Meylin Obregón y su hijo Wilto se reencuentran después de dos meses

Cincuenta y ocho días después de separados, la nicaragüense Meylin Obregón se reencontró con su hijo Wilto Gutiérrez Obregón, el niño de 11 años abandonado el 1 de abril en la frontera entre México y Estados Unidos por traficantes de personas y descubierto por un agente migratorio en un vídeo que se hizo viral.  

La cadena Telemundo captó el momento de este esperado reencuentro después de que el niño saliera este viernes del albergue Casa Padre, en Brownsville, Texas, donde ha permaneció cerca de dos meses, aunque se habían podido ver un par de veces por semana gracias al régimen de visitas del centro. 

“Me siento muy feliz y contenta, pero este es un día muy especial para mí porque por fin me lo dieron. Me sentía contenta en el momento que estaba con él, pero al mismo tiempo triste porque no lo traía conmigo. Hoy fue el día más especial porque no regresé sola, ya regresé con mi niño”, dijo la mujer a Telemundo.  

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Tras la salida del centro, madre e hijo fueron llevados a La Posada Providencia, un refugio para migrantes y solicitantes de asilo ubicado en la localidad texana de San Benito.  

“Estoy feliz porque ya estoy con mi mamá. Fue mucho tiempo sin verla y yo quería estar con ella”, dijo Wilto por su parte.  

EL CASO  

El caso de Wilto se hizo conocido a nivel internacional después de ser encontrado solo llorando en la frontera de Texas en una zona desértica. 

El vídeo tomado por un agente de la patrulla fronteriza que encontró al menor conmocionó las redes sociales y llamó la atención sobre su historia y la desaparición de su madre, quien, según los testimonios de la mujer, estuvo secuestrada en México. 

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Tras varios días desaparecida, Obregón ingresó a Estados Unidos y solicitó asilo con la esperanza de reunirse con su hijo. Pero lo que se pensaba sería un proceso rápido para que el menor se reuniera con su madre se complicó después de que su padre, que reside en Nicaragua, solicitó su custodia, aunque la abogada de la madre afirmó que él había dado su permiso para que la madre emigrara con el menor a Estados Unidos. 

La organización Nicaraguan American Human Rights Alliance, (NAHRA, por sus siglas en inglés), hizo a finales de abril una Petición Humanitaria de asilo para el menor. Mientras que Meylin solicitó asilo por la situación de violencia que vivía en Nicaragua. El organismo explicó que las denuncias de abuso doméstico fueron ignoradas por la Policía Orteguista “quienes están ocupados en ataques represivos a la sociedad, desatendiendo los casos de violencia doméstica, cuyas estadísticas son alarmantes”.