El exilio, la opción de los opositores para ponerse a salvo de la dictadura
La reciente escalada de violencia contra quienes desafían al régimen de Daniel Ortega está empujando a opositores a buscar seguridad en otros países.


- junio 07, 2021
- 11:38 PM
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La política de cero tolerancia desplegada por el orteguismo en las últimas semanas comienza a empujar al exilio a opositores que venían resistiendo acoso, amenazas y violentas acciones policiales. Los excarcelados políticos Byron Estrada, de León, y Lenín Salablanca, de Juigalpa, han salido del país para ponerse a salvo de la dictadura en las últimas 48 horas.
“Esta ha sido la decisión más difícil de mi vida”, dijo Salablanca en un video que comenzó a circular en las redes sociales este lunes.
Frente al terrorismo de Estado lo que le queda a la población que puede es irse, porque en este momento en el país no hay garantías de nada
Juan Carlos Arce
Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca+
Un día antes, Estrada había hecho público su decisión de exiliarse por temor a ser regresado a la cárcel. También para acabar con el asedio y perjuicio económico que le venían ocasionando los allanamientos ilegales a su vivienda, pero principalmente, para intentar revertir la "inestabilidad emocional profunda hacia mi mita (abuela), madre y mis hermanos”, dijo el estudiante que fue expulsado de la Universidad Nacional Autónoma de León por participar en las protestas contra el régimen de Daniel Ortega en abril del 2018.
El exilio es una expresión de la vulneración de los derechos humanos Nicaragua, el cual se agrava en el contexto de la crisis sanitaria por la pandemia del Covid-19, valora Juan Carlos Arce, del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.
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El defensor explica que al hostigamiento policial y parapolicial se suma a la estrategia que tiene el régimen de ahogar económicamente a los opositores, “es decir dejarlos sin medios de vida”, afectando directamente a la familia.
“Todos los espacios democráticos se están cerrando de manera brutal, la violencia política se ha incrementado y vivimos una situación de terrorismo de Estado, y frente al terrorismo de Estado lo que le queda a la población que puede es irse, porque en este momento en el país no hay garantías de nada, de ningún tipo de respeto a tus derechos”, sostiene Arce.
¿OTRA OLEADA DE EXILIADOS?
En 2020, a dos años de la crisis sociopolítica en Nicaragua todavía no resuelta, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) cifró en más de 100,000 la cantidad de nicaragüenses forzadas a huir y a buscar asilo a causa de la persecución y las violaciones de derechos humanos.
Acnur puso en relevancia que pese al cese de la ola de violencia desatada por el orteguismo en 2018 para exterminar las protestas cívicas, estudiantes, defensores de derechos humanos, periodistas y campesinos continuaban abandonando el país, con una media de 4,000 cada mes. Y advirtió: "Sin una resolución a la crisis interna a la vista, desde Acnur, la Agencia de la ONU para los Refugiados, se estima que esta cifra seguirá aumentando".
Sin embargo, durante la pandemia de coronavirus la situación de vulnerabilidad obligó a retornar cientos de nicaragüenses a retornar a un país que permanece bajo un estado policial para imponer la "normalidad".
No obstante, a medida se acorta el plazo para las elecciones generales en las que Daniel Ortega persigue su tercera reelección, el clima de violencia y persecución política presiona a figuras de la oposición y a ciudadanos que viven intimidados por la vigilancia política a todos los niveles.
El Colectivo dice que era un escenario previsto y que una eventual "oleada masiva de personas aún en medio de la pandemia" para preservar su vida, su libertad y para no provocar más sufrimiento a la familia es el camino que muchos terminarían tomando.
ELECCIONES SERÁN DECISIVAS
Campos explica que la gravedad de este escenario depende del resultado de las elecciones del 7 de noviembre. Considera que una reelección de Ortega creará caos y desesperanza.
“Si el dictador no se va viene una situación de incertidumbre muy fuerte y de violencia muy fuerte, porque sí se queda es a costa de un fraude brutal que ya se viene desarrollando, es el peor escenario para Nicaragua en donde mucha gente va a decidir irse del país”, opina Arce.
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Añade que tras el exilio de figuras de la oposición como Byron Estrada y Lenín Salablanca existe un riesgo real, pues “se han convertido en una voz incómoda para el régimen y eso hace que el régimen vaya con todo contra ellos y contra su familia”.
Recordó en el 2018 el régimen de Ortega recetó a los opositores “el cementerio, la cárcel o el exilio”. Y ese es el camino que, según Arce, Ortega está dando a los ciudadanos, sobre todo a la población joven.
Alex Hernández, encargado de la organización territorial de la Coalición Nacional asegura que el flujo de nicaragüenses hacia el exterior no ha cesado, pese a que no sea un fenómeno tan visible como en 2018. Dice que ante la falta de oportunidades y el clima político hostil muchas madres “tienen la esperanza de ver a sus hijos fuera del país”.
“Aquí es una responsabilidad compartida es tanto la situación de persecución del régimen, pero también una responsabilidad de las fuerzas opositoras que aún no hemos logrado dar las esperanzas suficientes a este pueblo como para quedarse luchando”, admite Hernández.