Coyote engañó a la familia del nicaragüense ahogado en el Río Bravo enviándole una foto como si ya estaba en Estados Unidos

La víctima se ahogó la misma noche que pereció la esteliana Neyling Rizo Gutiérrez, con quien viajaba junto a dos mujeres más.

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  • marzo 25, 2022
  • 09:40 AM

El cuerpo del nicaragüense Edgar Josué Centeno Palacios, de 27 años, fue encontrado flotando en las aguas del Río Bravo y llevado a una morgue de Texas, mientras su familia en Nicaragua, dormía con la idea de que él había cruzado a Estados Unidos y esperaban que pronto les hablara desde el otro lado.

El coyote que contrató para la travesía, por la que pagó 4 mil 500 dólares, le envió a su familia una foto en la que aparecía junto a tres nicas más supuestamente a salvo en Estados Unidos. “Todo fue un engaño perverso”, dice a DESPACHO 505, Ivania Rodríguez esposa del infortunado.

La foto se las hizo llegar el coyote cuando Rodríguez, lo llamó preocupada al no saber nada más de su esposo, varios días después de aquella trágica noche que le anunció vía teléfono que se disponía a cruzar el río, que después, “si todo salía bien”, le llamaría al salir del centro de detención donde según habían planeado se entregarían. Pero eso nunca pasó.

Rodríguez sospechó de la tragedia la noche del día 09 de marzo, cuando supo que la esteliana Neyling Rizo Gutiérrez no lo había logrado y se ahogó cruzando el río. Edgar Josué, le había dicho que viajaba con ella y dos nicaragüenses más, y que las tres habían contratado al mismo coyote.  Días antes Rodríguez habló con el coyote y este le envío la foto y le dijo: "Entregados y cruzados".

Edgar Josué Centeno Palacios, de 27 años.

INCERTIDUMBRE Y CONFUSIÓN

Edgard Josué era ingeniero agrónomo, graduado con buenas notas de la anulada Universidad Católica del Trópico Seco, Ucatse, ahora con otro nombre en Estelí. Nacido en Condega, llegó a tener su propio negocio de venta de agroquímicos, pero las malas ventas lo llevaron a pensar que era tiempo de emprender otro camino.

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Habló con Ivania, con quien tenía una relación de pareja desde hace dos años y acordaron que el viaje se haría el 16 de febrero. Tras pasar casi un mes en México, el coyote les dijo que el cruce se haría día 5 de marzo. “Ese día como a las 7:00 de la noche fue la última conexión, estaban a la orilla del río, ahí me contó sobre Neyling y las otras dos muchachas, claro nadie imaginaba la tragedia”, relata la esposa del fallecido.  

Le explicó que el punto escogido por el Coyote era el lugar conocido como Piedras Negras una zona muy conocida últimamente no solo por los frecuentes cruces, sino por los resultados trágicos, pero para quienes hacen la travesía, solo es un lugar más de los tantos peligrosos que recorren camino al sueño americano.

Edgar Josué Centeno Palacios y su esposa, Ivania Rodríguez. Cortesía

Tras el adiós, vinieron las recomendaciones de cuido y las lágrimas. Rodríguez dice que no olvida el tono de su voz nerviosa, pero optimista. “Es duro esto, no se imagina”, dice a DESPACHO 505. Y vino el silencio. Pasó cuatro días sin saber de él, y espero hasta que la trágica noticia de Neyling, la hizo pensar en lo peor y comenzó a indagar qué pudo haber pasado.

La foto del coyote ya no le dio tranquilidad. Y pidió ayuda al familiar que esperaba a Edgar Josué del otro lado. Se contactaron con oenegés que ayudan a migrantes y un reporte periodístico de un medio mexicano publicado el 10 de marzo la hizo temer lo peor. La noticia decía que cuatro personas de origen nicaragüense que intentaron cruzar fueron arrastradas, una mujer se ahogó y un hombre luchó por salvar a dos del grupo, pero que él no pudo salvarse y le habían perdido el rastro en las aguas del temido río.

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“Todo era confuso, la foto del coyote, la noticia de Neyling, la noticia esa, aquí no sabíamos nada y el coyote pedía esperar, pero yo no lo hice y empecé a pedir ayuda a buscar apoyo para buscarlo…no podía esperar”, compartió Rodríguez.  

CON CEDULA EN EL PANTALÓN

La red de apoyo a migrantes que contactaron llamada Texas Nicaragua Comunity le prometió a ayuda a la familia. Ellos recorrieron primero centros de detención, después hospitales y por último morgue, según el procedimiento en esos casos. Conocieron la tragedia del grupo de cuatro y la confirmaron, pero no había rastros de un masculino fallecido. Por esos días la tragedia de Neyling, ya había sido confirmada y estaba en todos los medios de noticias de México y de Nicaragua.   

Texas Nicaragua Comunity, confirmó que el 15 de marzo el cuerpo de un hombre fue encontrado flotando en las aguas del rio, del lado de Estados Unidos. Los restos fueron llevado a una morgue de Texas. Al indagar les informaron que era nicaragüense, que conservaba su cédula de identidad en una de las bolsas del pantalón. Era Edgard Josué.

“La cédula, más una cicatriz, no nos dejó dudas. Era él, lamentablemente”, dijo la mujer con voz quebrantada.

Edgard Josué, extremo izquierdo aparece en la foto que el Coyote mandó a su familia que reclamaba saber de él. Cortesía

Para la familia de Edgard Josué no ha terminado la mala hora. Ellos ahora luchan por conseguir el dinero para repatriar sus restos.  “Es en eso que estamos ahora, hay tristeza, mucha, pero debemos buscar como tráelo a casa”, dijo un amigo de universidad de la víctima.  

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Él explicó que necesitan dinero, y que se han lanzado a recolectarlo en calles, parques y escuelas de Condega y Estelí. Han habilitado también dos cuentas bancarias en el  BAC; en dólares al número 362040131 y en córdobas al 364797803.

“Es un final inesperado, salió con mucha ilusiones de aquí,  solo cuando sea enterrado en su tierra, tendremos todos paz”, dijo Rodríguez.                

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