Ortega instaura “régimen de partido único de facto”

El dictador recurrió al PLC para darle una estocada a CxL y sacarlo de la contienda electoral. Con la inhibición de la agrupación de Kitty Monterrey, aniquiló por completo la competencia en las generales de noviembre. 

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  • agosto 06, 2021
  • 11:18 PM

El dictador Daniel Ortega, si el menor reparo, ha decidido ir a unas elecciones generales sin competencia alguna, la ha aniquilado este viernes con la inhibición del partido Ciudadanos por la Libertad (CxL), después de que María Haydée Osuna, presidenta del colaboracionista del régimen Partido Liberal Constitucionalista (PLC), interpusiera dos denuncias en contra del partido, con el que una facción de la oposición pretendía competir, y de su presidenta Kitty Monterrey.

Esta semana ha sido crítica para CxL. El Consejo Supremo Electoral (CSE), al servicio de Ortega, inhibió a su candidata a la Vicepresidencia, la Miss Nicaragua 2017, Berenice Quezada, mientras que la Fiscalía la acusó de “proposición y conspiración para cometer actos terroristas”, tras haberse referido a las protestas cívicas de abril de 2018. Ahora, Ortega decidió sacar del juego a CxL al cancelarle la personería jurídica. 

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Al respecto, Luis Carrión, miembro de la agrupación Unión Renovadora Democrática (Unamos, antes Movimiento Renovador Sandinista) Ortega ha puesto el último clavo en el ataúd de las elecciones al quitar personalidad jurídica a CxL y crear un régimen de partido único de facto. El régimen sigue los pasos de Cuba, con la diferencia de que en Nicaragua se ha auxiliado de partidos “zancudos” para sacar del juego a quienes pueden significar competencia.

“El FSLN está convencido de que no puede ganar unas elecciones, sin antes eliminar a su competencia”, reaccionó el movimiento Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN). Así, Ortega ha adelantado los resultados predecibles de noviembre, y condena al país a asistir a votaciones, y no elecciones, en las que él será el único candidato. 

“Ortega cancela ahora el estatus legal de uno de los dos únicos partidos de oposición que logró inscribirse para las elecciones. Los demás partidos de oposición ya habían sido declarados inhabilitados. No hay democracia en Nicaragua y no hay que esperar a las elecciones para averiguarlo”, reaccionó por su parte el exdirector ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. 

CxL había inscrito ante el CSE la Alianza Ciudadanos por la Libertad, en la que estaban la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia y un partido regional del Caribe nicaragüense. Con la cancelación de la personería jurídica de este partido ya suman tres, antes fue al Partido Conservador porque decidió no participar en las elecciones, y al Partido Restauración Democrática, con el que la Coalición Nacional aspiraba a competir en las generales. 

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La decisión de este viernes, también, se suma al empeño de Ortega de eliminar a liderazgos fuertes de la oposición que pongan en riesgo su reelección, pues mantiene encarcelados a siete precandidatos presidenciales: Cristiana Chamorro, Félix Maradiaga, Juan Sebastián Chamorro, Arturo Cruz, Medardo Mairena, Miguel Mora, y Noel Vidaurre, con excepción del último todos punteaban en las encuestas. 

Aunque la comunidad internacional ha presionado a Ortega para que garantice elecciones libres, transparentes y observadas, ha hecho todo lo contrario. Aprobó una reforma electoral a su medida, pese a un ultimátum de la Organización de Estados Americanos (OEA) para que implentara cambios integrales al sistema electoral de Nicaragua, como la modernización y reestructuración del CSE para garantizar que funcionara de forma totalmente independiente, transparente y responsable.

Ante la negativa de Ortega la OEA y su secretario general, Luis Almagro, advirtieron que Nicaragua se encaminaba “a las peores elecciones posibles”. El 6 de mayo pasado, el organismo continental dijo que  las reformas realizadas a la Ley Electoral evidencian la falta de voluntad del régimen - así como de algunas fuerzas políticas – "de tomar acciones en pro de la democracia y de la expansión de derechos políticos y civiles de la población nicaragüense".

A la farsa electoral, como le llama la oposición a los comicios, han asistido seis partidos que colaboran con el régimen. El pasado lunes, inscribieron fórmulas presidenciales desconocidas y sin experiencia política que en todo momento evitaron referirse a las recientes sanciones de la Unión Europea. Ortega busca candidatos que no cuestionen su deriva autoritaria ni recuerden la Rebelión de Abril.

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