Más sanciones y expulsión de Nicaragua en la OEA: las recomendaciones de Crisis Group tras elecciones amañadas
En el contexto actual de Nicaragua, Crisis Group considera que la presión internacional será clave y más efectiva después de noviembre para volver a sentar a Ortega a negociar y resolver finalmente la crisis.


- octubre 08, 2021
- 05:40 AM
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La Unión Europea (UE) debe trabajar con Estados Unidos, Canadá y otros gobiernos para preparar una respuesta “firme y coordinada” si las elecciones generales del 7 de noviembre en Nicaragua no cumplen con los mínimos estándares internacionales, recomendó este viernes la International Crisis Group.
Esa respuesta debe incluir la ampliación del marco para la imposición de sanciones existente, introducir medidas específicas contra personas, empresas e instituciones que contribuyeron significativamente a la represión relacionada con las elecciones.
“Adicionalmente, Bruselas y los Estados miembros deben explorar con la OEA la posibilidad de iniciar el proceso para la suspensión temporal de Nicaragua del sistema interamericano si se da la interrupción del orden democrático del país por parte de Ortega”, indicó la organización en un informe divulgado este viernes.
Crisis Group se encarga de analizar los grandes conflictos mundiales. Desde abril de 2018 ha seguido de cerca la crisis nicaragüense y ha realizado varias visitas al país.
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Tras el encarcelamiento de aspirantes presidenciales y líderes opositores de alto perfil, la eliminación de personería jurídica a partidos políticos y la persistente violación a las libertadas ciudadanas por parte del régimen de Ortega, consideran que la comunidad internacional “deben intensificar su involucramiento con Nicaragua”.
“Si bien hay poco o nada que los actores externos pueden hacer para cambiar la estrategia electoral actual de Ortega, mantenerse al margen tampoco es una buena opción. Abstenerse de criticar la creciente represión o imponer costos si se amañan las elecciones enviaría una señal peligrosa y aumentaría el riesgo de que otros líderes latinoamericanos recurran a tácticas antidemocráticas desestabilizadoras en sus propios países”, advierten.
SANCIONES SERÍAN MÁS ÚTILES DESPUÉS DE NOVIEMBRE
Crisis Group señala que imponer sanciones adicionales antes de las elecciones, por otra parte, podría alimentar la ira de Ortega y los ataques a la oposición en lugar de aplacarlos.
"Una vez que se hayan llevado a cabo las elecciones y él haya logrado sus objetivos, es probable que los cálculos del presidente sean diferentes y que las herramientas de presión resulten más útiles”, destaca.
Pero la Unión Europea y sus socios, incluido Estados Unidos, deben calibrar las medidas que adopten para mitigar su posible impacto humanitario, particularmente a la luz de la debilitada economía nicaragüense.
En especial, agrega la organización, deben abstenerse de expulsar a Nicaragua de los acuerdos de libre comercio, tal como el acuerdo de asociación de la UE y el Tratado de Libre Comercio de Centroamérica (CAFTA), lo que afectaría gravemente a la economía del país, orientada a la exportación, y podría estimular la salida de migrantes a un ritmo aún mayor.
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Las sanciones tras la consumación de un fraude electoral producto de la falta de garantías mínimas, servirían además para presionar a Ortega y que vuelva a negociar con la oposición.
¿UN DIÁLOGO PARA QUÉ?
Estados Unidos, la Unión Europea y los estados miembros de la OEA, recomienda Crisis Group, deben elaborar una hoja de ruta sobre cómo Ortega puede revitalizar las relaciones diplomáticas en declive, incluida una eventual reintegración al sistema interamericano (en caso de que Nicaragua sea suspendida) y el levantamiento de sanciones.
Las exigencias al régimen en ese eventual diálogo deberían centrarse en el cumplimiento de los acuerdos alcanzados con la Alianza Cívica en marzo de 2019, incluyendo el respeto a los derechos civiles y políticos y la liberación de los presos políticos; el regreso a Nicaragua de organismos internacionales para los derechos humanos, y la reanudación de las conversaciones con la oposición.
Estos objetivos deben coordinarse con otros Estados interesados, y todos deben dejar claro que su objetivo es persuadir a Managua para que ponga fin a la represión y reanude las conversaciones con la oposición.
“En cuanto a futuras negociaciones entre el gobierno y la oposición, estas deben tener como objetivo no solo enfrentar la emergencia humanitaria del país y lograr reformas electorales, sino también forjar un acuerdo de convivencia política que les permita a las dos partes comenzar a superar su enemistad”, concluyen.