Max Jerez, "el villano" de las buenas notas sabía que lo declararían culpable

Fue el mejor alumno por dos años consecutivos en la Upoli y uno de los 10 mejores estudiantes del Consejo Nacional de Universidades, CNU

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  • febrero 12, 2022
  • 02:39 AM

Hay dos cosas que Max Jerez pudo hacer antes de ser detenido aquel lunes 5 de julio del año pasado: grabar un video para informar su secuestro y llamar a su madre y pedirle que “fuera fuerte”. Su madre intentó serlo hasta el último segundo de su vida y el video sigue siendo visto aunque han pasado 221 días.

Este viernes, Max escuchó un fallo judicial que no le sorprendería. “Él sabe que lo van a declarar culpable”, dijo una prima que junto a su madre se han hecho cargo de que Max sepa que hay una familia fuera de los barrotes que lo esperan libre pronto.

La vida de Max pudo ser más fácil. Tenía notas envidiables en la universidad y tanto talento para la música que antes de graduarse se ganaba la vida impartiendo clases en la Casa de los Tres Mundos, de Granada. Su prima dice que soñaba con tener su propia academia y de seguro le habría ido bien, porque es del tipo que todo lo que se proponía lo lograba.

Pero Max no quiso ver a otro lado, cuando los muchachos de su generación quisieron cambiar el rumbo del país y enfrentarse a los desmanes de un gobernante que hacía ajustes para atornillarse al poder con esposa e hijos incluidos. Se unió a las protestas de abril de 2018 y ahora, la dictadura quiere vengarse de él.

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CON BUENAS NOTAS

Max Issac Jerez Meza nació el 19 de octubre de 1994 en Managua. A los 13 años, el hijo único de Heydi Meza, la hizo sentirse la mujer más feliz de esta tierra. Al pequeño Max lo llegó a entrevistar una televisora atraída por la historia de un niño que impartía clases de música a todo un barrio.

A doña Heidi Meza, quien falleció el viernes 17 de septiembre del año pasado sin poder abrazar a su hijo desde su detención, se le vio en ese reportaje robusta y llena de vida. Dijo que le preocupaba que “el niño fuera a la escuela, estudiara y diera clases”. Creía que el pequeño Max se exigía demasiado, pero poco podía hacer porque “así nació”.

Un lampiño Max se defendió en el reportaje diciendo que “no le afectaba y que no bajaba su rendimiento en la escuela” por nada del mundo.  Para Max, el asunto de las buenas calificaciones era algo que se tomaba en serio.    

Y era cierto. Max Jerez, obtuvo buenas calificaciones primero en primaria y después en secundaria en el Instituto Douglas Sequeira, ubicado en Managua. Y al llegar a la universidad también destacó. El ahora prisionero político ingresó a la que hasta hace poco fue la Universidad Politécnica de Nicaragua, Upoli, para estudiar Ciencias Políticas y Gestión Pública. Al finalizar sus primeros semestres el Alma Mater le estaba entregando placas de mejor alumno.  

En la casa del líder universitario, yacen encuadradas las fotos un Max Jerez feliz, portando su banda de excelencia académica y recibiendo los reconocimientos de parte de las autoridades universitarias. ¿Cómo se puede creer que un excelencia académica sea un delincuente? No, no es así”, reclama la prima del prisionero político al conversar con DESPACHO 505 horas antes de conocer el fallo en su contra.

AQUEL 18 DE ABRIL

Cuando las protestas universitarias estallaron en apoyo a los jubilados del país a quien el régimen Ortega-Murillo quería sacarles lo poco que reciben como pensión con unas reformas casi brutales e inmorales, los compañeros de Max sabían que él ya tenía un bando. Tras discutir la crisis primero en las aulas, pasaron a la acción y se unieron a las protestas.

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A Jerez se le vio en la manifestación de Camino de Oriente, el 18 de abril de 2018, de donde escapó al linchamiento de turbas y policías progobierno. Alrededor de Max, varios estudiantes de Upoli propusieron tener un movimiento estudiantil y así fue, Max de inmediato se puso al frente de la organización al que bautizaron como Alianza Universitaria Nicaragüense, AUN.

Pero Max era solo un estudiante más en rebelión cívica, hasta que su rostro empezó a verse en las televisoras que transmitían el fallido Diálogo Nacional que buscaba detener las masacres gubernamentales de abril. El profesor de música, formaba parte de una estructura que con banderas y pancartas enfrentaban un régimen que utilizaba armas y tiraron a matar. Fueron temidos por unos, admirados por otros y claro, odiados por el poder.

LA NOCHE QUE SE VOLVIÓ MÁS OSCURA

La opositora Marcela Guevara de la Unidad Azul y Blanco, dice que quienes tomaron la decisión de luchar por la democracia en Nicaragua, estaban claros que ir a prisión, era una amenaza con la que había que lidiar. "La dictadura ha dejado claro que utilizará lo que sea para reprimir", denuncia.

Max y su mamá, doña Heydi Meza, q.p.d. Cortesía

A Max se lo llevaron el día que también secuestraron a Lésther Alemán, a los líderes campesinos Medardo Mairena, Pedro Mena y Freddy Navas. La Policía informó solo al día siguiente, el 06 de julio sobre sus detenciones. La familia de los detenidos no pegaron los ojos la noche anterior pensando en la suerte de los secuestrados.

Según la nota de prensa No. 181-2021 que emitieron, a los estudiantes se les acusaba de ser supuestos “cabecillas de toma y destrucción” de la Upoli y la UNAN-Managua, donde supuestamente “cometieron delitos de robo con intimidación, secuestros, lesiones graves, violaciones, extorsiones, destrucción y daños múltiples, durante el fallido intento de golpe de Estado en el año 2018”.

¿Max Jerez involucrado en robos con intimidación, secuestros y violaciones? Pero no paraba ahí, el comunicado le atribuía otros delitos, los que fueron creados en diciembre de 2020 a la medida de los rebeldes de aquel abril.  Se les acusaba también de “realizar actos que menoscaban la independencia, la soberanía, y la autodeterminación, incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos y pedir intervenciones militares”, apuntaron.

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Jerez fue el arresto número 26 que acumuló para esa fecha el régimen Ortega-Murillo, desde que inició una cacería que inició a finales de mayo y que se extendió por todo junio y julio, en el año que el país iba a elecciones generales el 07 de noviembre.   

Max Jerez fue el mejor alumno de la Upoli por dos años consecutivos y uno de los 10 mejores estudiantes del Consejo Nacional de Universidades, CNU, pero la Policía vio en él otra cosa. “No creo que alguien crea todo lo que han dicho en su contra”, dice su prima.

La familia de Jerez duda que este viernes haya para él un fallo que lo favorezca. “Es imposible, sería un milagro”, dice el familiar. “Lo que hemos visto nos dice que nada bueno habrá. Solo esperamos verlo libre y eso será un día no muy lejano”, aseguró.

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