Militantes históricos: Rosario Murillo es “intolerante y no permite ningún tipo de críticas"

Los conflictos internos entre la militancia del partido Frente Sandinista han salido a luz en las últimas semanas. Denuncias de asedios y acusaciones de traición, son algunos de los episodios que han sido expuestos en las redes sociales.

El último episodio se conoció este fin de semana, cuando una mujer llamada Sandra Martínez, quien se identifica como una “combatiente histórica”, denunció el hostigamiento policial en su casa.

La militancia sandinista responsabilizan a la sancionada Rosario Murillo de pretender exterminar cualquier expresión de críticas y la consideran intolerante y de no cumplir promesas electorales.

"Es una persona intolerante que no permite ningún tipo de críticas, le molesta que emitan algún criterio”, dijo un militante sandinista que habló con DESPACHO 505 bajo condición de anonimato.

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Además, acusan a Murillo de pretender exterminar al sandinismo histórico por considerarlos de la tercera edad y a quienes durante los procesos electorales les promete “el cielo y la tierra, pero luego se olvida de ellos".

Esta organización fue la que utilizó Daniel Ortega y Rosario Murillo para crear grupos de paramilitares armados para reprimir a balazos las protestas del 2018.

DESARTICULACIÓN DEL SANDINISMO HISTÓRICO

La semana pasada los directivos del "Sandinismo Histórico" recibieron una carta del exguerrillero Leopoldo Rivas Alfaro en la que les ordenaba desactivar esa organización, esto provocó malestar en diferentes puntos del país.

La militante sandinista Sandra Martínez cuestionó la decisión de su partido de anular a su organización y en respuesta obtuvo el hostigamiento de patrullas de la policía orteguista.

En el audio que circuló en las redes sociales Martínez le pregunta a un militante llamado Álvaro por qué estaba la Policía en su vivienda. “Si usted fue el que envió a cuidarme mi casa o a cuidarme yo te responsabilizo cualquier situación que se dé aquí en mi casa y con mi hija”, señaló Sandra en el audio.

Otro de los militantes históricos del partido rojinegro, que participó activamente en la lucha contra la llamada contrarrevolución en la década de los 80 en Nicaragua, que pidió omitir su nombre por temor a represalias denunció que al régimen Ortega-Murillo le molesta que sus militantes emitan opiniones.

“El régimen lo que necesita son robots, son fanáticos que no reclamen absolutamente nada, que no emitan criterios ni opiniones sobre absolutamente nada”, apuntó la fuente.

MURILLO ES NEFASTA

A criterio del militante sandinista la desactivación del sandinismo histórico es una decisión de Rosario Murillo, “ya que aquí no se mueve nada sin que ella lo ordene y esa es una orden directa”, apuntó.

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Agregó que la sancionada Murillo maneja los hilos del poder dentro del Frente Sandinista de manera “nefasta” y genera un clima de inconformidad a lo interno de su partido.

“En la medida que ellos (los militantes históricos) se reúnen y emiten criterios y opiniones, entonces ya se vuelven un problema para ellos”, expresó el militante, quien agrega algunas de estas críticas son contra Rosario Murillo, vicepresidenta y esposa de Ortega.

Además, "si no reciben respuesta a las promesas, se convierten en elementos críticos y apuntan sus baterías hacia la señora Murillo lo cual a ella le molesta terriblemente”, declaró el militante quien añadió que en el contexto actual el llamado sandinismo histórico es un “estorbo, porque solo son exigencias”.

GOLPE MORAL AL ORTEGUISMO

El militante sandinista considera como positivo las denuncias que han expuestos los militantes históricos, ya que constituye un “golpe moral muy fuerte” a las filas del orteguismo.

"Hay que estimularlo, (las denuncias) porque en una buena parte sus críticas son razonables y le abren los ojos a los seguidores fanáticos de Daniel Ortega", expresa el militante.

Llamó a este sector del orteguismo a dejar de perseguir a sus vecinos, evitar la “labor de sapa”, ya que “la Policía ha creado sus propios mecanismos con gente más joven, más oportunista y que requiere menos apoyo por el momento, porque no tienen problemas de salud”.

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Recordó que el primer militante sandinista que se enfrentó al régimen de Daniel Ortega fue Marvin Vargas, también conocido como el “Cachorro”, quien se encuentra preso desde el 2011, y “representa el reclamo de una generación de combatientes que el gobierno no le puso interés en resolver el problema”.