Pugna entre Ortega y aerolíneas fuerza a que el turismo se contraiga por cuarto año consecutivo

Las aerolíneas siguen posponiendo su regreso a Managua, en tanto el régimen no flexibilice los requisitos. El turismo local no puede sacar a flote a esta actividad económica, dicen empresarios.

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  • marzo 23, 2021
  • 10:48 PM

El desplazamiento interno de turistas locales no es suficiente para que el turismo pueda salir de la mala racha que arrastra desde 2018 por la crisis sociopolítica y la emergencia sanitaria. Y aunque los países de la región abren sus cielos y fronteras para la llegada de viajeros, en Nicaragua, Daniel Ortega impone estrictos requisitos a las aerolíneas que dificultan su regreso, haciendo más difícil la recuperación de un sector cuya generación de divisas depende en gran medida de los extranjeros.

“Los turistas extranjeros son los que más gastan en Nicaragua por su poder adquisitivo”, dice el empresario hotelero Eduardo Hollamann. A finales del año pasado, el sector auguró una recuperación para el segundo trimestre del año, por las vacaciones de Semana Santa, sin embargo esa esperanza se apaga a medida que las aerolíneas postergan la reanudación de sus vuelos con Managua.

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Este marzo, las aerolíneas cumplieron un año de haber cerrado operaciones y ya llevan nueves meses en una pugna con Ortega, pidiéndole que flexibilice las medidas para que el tráfico de pasajero se retome. Este martes, la estadounidense United Airlines sorprendió al anunciar que retomará operaciones a finales de octubre, mientras que American Airlines y Aeroméxico lo harían en mayo. La aerolínea de bajo costo Spirit sigue sin concretar una fecha.

“Ni United, ni American, ni Aeroméxico vendrán en abril”, confirmó a DESPACHO 505, Lucy Valenti, presidenta de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur). Hasta la fecha solo están operando Avianca y Copa Airlines, pese a que el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino reanudó sus operaciones en julio de 2020. La razón por las que las aerolíneas deciden no viajar es que el Gobierno exige presentar un protocolo sanitario con al menos 72 horas de antelación y una lista de pasajeros entrando y saliendo con copia de sus pasaportes entre otros requisitos, algo que dificulta reanudar la conectividad del país.

El turismo nicaragüense también es dinamizado por los viajeros regionales, y tampoco hay esperanzas en que se retome la circulación intrarregional. Costa Rica anunció esta semana que abrirá sus fronteras después de Semana Santa, aunque tampoco hay optimismo en el sector. 

 “Las expectativas que tenemos de tener turismo interregional son muy pocas, especialmente tomando en cuenta que la frontera de Costa Rica continúa cerrada y que la van a abrir posterior a la Semana Santa, (el 5 de abril) entonces eso no nos va ayudar para el flujo de turismo costarricense”, manifestó la líder de los empresarios turísticos Valenti.

Según el Anuario Estadístico del Instituto Nicaragüense de Turismo, en el 2018 vinieron al país 1.25 millones de turistas, de los que  379,216 ingresaron por el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino, es decir el 30.2% del total, frente al 32% de los que llegaron vía Peñas Blancas, es decir Costa Rica; y el 18.7 por ciento por El Guasaule- frontera con Honduras.

La Cámara Nacional de Turismo de Nicaragua (Canatur), proyectó para el cierre de 2020 ingresos por 176.2 millones de dólares, lo que representó una caída estrepitosa del 65.8% respecto a 2019, cuando se generaron 515 millones de dólares. La diferencia es de 339 menos que en 2019.

No obstante, las proyecciones de Canatur son inferiores a las estimadas por el Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur), que proyectó cerrar 2020 con una generación de ingresos por 216 millones de dólares. Según el Índice Mensual de la Actividad Económica (IMAE) presentado por el BCN, los servicios de hoteles y restaurantes tuvieron hasta octubre una drástica caída del 31.8%, a diferencia del sector comercio, que entre enero y octubre acumula un crecimiento de 5.6 por ciento.

Para esta Semana Santa, Valenti cifra sus esperanzas en el turismo interno, debido a que las líneas aéreas no han retomado los vuelos al país. Copa y Avianca operan con frecuencias “reducidas” y está dirigido a un mercado de nicaragüenses que entran y salen del país.

Otro factor que juega en contra del turismo es que debido a la pandemia del Covid-19, muchos países como Nicaragua exigen al ingresar un prueba PCR negativa, lo que incrementa los costos de los viajeros. En el territorio nacional, el costo de las pruebas es de 150 dólares y están centralizadas por el Ministerio de Salud (Minsa).

Ante este panorama, los empresarios apuestan porque el turismo local al menos mantenga con algo de oxígeno a los pequeños negocios. El empresario René Sandino se ha mostrado optimista porque se movilicen los nacionales en esta Semana Santa.  “Sabemos que el turista extranjero va a seguir siendo poco, contados, por los pocos vuelos que están viniendo al país”, expresó Sandino, a la vez que confía que los turistas costarricenses empiecen a llegar al país entre abril y mayo.

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En cambio, Eduardo Hollamann, no está tan optisma: “Si no hay flexibilidad del turismo extranjero,las expectativas son muy malas, con el turismo nacional, en las épocas picos podemos funcionar, pero con el turismo extranjero trabajamos los 365 días del año. Hay un poder adquisitivo mayor, ahora en época normal trabajamos tres días a la semana, en Semana Santa, los 7 días, pero es una decepción porque el turismo nacional se da en ciertas épocas”, valora Hollmann. 

El sector turismo vive desde 2018 un estado de calamidad. La represión policial por parte de la dictadura ahuyentó la llegada de turistas por las que las divisas de un sector pujante, cayeron estrepitosamente. 

Después de generar US$840 millones en 2017 las divisas cayeron a US$400 millones en 2018. Luego en 2019 esta actividad generó US$430 millones y para 2020 se proyectaron US$176 millones. Sería una caída drástica que hizo retroceder al sector a ingresos de 2008.

Con reporte de Nidia López.

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