Dictadura fortalece su brazo represor con la incorporación de 1.000 policías

La Policía Orteguista supera los 20,000 uniformados. Para Elvira Cuadra, la institución ya no dedica su actividad a la seguridad pública sino a la represión.

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  • octubre 15, 2021
  • 08:04 AM

La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, en medio de la crisis sanitaria y económica que vive el país por la pandemia del Covid-19, continúa fortaleciendo su principal brazo represivo, la Policía Orteguista. El pasado 14 de octubre graduó a más de mil nuevos efectivos que pasaron a engrosar las filas de esa institución señalada de cometer violaciones a los derechos humanos de los nicaragüenses.

Con esta nueva promoción — en la que se graduaron 1.048 nuevos agentes, de los cuales 700 son hombres y 448 mujeres, realizada en la Academia de Policía Walter Mendoza — la institución policial alcanzaría cerca de los 20 mil efectivos, de acuerdo con el análisis de la experta en temas de seguridad y exdirectora del Instituto de Estudios Estratégico y Políticas Públicas (IEEP), Elvira Cuadra.

En el acto de graduación, presidido por el comisionado general Jorge Cairo Guevara, director de la Academia, el jefe policial orteguista tomó promesa de ley a los graduandos que en formación juraron lealtad “a la patria y a la revolución”. Según el comisionado general Aldo Saenz, uno de los subdirectores generales de esa institución, aseguró que son 17 mil efectivos los que integran ese cuerpo policial.

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Aunque los jefes policiales aseguraron que los nuevos agentes recibieron formación en temas de derechos humanos, cultura de paz, equidad de género y protección al medio ambiente, para Cuadra, en realidad la formación que reciben los nuevos policías está cargada de entrenamiento en tácticas militares represivas y adoctrinamiento político para servir fielmente a los intereses del régimen y a su política de represión. 

Sheika Kelisha Hodson, quien se graduó como primer expediente en el recién finalizado curso, en su discurso leído en el acto, dijo que los nuevos agentes de la policía orteguista se comprometen “a cumplir fielmente las leyes de Nicaragua y a proteger los derechos y garantías del pueblo Nicaragüense”.

Contradictoria con el discurso oficial, de acuerdo con el análisis de Cuadra, la Policía en Nicaragua ya no dedica sus actividades al tema propiamente de seguridad pública sino a la represión por lo que dedica todos sus esfuerzos a mantener vigilancia sobre la población para evitar expresiones de protesta por el descontento popular contra el régimen. 

“La Policía no dedica sus actividades a funciones de Policía sino que están más enfocados en la política de represión y dedican todos los recursos necesarios para cumplir esa misión que les han impuesto”, refirió Cuadra.

El comisionado general Sáenz, tras decir que los nuevos uniformados contribuirán a los “altos niveles de seguridad con los que cuenta el país”, siguiendo el discurso de la pareja presidencial, mencionó que garantizarán esa paz “que pretenden robárnosla”.

En cuanto a la preparación que reciben los agentes policiales, Cuadra afirma que no se corresponde con el tipo de institución que es o debe ser. “Hay un componente fuerte de adoctrinamiento político porque es uno de los instrumentos que utilizan para mantener la cohesión que necesitan para que actúen de la manera que actúan, en correspondencia con la política de represión que ha impuesto el Gobierno. El componente político es muy fuerte”.

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“La Policía en Nicaragua pasó de ser una institución pública y estatal que tenía un carácter nacional antes del 2018 a transformarse en un aparato de represión. Es un aparato de represión”, insistió la analista de seguridad.

La Policía es es principal brazo represivo de la dictadura Ortega-Murillo. Foto: Internet.

En el 2020, el régimen Ortega-Murillo graduó tres cursos básicos, en la academia policial con los que incorporó a las fuerzas represivas a 2 mil 472 agentes. Según los datos publicados en los anuarios estadísticos, esa institución, hasta ese momento superaba los 19 mil hombres en sus filas, sumados a los más de dos mil en el presente año, la cifra sería de aproximadamente 21 mil uniformados.

Sin embargo, Cuadra explica que ese número podría ser un poco menor tomando en cuenta que nunca publican cuántos agentes causan baja cada año por retiro, enfermedad, deserción u otros motivos.

En la última graduación del 2020, el director de la Academia, Jorge Cairo Guevara, ajustándose al discurso que usa la vocera del régimen Rosario Murillo, expresó ante los graduando que "vamos a ser la pesadilla para quienes pretendan atentar contra la tranquilidad, la seguridad y la paz de nuestro pueblo" y acto seguido gritó: "Ante la patria y la revolución (sandinista)" y los nuevos policías contestaron «lealtad, lealtad, lealtad».

Eso confirma lo dicho por Elvira Cuadra con respecto al alto grado de adoctrinamiento político con el que son entrenados los policías en Nicaragua.

El régimen de Daniel Ortega, desde su llegada al poder 2007, empezó un proceso de fortalecimiento y de adoctrinamiento de los miembros de la institución de seguridad pública, para garantizarse fidelidad. En ese sentido, Ortega, en septiembre del 2018, en medio de rebelión popular nombró como director general a su consuegro Francisco Díaz Madriz.

Antes de que Ortega asumiera el Ejecutivo en el 2007, la institución policial estaba integrada por 8 mil 876 agentes entre operativos, de tránsito y administrativos, según los anuarios policiales que hasta ese momento eran públicos. Sin embargo, ya para el 2014, contaba con 13,549 efectivos. El crecimiento de las fuerzas policiales siguió en ascenso y para el 2017 la cifra aumentó hasta 15,479 efectivos.

En el 2018 el número de policías descendió a 14,946, según el libro estadístico anual de esa institución de ese año. Esto pudo deberse a deserciones de efectivos que no quisieron participar de la represión, consideran analistas.

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Con el reclutamientos de los últimos años, el principal brazo represivo de la dictadura tenía en el 2020 19,358 policías, equivalentes al 118.09% más, con relación al número de policías que había en 2007, cuando Ortega asumió el mando del gobierno.

Según el Presupuesto General de la República, para el 2021, que es año electoral, la Policía recibe un total de 3 mil 760 millones 460 mil córdobas del erario.

Al respecto, la exdirectora del IEEP afirma que a partir del 2018, el régimen ha fortalecido su política de represión y ha destinado más recursos humanos y de presupuesto para que la institución policial desempeñe esas funciones represivas, además de las funciones de Policía propiamente dichas.

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