Régimen ha debilitado la capacidad del Minsa, por eso no logra acelerar vacunación contra el Covid-19

Nicaragua ha recibido más de dos millones de vacunas, pero en ocho meses de jornada no ha podido aplicar ni la mitad. El régimen ha desmantelado la capacidad organizativa del Minsa, advierten.

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  • octubre 03, 2021
  • 01:54 AM

Nicaragua va a la cola entre los países latinoamericanos en la aplicación de la vacuna contra el Covid-19. Tras ocho meses del inicio de la jornada de vacunación apenas el 8 por ciento de la población ha recibido al menos una dosis, muy lejos del 80 por ciento que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) para poder alcanzar la inmunidad de rebaño.

La baja tasa de vacunación sería producto del manejo que Daniel Ortega y Rosario Murillo dan al Ministerio de Salud. Según una experta en salud pública, el régimen ha desmantelado la capacidad organizativa y de planificación del Minsa para convertirlo en un órgano de agitación política.

De acuerdo con un reporte de la plataforma digital de investigaciones internacional Expansión/Datos Macro.com, que fue dado a conocer el 27 de septiembre, las autoridades sanitarias de Nicaragua habrían aplicado, hasta esa fecha, un total de 788,502 dosis a 502,324 personas. Del total de inmunizados, solo 286,178 tienen el tratamiento completo, es decir, dos dosis, lo que representa el 4,38 por ciento.

En total el porcentaje de personas con al menos una dosis alcanza 7,49 por ciento. La OMS recomienda una cobertura de inmunización del 80 por ciento de la población, Nicaragua está muy lejos de alcanzar esa meta.

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El número de vacunas aplicadas no representa ni el 50 por ciento del total de dosis recibidas como donación a través del Mecanismo Covax, principalmente de España. Según cifras oficiales, el régimen Ortega-Murillo ha recibido, hasta el 30 de septiembre, aproximadamente 2 millones 62 mil 900 vacunas entre donadas y compradas.

LOS ORTEGA MURILLO DESMANTELARON CAPACIDAD DEL MINSA

La experta en salud pública Ana Quirós, exdirectora del Centro de Información y Servicios de Asesoría en Salud (Cisas), opina que la "pésima" estrategia de inmunización contra el Covid-19 en Nicaragua es culpa de los gobernantes.

Según Quirós, el Minsa siempre fue una institución con grandes capacidades de respuestas ante crisis sanitarias y con una muy eficiente organización y planificación. Sin embargo, esas cualidades institucionales fueron "desmanteladas" por la dictadura Ortega-Murillo a punta de represión y en un afán de convertir ese ministerio en un instrumento de propaganda política.

"Nicaragua históricamente ha demostrado su capacidad de un sistema de salud que, acompañado por distintos espacios de participación ciudadana, logró vacunar masivamente en todo el territorio nacional", dijo la especialista en salud pública.

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El gobierno de Daniel Ortega ha politizado la aplicación de la vacuna contra el Covid-19.

Recordó que desde los años 80, en la década de los 90 y a inicios del 2000, el sistema de salud de Nicaragua, con mucho menos personal, con una infraestructura menos habilitada, en 3 o 4 días lograban vacunar al 75 por ciento de la población.

Señaló además que en el contexto actual, aunque se requiere de una red de frío extensa, Nicaragua tiene cierta capacidad, tanto en la red de enfriamiento necesaria como en capacidad humana, no solo con el personal de salud contratado sino en el personal de apoyo y comunitario.

"El problema ha sido el debilitamiento voluntario de parte de las autoridades de salud, del elemento humano, despidiendo a profesionales con mucha experiencia. Han nombrado en cargos claves a personas por afinidad política más que por calidad técnica profesional. Han debilitado la articulación del sistema a partir de la represión", criticó Quirós.

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En el contexto actual la exdirectora de CISAS señala que el Minsa no tiene una clara planificación y estrategia de vacunación. Comparó que en otros países, ese proceso es reforzado por las universidades, los comités de emergencia y el acompañamiento de los medios de comunicación, pero en Nicaragua todo esto ha sido desmontado por el Gobierno y la politización que ha contribuido al debilitamiento de la planificación y organización del sistema de salud.

"Para que Nicaragua tuviera una vacunación efectiva y ordenada, en primer lugar debería tener un plan de vacunación que integre no solo a los hospitales, a los centros de salud, sino también a sistemas móviles de vacunación. Sobre todo porque hay áreas rurales como en la Costa Caribe que solo pueden ser alcanzadas con unidades móviles", recomienda.

Asimismo, explicó que la atención en salud de Nicaragua estaba muy bien organizada, con 18 instancias locales llamadas Sistema Local de Atención Integral en Salud (Silais), los que tenían cierta autonomía y planificación independiente, según sus propias condiciones territoriales y poblacionales, sin embargo, en un afán de control absoluto y de politización de todas las instituciones, lo Ortega-Murillo deshicieron todo, incluso las redes de colaboradores comunitarios que eran muy efectivas en las jornadas de salud.

"En Nicaragua la población quiere vacunarse y lo ha demostrado con las movilizaciones a los centros de vacunación, lo que hace falta es organización, voluntad gubernamental y planificación, y que dejen de politizar ese tema", argumentó la experta.

Analizó que, al ritmo que va el proceso de vacunación sumado al desorden y la improvisación con que el Minsa realiza la jornada, el país no está en ruta de cumplir la meta del 80 por ciento de la población inmunizada.

El pasado 30 de septiembre, la ministra de salud, Martha Reyes, informó Minsa tiene el objetivo de vacunar contra el Covid-19 a los jóvenes de 18 años a más, sin embargo, esto dependerá de la “disponibilidad de vacunas”.

“Eso va ir en dependencia de la disponibilidad y de la cobertura de las poblaciones que vamos definiendo, mientas más acceso tengamos a las vacunas pues vamos cumpliendo con la meta del grupo 30 y más años. Eso deja la oportunidad para bajar a otros grupos de edades. El objetivo es cubrir hasta el grupo de 18 con las vacunas disponibles que solamente una está recomendada en grupos menores y especiales”, dijo la ministra a medios oficialistas, pero no brindó fecha o detalles de cuándo podría iniciar esa jornada y con qué tipo de vacuna será aplicada a ese grupo poblacional.

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