Monseñor Álvarez pide oración por sacerdotes en momentos en que régimen los amenaza
Señala que un buen sacerdote es un "promotor de la paz" y que además de ser solidario, siempre está al servicio de la comunidad.


- mayo 08, 2022
- 01:01 PM
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Monseñor Rolando Álvarez, Obispo de la Diócesis de Estelí, pidió este domingo oración por los sacerdotes, los que según dijo tienen la misión de estar cerca de “los alejados, de los de la periferia, exiliados, refugiados encarcelados, enfermos o los que no han oído el evangelio”.
El religioso dedicó su reflexión de este cuarto domingo de Pascua a hablar sobre el sacerdote y sus cualidades en momentos en que operadores del gobierno amenazaron con cárcel y confiscación de bienes a religiosos y defensores de derechos humanos que han denunciados los abusos del régimen de Daniel Ortega.
Álvarez destacó que el sacerdote debe siempre estar al servicio de la comunidad “porque esa es su misión”. El religioso recordó que la lectura de este domingo en la que Jesús declara a sus discípulos que "él es el buen pastor", les recuerda que los sacerdotes deben imitarlo siempre y recomendó, algunas cualidades necesarias para ser un buen servidor de la iglesia católica.
“Para ser el buen pastor del tercer milenio el sacerdote debe edificar la comunión con el pueblo de Dios”, dijo. Señaló también que el sacerdote debe practicar la solidaridad. Debe desde su punto de vista encarar su vida religiosa desde lo que él llamó un proceso sinodal. “Sabemos que el mundo actual necesita urgentemente la fraternidad”, que es desde su punto de vista un encuentro con Jesús.
UN PROMOTOR DE LA PAZ
Álvarez dijo que el sacerdote debe ser misionero. “El buen pastor debe ser misionero impulsado por el Espíritu Santo y se dirige a los alejados, a los de la periferia, a exiliados, refugiados encarcelados enfermos o los que no han oído el evangelio, el misionero proclama integró los mensajes del evangelio”, reiteró.
La narrativa gubernamental acusó a los religiosos de apoyar a los ciudadanos que se rebelaron hace cuatro años en todo el país y que exigían el retorno del país a la democracia. La iglesia intervino al promover un diálogo que terminara con el baño de sangre que Ortega y Murillo ordenaron contra los manifestantes utilizando policías y parapolicías. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos acusa al Estado de ser los responsables de 355 asesinatos.
Pese al esfuerzo de los religiosos de mediar en el conflicto, Ortega y su esposa atornillados por la fuerza en el poder, los han acusado, ofendido y ahora amenazados.
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En la reflexión de este domingo el Obispo Álvarez dio a entender que un sacerdote nunca va a apoyar la violencia de ningún tipo. “El buen pastor es promotor de una cultura de paz”, señaló el religioso. “El buen pastor está allí donde hay más necesidad de consuelo, dónde están más los indefensos”, explicó.
Dijo que los sacerdotes llevan esperanza a quienes lo necesiten, además que procuran acciones que alivian en situaciones de miseria. “El sacerdote coopera con la promoción de una sociedad conforme con la voluntad de Dios, señala las situaciones injustas, pero el amor por sus hermanos le exigen ir más allá, más a la raíz”, dijo.
Al finalizar su homilía, pidió al pueblo católico de Nicaragua orar por los sacerdotes, los que están enfermos, los que están en servicio y los que están camino.