Este es el historial de los tres jueces orteguistas sancionados por Estados Unidos

Ni los dos magistrados ni la jueza han tenido una destacada carrera en el derecho, sino que han sobresalido por ser obedientes a Daniel Ortega y al Frente Sandinista.

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  • abril 19, 2023
  • 08:34 AM

Los tres jueces sancionados este martes por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, por violaciones a los derechos humanos, tienen raíces dentro del sandinismo.

El presidente del Tribunal de Apelaciones de Managua (TAM), Ernesto Leonel Rodríguez Mejía, es hijo de una maestra sandinista, María Salomé Mejía Rivera, miembro de la Asociación Nacional de Educadores de Nicaragua (ANDEN) en los años ochenta, uno de los brazos represores en esa época contra el gremio de los maestros.

Además, Mejía Rivera, quien fue maestra en el instituto Eliseo Picado, fue también delegada del Ministerio de Educación (Mined) en Matagalpa, en los años ochenta. Y en los últimos años ha sido concejal sandinista en la Alcaldía de Matagalpa.

Por su parte, la jueza Nadia Camila Tardencilla Rodríguez, es hija del exguerrillero Orlando Tardencilla, abogado que en los años setenta luchó junto a los sandinistas en contra de Somoza y, en 1980, se unió a la guerrilla salvadoreña del FMLN.

Fue capturado en El Salvador y luego enviado a Estados Unidos con el fin de que atestiguara de que Cuba estaba apoyando a los sandinistas para que exportara la revolución hacia el resto de Centroamérica y la prueba era él, que andaba luchando en El Salvador.

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Sin embargo, contó Ernesto Cardenal en su libro La revolución perdida, Tardencilla declaró al revés en Estados Unidos, al que acusó “estar empeñado en atacar a la revolución de Nicaragua” de entonces.

Orlando Tardencilla ha sido diputado y embajador del orteguismo en los últimos años y a su hija, Nadia Tardencilla, la premiaron primero nombrándola asesora en la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y luego jueza de juicio en Managua.

La progenitora de Nadia Tardencilla, Ivania del Carmen Rodríguez Rodríguez, trabajó en el Ministerio de Relaciones Exteriores entre 1982 y 1990.

En el caso del presidente de la Sala Penal Uno del TAM, magistrado Octavio Ernesto Rothschuh Andino, proviene de una familia de intelectuales de Chontales, los cuales estuvieron adheridos al sandinismo en los años ochenta y ahora una parte es disidente y otra está plegada al orteguismo.

Rothschuh Andino es hijo de Julio Rothschuh Tablada, hermano del ya fallecido poeta y exdirector del Goyena, Guillermo Rothschuh Tablada. Otros familiares del magistrado son su hermana Tatiana Rothschuh Andino, destacada periodista del orteguismo y Guillermo Rothschuh Villanueva, periodista ahora disidente del sandinismo.

OBEDIENTES AL ORTEGUISMO

Ninguno de los tres judiciales sancionados ha tenido una carrera destacada en el derecho, sino que han sobresalido por ser obedientes a Daniel Ortega y al Frente Sandinista (FSLN).

En el caso de Mejía Rodríguez, estudió derecho en la Universidad Centroamericana (UCA) entre 1994 y 1998, tiempo en el que se destacó durante las luchas del 6% que impulsaba Ortega, no como un beneficio para el pueblo, sino como una herramienta para desestabilizar a los gobiernos de turno.

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Por influencias de su progenitora, en 1998 entró a trabajar al Poder Judicial en la Dirección de Planificación de la Corte y luego, en el 2003, fue nombrado juez local en Matagalpa. En 2005, ayudado por el entonces magistrado Rafael Solís, fue trasladado a Managua, donde fue por muchos años fue juez Tercero Local de lo Penal, donde condenó por injurias y calumnias, en casos separados, a los concejales opositores Leonel Teller y Luciano García, quienes habían denunciado actos de corrupción en la comuna capitalina.

En 2018, tras las protestas de abril, se dio a conocer más declarando culpables a varios presos políticos, empezando por los jóvenes costeños Brandon Lovo y Glen Slate, acusados falsamente de haber matado al periodista bluefileño Ángel Gahona.

En 2021, acusó de traidor a su exbenefactor Rafael Solís y pocos días después fue nombrado presidente del Tribunal de Apelaciones de Managua, a propuesta del ahora magistrado sancionado Octavio Rothschuh.

Rothschuh es el de mayor trayectoria dentro del Poder Judicial, donde ha trabajado durante 36 años y ha sido juez Local Único en Nueva Guinea, juez de Distrito del Crimen en Juigalpa (Chontales) y juez Séptimo de Distrito Penal de Audiencia de Managua.

En 2018, fue nombrado magistrado del TAM y en julio de 2021 lo llamaron a presidir la Sala Penal Uno.

La de menos trayectoria es la jueza Nadia Tardencilla, quien primero fue asesora en la Corte Suprema de Justicia y luego, en febrero de 2021, fue nombrada juez Segundo Distrito de lo Penal de Juicio de Managua, sustituyendo a Adela Cardoza, que pasaba a ser magistrada de Apelaciones en Masaya.

OPERADORES POLÍTICOS

Desde abril de 2018, los tres jueces sancionados han sido utilizados para realizar juicios ilegales a los presos políticos.

La jueza Tardencilla ni siquiera le realizó juicio a monseñor Rolando Álvarez, sino que lo condenó luego de que el obispo no quiso ser desterrado junto a otros 222 prisioneros políticos.

Los tres fueron utilizados para desnacionalizar y desterrar a los 222 prisioneros políticos excarcelados en febrero pasado, retirar la nacionalidad a otros 94 y confiscarles todos sus bienes.

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