Productos naturales, la clave del éxito de dos emprendedoras

DESPACHO 505 publica a partir de hoy una serie de microhistorias sobre emprendedores nicaragüenses. Sus relatos dan cuenta del espíritu luchador de ciudadanos que con pequeños negocios impulsan a un país sumido en una profunda crisis económica.

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  • abril 28, 2021
  • 06:57 AM

Matilde Mercedes un día supo que en Bulgaria, Europa, se usaba el aceite de rosas para elaborar productos cosméticos. Así que se puso a investigar hasta que adquirió los conocimientos necesarios para elaborar jabones. 

“No es fácil elaborar un buen jabón, porque se necesitan los materiales adecuados, que, muchas veces, no se encuentran en Nicaragua. Para hacer jabón, hay que conseguir bonitos moldes y mandarlos a buscar fuera del país”, cuenta Matilde.

Ella reconoce que emprender en un negocio propio requiere muchas horas de trabajo y recursos económicos, y ante lo difícil que es en Nicaragua acceder a un crédito, decidió autofinanciar su negocio con una pequeña inversión.  

“El esfuerzo no solo se limita a elaborar los jabones. Para llegar al cliente, hay que tomar fotos y promoverlas en las redes sociales. Contactar a las amistades y familiares para ofrecer el producto”, cuenta. 

Los resultados que ha tenido han sido positivos. Ahora, sus clientes le piden que también elabore jabones faciales hechos de cúrcuma, orégano, romero y arroz.

“Para este negocio, no hay horario. Una vez que se consiguen clientes, me toca ofrecer los jabones para eventos, como el Día de las Madres, para regalos y hasta producir otros jabones orgánicos para ampliar y variar la oferta”, señala.

Brenda González, creadora de Cacao El Encanto.

Una de las claves del éxito, dice, es asociarse con grupos de ventas similares. Actualmente, las emprendedoras se han unido en colectivos de trabajo, o grupos que organizan ferias, y hasta rentan módulos en lugares céntricos de la ciudad de Managua, para exponer los productos.

Otra emprendedora es Brenda González, creadora de Cacao El Encanto, una chocolatería artesanal ubicada en Las Colinas, Managua. Sus productos son hechos a base de cacao y especias, natural y sin aditivos o espesantes. 

“Mi idea surgió para tener ingresos extra en mi hogar, porque soy madre de un bebe de tres años. El camino a iniciar mi propio negocio no fue fácil al principio, porque me tocó iniciar con capital propio”.

González es periodista y es la primera vez que se aventura a un proyecto de este tipo. “Tenemos una línea de fresco de cacao, es una pasta de cacao pura”, insiste. 

“A raíz de buscar una alternativa de trabajo en casa, surgió esta idea, es un emprendimiento emergente que ha tenido éxito”, señala. El proyecto lleva ya más de ocho meses en el mercado nacional.

Tanto Matilde con los jabones de rosas, como Brenda y el cacao artesanal, coinciden en que la clave para triunfar es ser constante: “No dejar de producir y publicar sus productos”. Otro paso importante, agregan,  es mantener una buena actitud y perseverar, aunque no todos los días logren cerrar ventas.

Este artículo forma parte de la serie de microhistorias sobre emprendedores nicaragüenses.

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