Femicida de Sapoá es condenado a 30 años de cárcel

A 30 años de cárcel fue sentenciado José Rafael Reyes Amador por el femicidio que cometió el pasado 13 de febrero en la comunidad de Sapoá, en Cárdenas, Rivas, en perjuicio de su pareja Ana Rosa Amador Hernández, q.e.p.d.

La sentencia fue emitida por el juez Sandro Francisco Pereira del Juzgado de Distrito Penal de Violencia de Rivas y en ella se detalla, que Reyes Amador, de 21 años, deberá cumplir la pena en el Sistema Penitenciario de Granada, hasta el 17 de febrero del año 2052.

LEA ADEMÁS: La ONU abre la puerta para enjuiciar a Ortega y sus cómplices, esto explican expertos latinoamericanos

También estableció que obligatoriamente tiene que participar en programas de orientación, atención y prevención dirigidos a modificar sus conductas violentas.

El crimen ocurrió aproximadamente a las 6:00 de la mañana, cuando el femicida y su víctima se encontraban en la casa en la que ellos habitaban, en la zona sur de la comunidad de Sapoá, frente a las costas del Lago Cocibolca.

Ana Rosa llevaba tres días de haberse trasladado a la casa de su mamá con su hija de 4 años. De acuerdo a la sentencia, ella llegó sola a las 5:30 de la mañana de ese 13 de febrero, con el objetivo de llevarse su ropa, ya que había decido ponerle fin a su relación.

AMENAZADA DE MUERTE

Tres días antes de trasladarse donde su mamá, Reyes Amador la había amenazado con quitarle la vida. La noche del 12 de febrero, la llegó a buscar para que regresaran, pero ella mantuvo su decisión de separarse.

De acuerdo a la sentencia, Reyes Amador interceptó a su expareja y ya en su casa la convenció para que sostuvieran relaciones sexuales, posteriormente ella le reafirmó que ya no quería nada con él.

LEA ADEMÁS: La Universidad Paulo Freire: Las reformas a la Ley de Autonomía Universitaria son «un escarnio y burla a la sangre y al sacrificio de los nicaragüenses»

Molestó por la decisión, Reyes Amador le propinó una cuchillada en el abdomen y otra en cuello, que le ocasionaron la muerte en cuestión de segundos. Luego huyó del lugar dejando el cuerpo de la víctima dentro de la casa.

El femicida reconoció haber cometido el crimen el 25 de marzo, cuando fue trasladado a los juzgados de Rivas, para dar inicio al juicio. La confesión le permitió saltar a la condena y evitar la cadena perpetua.