANIZA LA VIOLENCIA
El estudio 2020: Violencia e Inseguridad en Nicaragua" identifica que en la espiral de violencia que experimenta el país desde abril del 2018, además de la represión, influyen otros factores como la existencia de grupos de civiles armados afines a Ortega, el "discurso de odio" que se promueve desde el Ejecutivo, así como las excarcelaciones masivas de reos comunes bajo la ilegal figura de "perdón presidencial".
Cuadra advirtió que la violencia podría recrudecerse debido al contexto electoral, y sobre esto, refirió denuncias de pobladores sobre la activación de las Unidades de Victoria Electoral del FSLN en diferentes zonas así como de otros órganos políticos diseñados para el control y vigilancia ciudadana.
"Están haciendo entrenamiento militar y eso hace suponer que sí vamos a tener incidentes de violencia política en el transcurso del año", alertó la experta.