Muertes de migrantes y peticiones de asilo confirman nueva huida masiva de nicaragüenses

En un mes dos nicaragüenses han perecido en el viaje irregular hacia Estados Unidos. Su trágico destino confirma que cada vez son más los nicaragüenses que huyen del país a causa de la crisis económica y la violencia política que impone en régimen de Daniel Ortega.

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  • julio 02, 2021
  • 09:47 PM

El nicaragüense Javier Alexander Rodríguez Silva falleció intentando llegar a Estados Unidos de manera irregular. El hombre de 39 años, originario de La Paz Centro, León, había avanzado hasta territorio mexicano, donde se sumó a más de 150 centroamericanos que pagaron a traficantes de migrantes. Los transportaban en el compartimento de un tráiler y debido a la falta de oxígeno Rodríguez Silva sufrió un paro cardiaco y murió.

El suceso se dio el 28 de junio pasado en la supercarretera Las Choapas-Ocozocoautla, donde el conductor del vehículo abandonó a los migrantes cerca de un retén de la Guardia Nacional, pero antes al parecer les abrió las puertas y muchos salieron huyendo para evitar la deportación.

En junio Wilder Rafael Martínez Valladares, originario de Wiwilí, Jinotega, también pereció en México persiguiendo el llamado "sueño americano". Su cuerpo fue encontrado en una bodega que fue asaltada por grupos armados en Reynosa, en el estado de Tamaulipas.

Antes se conoció que una nicaragüense se encontraba entre las 80 personas que fueron rescatadas por agentes federales del Instituto Nacional de Migración (INIM), en una vivienda del municipio de Amozoc, en Puebla, donde permanecían en condiciones de hacinamiento. Todos tenían el propósito de cruzar la frontera norte y alcanzar a suelo estadounidense.

La tragedia de estos nicaragüenses dan cuenta de un fenómeno migratorio en ascenso que de manera silencioso se está dando en el país, empujado por la crisis económica, social y política que afecta a los más pobres.

CIFRAS DE ASILO CONFIRMAN OLA MIGRATORIA

La abogada Astrid Montealegre de la organización Nicaraguan American Human Rights Alliance, alerta que los ciudadanos que salen de su país por pasos ciegos corren el riesgo a ser víctimas de secuestros, extorciones, violaciones, y hasta la muerte. Añade que en esta época la frontera entre México y Estados Unidos es más peligrosa ya que es verano y en el desierto las altas temperaturas son mortales.

Pero eso no detiene a los migrantes, Montealegre, dice que de enero a mayo de este año hay un incremento de un 670% en las solicitudes de asilo, en enero contabilizaron 575 y para mayo 4,427, según datos que les proporciona el gobierno de Estados Unidos. Aclara que estas cifras no incluyen a los nicaragüenses que se quedan sin solicitar ningún tipo de asistencia humanitaria.

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Montealegre citando cifras de la Organización de Naciones Unidas (ONU), recordó que en el 2018, a raíz de la crisis sociopolítica que vivió Nicaragua, 108 mil nicaragüenses abandonaron el país, la primera parada de los exiliados fue Costa Rica, donde se estima que hay más de 77,000 refugiados; el resto está distribuido entre Estados Unidos, Panamá, España y otros países de Europa.

En Estados Unidos, la abogada explica que los migrantes pueden acogerse a dos tipos de asilos: el defensivo que es cuando entran ilegalmente a Estados Unidos, los detienen, piden asilo y esperan una respuesta ya sea en libertad o en un centro de detención; el otro es cuando la persona entra legalmente a esa nación y luego pide asilo, ese se llama asilo afirmativo.  

La organización Nicaraguan American Human Rights Alliance (NAHRA) tiene reportes de 32 resoluciones favorables de asilo a nicaragüenses que entraron legalmente a Estados Unidos en el año 2018. En el 2019 fueron 319 los casos que avanzaron a Corte. Mientras que los procesos de asilo atendidos en Corte para nicaragüenses que entraron ilegalmente fueron 35 en 2018 y 354 en 2019.

“Calculamos que actualmente en centros de detención hay aproximadamente entre 180 a 200 nicaragüenses esperando sus procesos y tenemos en enero 2021 que entraron a Estados Unidos 575 nicaragüenses, ahorita en mayo 4,427, todos han pedido asilo afirmativo o defensivo y están en proceso”, detalló Montealegre.

NAHRA reporta que la cantidad de nicaragüenses recluidos en centros de detención pasó de 4,014 en 2018 a 14,248 en el 2019. En cuanto a los nicaragüenses que fueron detenidos y luego deportados porque tienen algún tipo de antecedente, en el 2018 fueron 683, esta cifra aumentó a 1,882 en el 2019.  Del 2020 no hay datos disponibles debido a la pandemia del covid-19.

REPRESIÓN EMPUJA A BUSCAR REFUGIO

NAHRA es una organización surgida en 2018, a raíz de la crisis migratoria provocada por la represión en Nicaragua, con el objetivo de brindarle apoyo a los nicaragüenses que huían del régimen. Astrid Montealegre considera que esta nueva ola migratoria también está asociada a la escalada de la violencia política en el país, y que se refleja en la detención de al menos 21 líderes de la oposición, entre ellos cinco aspirantes a la Presidencia.

“El secuestro de varios candidatos de la oposición ha incrementado la migración increíblemente, los nicaragüenses están huyendo porque están recibiendo amenazas, están recibiendo pintas en sus casas, están huyendo porque son expresos políticos o porque son familiares de expresos políticos, entonces ellos vienen a pedir asilo político”, afirma Montealegre.

Opina que la migración de nicaragüenses continuará en la medida que Ortega continúe con la represión a los sectores que le adversan, “esto no tiene fecha, esto no va a terminar el 7 de noviembre” con las elecciones, agrega.

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DIFERENCIA ENTRE MIGRANTE Y REFUGIADO

El Servicio Jesuita para Migrantes (SJM) explica que se existe una diferencia entre migrantes y refugiados, los primeros se trasladan a vivir a otro país por razones económicas, sociales o educativas; mientras que los refugiados son aquellos que salen huyendo por conflictos armados y no pueden regresar a su país porque peligra su vida.

“Uno de los principios fundamentos establecidos en el derecho internacional es que las personas refugiadas no deben ser expulsadas o devueltas a las situaciones en las que sus vidas y su libertad puedan verse amenazadas”, señala el SJM.

A los que deciden migrar este organismo jesuita recomienda hacerlo de manera regular, cumpliendo los requisitos legales de ingreso al país de acogida y los que se han establecido debido a la pandemia.

EL SJM identifica que actualmente la migración de los nicaragüenses es movida en su mayoría por la situación económica, personas que buscan un mejor empleo que les permita mejorar las condiciones de vida de su familia por medio del envío de remesas; pero también por el clima de incertidumbre debido a la situación política.

“Luego, estamos empezando a identificar un grupo de personas que manifiestan su preocupación por la situación sociopolítica del país, la cual consideran inestable, por lo que deciden migrar a países que consideran más seguros”, expone el SJM.

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